Una antigua taxista que ganó mucho peso después de comer bocadillos al volante durante años perdió más de 100 libras (45 kilos).
Jo Knight, de 51 años, ahora pesa menos que cuando era adolescente tras someterse a un bypass gástrico en octubre de 2023.
La madre de siete hijos vio cómo el peso aumentaba durante sus embarazos tras encontrar «consuelo en comer».
Aumentó de peso trabajando como taxista después de comer bocadillos mientras conducía: se comía un paquete de galletas y tres bolsas de papas fritas en cada turno.
En su momento de mayor peso, Knight pesaba 294 libras y entraba en la talla 24.
Tras luchar por perder peso y desarrollar diabetes de tipo 2, Knight esperó tres años para someterse a una operación de adelgazamiento en el Servicio Nacional de Salud.
Consiguió perder la cantidad de 100 libras en 10 meses, bajando a 196 libras y una talla 14.
Knight «siempre había soñado» con unirse al club de atletismo que pasaba por su casa todas las semanas y, tras adelgazar, por fin se animó a apuntarse.
Ahora participa regularmente en carreras de 5 km con el grupo que había visto de lejos durante más de 10 años.
«Como taxista, me pasaba el día sentada comiendo», explica Knight, que actualmente no trabaja y vive en Saltash, Cornualles. «Me costaba caminar sin perder el aliento y no podía correr detrás de los niños».
«Desde que adelgacé, comencé a correr con el club y me encanta».
«Ahora estoy más en forma y más delgada que cuando era adolescente».
Dice que siempre fue la más grande en el colegio y sufrió acoso escolar.
Pero de adulta, empezó a engordar cuando quedó embarazada de su primer hijo. Después de su cuarto hijo, le costaba encontrar tiempo para hacer comidas sanas.
Knight dice que daba «buen ejemplo» en el desayuno, comiendo Weetabix con sus hijos antes de llevarlos al colegio. Pero una vez que los niños estaban en la cama, se daba el gusto de comer comida para llevar a altas horas de la noche, como McDonalds.
«Siempre era más grande y recurría a la comida como consuelo», explica. «Era un trabajo duro correr detrás de cuatro niños, así que siempre elegía comidas rápidas y cómodas».
«También me encantaba el Toby Carvery y me llenaba el plato de comida».
Knight tuvo tres hijos más —Charlie, de 19 años, Tom, de 17, y Lily, de 16— con los que sigue viviendo en casa.
En su momento de mayor peso, pesaba 294 libras y luchaba por llevar a los niños al parque sin perder el aliento.
En 2019, le diagnosticaron diabetes tipo 2 y consiguió un trabajo como taxista. Pero Knight descubrió que el peso continuaba arrastrándose mientras trabajaba en su nuevo rol.
«Era un trabajo estacionario: pasaba cuatro horas sentada al volante», dijo. «Me comía fácilmente tres bolsas de papas fritas y un puñado de galletas en el descanso».
Después de probar «todas las dietas del mundo», dijo, estaba desesperada por encontrar ayuda.
En 2020 habló con un médico que la puso en lista de espera para un bypass gástrico del NHS.
Después de esperar tres años, Knight se sometió a una operación para extirparle una parte del estómago en el Royal Cornwall Hospital de Truro en octubre de 2023.
Tras recuperarse con una dieta líquida, la madre de siete hijos dice que reintrodujo poco a poco los alimentos sólidos y vio cómo el peso «se esfumaba».
A medida que adelgazaba, Knight se aficionó a hacer ejercicio.
«Los vi correr delante de mi casa tres o cuatro veces por semana durante 10 años», dice. «Siempre soñé con apuntarme, pero nunca estaba lo bastante en forma».
«Cuando por fin me inscribí, me enamoré por completo de correr».
Knight corre ahora por el parque con regularidad y fue remitida a las clases del centro de ocio de Saltash para participar en su programa Healthwise.
El personal del centro de ocio ayudó a Knight a mantenerse en forma y le dio buenos consejos sobre lo que debía hacer y cuándo. En menos de 10 meses, Knight perdio la cantidad de 100 libras (45 kilos), pesa ahora 196 libras (88 kilos) y su talla es de 14.
Pero quiere que la gente sea consciente que la cirugía de pérdida de peso sigue siendo «un trabajo duro».
«La cirugía no es la salida fácil», afirma. «Es un cambio completo de estilo de vida, y hay que trabajar duro para mantenerlo».
«Pero no me arrepiento de nada. Mis hijos están muy orgullosos de mí y estoy muy contenta de lo lejos que he llegado».
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