Describiéndose a sí mismo como «masivamente» obeso, el extaxista Darren Frazer, del Reino Unido, casi se había dado por vencido en 2017.
Un estilo de vida sedentario y la adicción a la comida chatarra hicieron que su peso superara las 270 libras. Cuando su situación comenzó a obstaculizar el juego con su hija Grace, de 7 años, sintió un llamado de atención.
Frazer, de 43 años, encontró un programa de gimnasia que le funcionó y empezó a perder kilos, recuperando poco a poco su confianza y logrando finalmente una nueva carrera en el mundo del fitness.
Al inscribirse en JG Fitness, cerca de su casa en la ciudad inglesa de Walkerdene, Newcastle, Frazer conoció al propietario del gimnasio, James Garrity. Y de repente, todo cambió.
«James me salvó la vida», dijo Frazer a Newcastle Chronicle Live. «Me ayudó a cambiar mi vida perdiendo peso, a ponerme más en forma y saludable».
Como taxista, Frazer no era feliz.
A menudo desayunaba dos comidas rápidas para llevar, y almorzaba más comida para llevar, mientras picaba chocolate y papas fritas durante el día, y la única fuente de nutrición de Frazer provenía de una comida casera por la noche con su esposa, Fiona.
Sin embargo, con la orientación de Garrity, cambió su alimentación hipercalórica por proteínas saludables —como pollo, atún, huevos— y más verduras. Juntos diseñaron un programa de entrenamiento de intervalos de alta intensidad y de sobrecarga progresiva y, poco a poco, Frazer se deshizo de más de 40 libras (aprox. 12 kilos).
Cuando Frazer se autoproclamó a mitad de camino, su entrenador celebró su progreso en un posteo de Instagram.
«Darren ha pasado por un momento muy duro a nivel personal, pero ha aprendido mucho sobre sí mismo a través del entrenamiento», subtituló el entrenador. «No solo físicamente, sino también emocional y psicológicamente, y se ha dado cuenta que es mucho más fuerte en todos los niveles de lo que pensaba al principio (…) Este hombre es literalmente mi héroe».
Frazer dice que se siente «más vivo y más feliz», y que su salud mental también ha mejorado notablemente. Pero quizás lo más importante de todo es que ahora puede disfrutar de tiempo de calidad con su hija, a quien, después de un tratamiento de tumores cerebrales a los 3 años, se le diagnosticó una lesión cerebral aguda y mostró signos de autismo y TDAH.
El notable cambio de Frazer también inspiró a su esposa.
Al ver que su marido recuperaba las ganas de vivir, Fiona, de 37 años, se inscribió en las sesiones de entrenamiento personal de JG. Ella sufre de esclerosis múltiple y lucha contra la fatiga todos los días; sin embargo, a pesar de trabajar a tiempo completo y cuidar de su hija, la madre encontró tiempo para hacer ejercicio.
«No me gustaba mi cuerpo ni mi aspecto, pero no me molestaba en hacer nada al respecto», dijo al medio. «El ejercicio ciertamente no estaba en la agenda (…) Estábamos cómodos en nuestro mayor peso».
Igual de susceptible a los almuerzos y refrigerios pesados como lo era su esposo antes, Fiona implementó cambios por el bien de su salud. Desde julio de 2018, ha perdido 80 libras —desde 234 libras a unas saludables 154 libras— y ahora usa talla 12 del Reino Unido.
Dice que nunca se ha sentido mejor.
Al quedar impresionado por su propio estilo de vida y el de Fiona, Frazer le hizo saber a Garrity que deseaba ayudar a otros. Así que el entrenador de fitness lo animó a inscribirse en un curso de cualificación de entrenamiento personal.
Y lo hizo.
«Me inscribí y me capacité hace un año», dijo Frazer.
Luego, Garrity se tomó una licencia temporal, y le pidió a Frazer que lo sustituyera; el taxista dejó su trabajo diario y ahora trabaja en el gimnasio a tiempo completo.
«Me encanta ayudar a la gente todos los días», dice Frazer. «Hay un dicho que dice: ‘Encuentre un trabajo que le guste y nunca trabajará ni un solo día en su vida’. Esto es muy cierto para mí».
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