Shane Rader, un joven soldado 22 años, regresó a casa en Gilbert, Arizona, después de un servicio de tres años en el ejército de Estados Unidos, y le dio a su adorable hermana adolescente el shock de su vida cuando entró en la casa. El emotivo reencuentro fue captado por una cámara, fue memorable.
Shane se fue para servir en el ejército y pasó tres años asignado en Italia. Él y su hermano John, de entonces 37 años, decidieron mantener en secreto el regreso para sorprender a su hermana menor, Elizabeth Copeland, que tenía 16 años.
Shane y Elizabeth habían compartido un estrecho vínculo desde la infancia, y ella había echado mucho de menos a su hermano durante la larga ausencia. «Crecieron juntos, siempre vivieron juntos», explicó John más tarde a Inside Edition.
John y su hermana mayor ya habían crecido y se habían mudado de la casa, añadió, «así que ellos eran los únicos hermanos, ellos habían crecido».
En un vídeo que se mantiene publicado desde entonces en YouTube, John y Shane entran en la casa de la familia con la cámara de vídeo rodando. El perro comienza a ladrar, y Elizabeth no se da cuenta de lo que está a punto de suceder. Ella está mirando la televisión en la sala de estar.
Shane, vestido de civil, entra en la habitación de forma inesperada, dando a su hermana un pequeño susto cuando se da la vuelta y lo ve a su lado. Entonces se da cuenta de quién es y le da un grito de asombro. «¡Shane!», exclama mientras salta sobre él para darle un abrazo de cuerpo entero que dura un buen minuto más o menos.
Finalmente ella se suelta y entre lágrimas le pregunta a su hermano: «Estaba hablando contigo; ¿cómo, tu estabas en un avión?». Entonces los hermanos confiesan la premeditada sorpresa.
«El lo reprodujo a través de Snapchat», admitió John a Inside Edition, «e hizo parecer que estaba todavía en Italia y que estaría allí por un tiempo. Me lo hizo saber, pero no quería decírselo a nadie más».
Desde que se compartió el vídeo en YouTube en marzo de 2017, el clip ha tenido casi un millón de visitas.
Según Military.com, puede ser difícil para la familia cuando se avecina un desplazamiento inminente en el horizonte.
«El soldado se está preparando para partir, así que se está alejando de la familia», explicó la capitana de la Marina, Daphne Brown, que también es psicóloga clínica en el Centro Médico Regional de Landstuhl en Alemania. «Tiene que invertir en la misión».
La falta de comunicación, añadió Brown, puede ser aterradora para las familias que se quedan a la espera. Mantener a la familia unida y comunicarse regularmente es primordial, aconseja la página web militar. Muchas familias hacen vídeos para compartir en línea o envían paquetes con productos de cuidado personal a sus seres queridos en el extranjero.
«Esta comunicación es fundamental para expresar el amor y el aprecio a larga distancia», dicen los expertos. Sin mencionar que mantenerse en contacto a través del correo personalizado permite al soldado seguir sintiéndose involucrado en la vida familiar, minimizando el impacto de la reintegración al volver a casa.
Aparte de la reintegración, la mayor conmoción en el hogar de Rader-Copeland en el regreso de Shane fue la de Elizabeth. «Me encantó la reacción de Elizabeth», dijo más tarde su hermano mayor John al Daily Mail.
«Se puede ver lo emocionada y abrumada por la emoción que tenía», añadió. «Tanto mi familia como yo lloramos por la reacción, fue un momento tan encantador de presenciar».
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