El 30 de noviembre de 2013 la estrella de “Rápidos y Furiosos” dio su último paseo en automóvil dejando un gran vacío en los corazones de sus fans y su familia. El hombre que le dio vida a Brian O’Conner en la pantalla grande también trajo al mundo a su amada hija Meadow, quien sigue compartiendo su legado a través de su fundación caritativa “Paul Walker”.
Perder a un padre puede llegar a ser un momento muy duro en la vida de cualquier persona, pero para Meadow compartir su pasión por ayudar a los más necesitados es una forma de honrar la memoria del hombre que más amó en su vida.
La joven de 20 años de edad, ahora es una floreciente modelo en la ciudad de Nueva York, ha compartido fragmentos de su vida en su cuenta de Instagram donde la podemos ver bailando cariñosamente con su padre o dándose un cálido abrazo.
A pesar de su gran fama como actor, las personas más allegadas a él recuerdan que lo que amaba más en el mundo era surfear y pasar tiempo con su hija de entonces 15 años. «Le encantaba ser padre. Estaba tan orgulloso de ella», dijo su hermano Cody a PEOPLE.
Meadow vivió con su madre en Hawaii desde muy pequeña, pero se mudó a California para vivir con su padre en 2011, dos años antes de su muerte. Durante ese tiempo los dos se volvieron inseparables.
La madre de Walker recuerda con alegría que él solía participar en las actividades diarias de Meadow, especialmente la ayudaba a colocarse un broche en su vestido y la recogía de sus clases de danza.
De acuerdo con la página oficial de la fundación Paul Walker, él era el tipo de persona que le abría la puerta a los demás, los miraba a los ojos cuando estaban hablando y su personalidad le hacía poner el corazón en todas las partes que pudiera.
Prueba de ello, en marzo de 2010 visitó Chile para ayudar a las personas damnificas por el terremoto de magnitud 8,8 que golpeó el país el 27 de febrero del mismo año a través de su fundación Walker Reach Out Worldwide, informó BBC.
Hasta el último día de su vida se preocupó por ayudar a los demás. Según El País, durante el viaje que provocó el trágico accidente se dirigía a un evento de caridad para ayudar a las del tifón Haiyan en Filipinas.
En el documental “Yo soy Paul Walker”, familiares y amigos comparten testimonios de su vida personal como actor, padre y amigo. “Paul pensaba todo el tiempo en ella, ningún padre amaba más a su hija que él”, dijo Paul Walker III, abuelo de Meadow.
Con la partida del astro de “Rápidos y furiosos”, este mundo no solo perdió un gran actor sino también un gran ser humano, su recuerdo perdurará en todas las personas que ayudó y en las películas que lo inmortalizaron como un ídolo. Su hija Meadow heredó su buen corazón por ayudar a los demás, ¡Sin duda ella seguirá compartiendo el legado Walker!
¡Mira el documental «Yo soy Paul Walker» y conmuévete!
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