Para el profesor de matemáticas nigeriano, Michael Thompson, conocido por tener una discapacidad física que le obliga a usar muletas, educar a los estudiantes que encuentra cada año es su objetivo más importante. Así que cuando llegó a enseñar en una escuela donde los estudiantes hacían todo para burlarse de su discapacidad, cambió su perspectiva y sus métodos de enseñanza, y no solo les ayudó a aprender matemáticas sino que también les ayudó a ser mejores personas.
Compartió su historia en las redes sociales, donde se ha vuelto viral por su valioso mensaje acerca de lograr que los estudiantes sean la parte más importante de su día.
Thompson sufre de parálisis flácida aguda, una condición que le ha causado la pérdida de movilidad en las piernas y la dependencia de muletas para desplazarse. Compartió en Twitter cómo llegó a una escuela donde enseñaba con un impedimento muy visible, lo que provocó que algunos de los estudiantes se burlaran de él.
«La primera vez que entré a la clase dijeron, y lo escuché claramente, ‘¿cómo puede este tipo con muletas ser nuestro profesor de matemáticas?’. Me dolió», escribió.
Explicó que todos los estudiantes se burlaban de él cuando iba a escribir su nombre en la pizarra, porque con sus muletas no podía ni siquiera llegar a la cima. «Me apodaron ‘MULETAS’, muletas, ni siquiera ‘Sr. Muletas'», dijo.
Pero mientras escribía, él decidió no intentar cambiar directamente a los estudiantes, sino que cambió su perspectiva para que los estudiantes no se dieran cuenta de cómo les ablandaba de a poco su corazón.
«Pero, ¿saben lo que hice? Cambié mi #perspectiva, jugué con las burlas. Les dije que cada vez que vieran que mi mano no podía llegar a la parte superior del pizarrón, empezaría desde donde mi mano pudiera llegar (…) y respondí con una sonrisa radiante cada vez que me llamaban ‘MULETAS'», escribió.
Con el tiempo, escribió, los estudiantes dejaron de mirarlo. Y no solo llegaron a amar la materia que enseña, sino que también llegaron a admirar el hecho de tenerlo al frente de su clase.
«Con el tiempo (…) no solo me amaron a mí, sino que se enamoraron profundamente de las matemáticas», concluyó. «Concéntrate en las cosas que puedes controlar y no en las que no puedes controlar o cambiar. Canaliza tu energía sabiamente».
Las repercusión de su método estaba repletas de otros profesores alabándolo por su fuerza y pasión por ayudar a los niños. Pero quizás —lo más importante— las respuestas estaban en la boca de sus propios exalumnos.
«El Sr. Michael me enseñó matemáticas mientras me preparaba para Waec en 2016 y todo lo que puedo decir es que este hombre es un hombre lleno de pasión y amor. Al principio me dio lástima, pero luego me acostumbré porque este hombre ni siquiera se ve a sí mismo en una situación lamentable», escribió Akinlade Oluwaseyi. «Ruego a Dios que continúe bendiciéndolo». Según su biografía en Twitter, Oluwasevi estudió microbiología desde que tuvo a Thompson como profesor.
No fue fácil para Thompson llegar a un punto en el que pudiera incluso obtener una educación formal, y mucho menos ayudar a proporcionar una excelente base a otros estudiantes en Nigeria.
El inspirador profesor le dijo a Yahoo News UK que su madre pagó su educación «moliendo pimienta y pidiendo dinero prestado de un lugar y otro», y afortunadamente ahora está en una posición en la que puede asegurarse que otros estudiantes que luchan por obtener su educación tengan acceso a un profesor fantástico para su desarrollo.
«Camino con la ayuda de muletas, pero eso no detendrá mis sueños de impactar vidas e impartir conocimientos a personas de todo el mundo», aseguró.
Video cortesía de: Michael Thompson
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