El corazón de Brittany King se conmovió cuando la enfermera le preguntó: «¿Eres una madre adoptiva?».
Con lágrimas que corrían por sus mejillas, Brittany respondió: «¡Sí!».
Brittany lloró mientras cruzaba la habitación para conocer a su bebé adoptivo, Wyatt.
«Ahí estaba. Mi bebé», escribió Brittany para Love What Matters. «Era perfecto».
Este era el momento que Brittany había estado esperando después de luchar contra la infertilidad durante los últimos siete años.
En noviembre de 2013, Brittany estaba finalmente embarazada con el «pequeño milagro Boston» después de haber probado Femara (letrozol) para inducir la ovulación.
Lamentablemente, Brittany y su esposo, Tyler, quedaron destrozados cuando se enteraron que Boston había dejado de crecer durante una ecografía de la semana 12.
Pero justo cuando Brittany continuaba con su vida, y durante un período en el que no buscaba ningún tratamiento, ocurrió un milagro.
En abril del 2015, Brittany estaba embarazada otra vez.
Sin embargo, durante una ecografía de la semana 20, el técnico de radiología y el médico detectaron que algo andaba mal con su bebé nonato, al cual ya lo habían llamado Max Carter King.
«El médico explicó entonces que nuestro bebé tenía líquido en el cerebro y que se veía poco o ningún desarrollo cerebral. Su pie estaba golpeado y su corazón ladeado», compartió Brittany.
A las 34 semanas de gestación el 17 de noviembre del 2015, Max nació por cesárea en el Hospital de la Universidad de Utah.
«Cada día que teníamos con Max era una bendición, pero nuestros días con él eran pocos», escribió Brittany.
Trágicamente, Max sucumbió a una infección que se desarrolló debido a la derivación insertada para ayudar a aliviar el líquido en su cabeza.
Lamentablemente, en las primeras horas del 23 de diciembre del 2015, Brittany y Tyler se despidieron por última vez de Max después de pasar solo cinco semanas con él.
«Las enfermeras le quitaron el tubo de respiración a Max». Pronto, su respiración se hizo difícil, y Tyler acarició su mejilla.
«Él venció todas las probabilidades y respiró por nosotros mientras lo abrazábamos con fuerza», escribió Brittany.
Mientras Brittany sostenía a Max en sus brazos, y Tyler los abrazaba, el «extraordinario milagro» Max que «trajo una luz a nuestras vidas», les mostró una última sonrisa antes de respirar por última vez.
«Fue y sigue siendo el regalo más hermoso de nuestras vidas», escribió Brittany. «Él es nuestro ángel de la guarda».
En los años siguientes, Brittany tuvo dos embarazos fallidos: las vidas de Todd y Faith terminaron antes del primer trimestre.
«A través de pruebas genéticas descubrimos que tenía una translocación balanceada de los cromosomas #5 y #18. Esta fue la causa de que nuestros dulces bebés murieran entre las 9 y 10 semanas», explicó Brittany.
«Así que, en ese momento decidimos dejar de intentar concebir y empezar a buscar la adopción».
Justo cuando Brittany se sentía desesperada, recibió una llamada de una amiga de la familia el Día de la Madre de 2018. Su amiga dijo que tenía una sobrina que estaba planeando dar en adopción a su bebé nonato.
Unos 10 minutos más tarde, la joven madre llegó a la casa de Brittany.
«Nos abrazamos con fuerza. Su pequeña protuberancia presionó mi estómago. Luché contra las lágrimas», escribió Brittany. «Fue como si me hubiera reunido con una mejor amiga perdida hace tiempo, no, una hermana».
El 8 de julio del 2018, la pareja recibió la buena noticia de que la joven madre los había elegido.
«Saltamos a los brazos del otro, llorando y riendo. Nos arrodillamos para dar gracias al Señor», recuerda Brittany.
El 6 de septiembre de 2018, Brittany y su suegra vieron a la joven madre traer a Wyatt Kincaid King al mundo.
«Decir que fue notable, es quedarse corto».
«Estaba pateando y llorando y no podía creer que esto no fuera un sueño», compartió Brittany.
Mientras Brittany se acercaba a Wyatt, su madre biológica le susurró: «Mamá, lo escogí solo por ti. Él sanará lo que queda roto en tu corazón».
Dos días después, Brittany y Tyler salieron con Wyatt de la clínica.
De camino a casa, la pareja se detuvo en la tumba de Max.
Brittany tenía a Wyatt en sus brazos mientras visitaban la lápida de Max, y fue un «momento de pura alegría».
«Tenemos la bendición de saber lo que se siente al tener un hijo biológico y un hijo adoptivo», escribió Brittany. «Cada hijo es nuestro. Cada uno tiene nuestro corazón completamente».
Después de experimentar tanto dolor, tres embarazos fallidos y la pérdida de Max, a través de sus siete años de lucha contra la infertilidad, Brittany y Tyler finalmente saborearon la alegría.
«Los milagros no siempre llegan por el camino o cuando esperamos, y algunos milagros solo toman un poco de tiempo», escribió Brittany.
Un bebé es una bendición y un regalo del cielo.
Después de siete largos años de «esperar y soñar», la pareja pudo finalmente convertirse en padres.
Nuestras más calurosas felicitaciones a la hermosa familia King. No podemos esperar a ver cómo Dios bendice a Brittany y Tyler con el pequeño Wyat.
¿Te gustó este artículo?
Entonces, te pedimos un pequeño favor. Compártelo en tus redes sociales, apoya al periodismo independiente y contribuye a que tus amigos se enteren de las noticias, información e historias más interesantes. Tardarás menos de un minuto. ¡Muchas gracias!
Esta mujer rescató a un niño africano y le salvó la vida. Hoy él está superando todas las expectativas.
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.