Los trillizos de Ohio, que nacieron prematuramente, miran hacia un futuro brillante tras graduarse como co-valedictorianos y salutatorian de su promoción de bachillerato.
Gage, Sadie y Caydin Barker, hermanos de 18 años, nacieron con 34 semanas de gestación el 30 de septiembre de 2004 en el hospital St. Elizabeth de Youngstown, Ohio. Actualmente viven en Sebring, Ohio.
El 21 de mayo, Sadie y Caydin se graduaron en el Sebring McKinley High School como co-valedictorianos junto a otros dos, cada uno con un promedio de 4.0, y Gage se graduó como salutatorian con un promedio de 3.78.
«Fue un día lleno de emoción y orgullo», dijo la madre de los hermanos, Becky, de 48 años, a The Epoch Times. «Estar allí sentada escuchándoles dar discursos y expresar su gratitud a los increíbles profesores de ese colegio fue un momento de orgullo. Los galones de honor que llevaban en la toga, la medalla colgada del cuello… no hacían sino dar más pruebas de todo el duro trabajo que habían realizado durante su carrera escolar».
El padre de los trillizos, ex esposo y compañero de crianza de Becky, Paul, un ingeniero de 48 años, vive cerca de Akron. «El día de la graduación lo celebramos con toda la familia a su alrededor», dice Becky. «Nos abrazamos, reímos y derramamos muchas lágrimas en este día».
En realidad, Becky estaba embarazada de cuatrillizos cuando perdió al cuarto bebé entre las semanas 16 y 18. Dijo que fue Gage, el primogénito, quien provocó su parto prematuro el 14 de julio de 2004. Ella «supo desde ese momento» que él sería «para siempre el niño que me mantendría alerta».
Permaneció en el hospital hasta el 3 de octubre, tres días después del nacimiento de los trillizos.
«Los 83 días que pasé en el hospital fueron algunos de los más difíciles de mi vida, pero no cambiaría nada, porque me dieron tres de los hijos más maravillosos que jamás podría haber esperado», afirma. «Han sido nuestra mayor bendición y nuestra mayor recompensa».
Becky describe a Gabe, el salutatorian, al que dio la bienvenida al mundo primero, como un adolescente relajado y divertido que puede «intercalar algo de humor con chistes de un solo verso». Frío, tranquilo y sereno, Gabe jugó al béisbol y al fútbol americano durante su infancia. Esto reforzó su confianza en sí mismo, e incluso «llegó a lo más alto» en los deportes electrónicos.
Gabe planea matricularse en una escuela de comercio local para convertirse en electricista, y su madre cree que algún día será un marido y un padre maravilloso gracias a su santa paciencia.
Sadie, la segunda en nacer, mantuvo un promedio superior a 4.0 durante toda su carrera escolar. La trabajadora presidenta de la clase y ex editora del anuario formó parte de la banda y el coro de la escuela.
Aquí perfeccionó sus habilidades para tocar la flauta y descubrió su talento para el canto. Participó en «casi todos los clubes escolares que se ofrecían». Jugó al softball desde los 5 años, corrió en atletismo y consiguió uno de los papeles principales, Anna, en la producción escolar de «Frozen», de Disney.
Sadie planea asistir a la Universidad de Cincinnati para especializarse en ingeniería química y más tarde asistir a la facultad de derecho para cualificarse como abogada de patentes.
«Su objetivo y su ambición en la vida es ganarse la vida con solidez», afirma Becky. «Es la persona más ambiciosa, orientada a objetivos y una de las más inteligentes que he conocido».
Caydin, que nació al último, siempre ha sido bondadoso y emotivo como persona. También ha sido humilde en cuanto a sus logros. Fue delegado de clase y de comunicaciones y mantuvo un promedio de 4.0, al igual que su hermana. Jugador de béisbol desde los 5 años, también jugaba al golf y destacaba en los deportes electrónicos, pero no disfrutaba con el fútbol ya que «no le gustaba la idea de golpear a otros jugadores».
Caydin planea asistir a la Universidad de Cincinnati para especializarse en ingeniería eléctrica y más tarde conseguir un máster en negocios. Ha hablado de convertirse en piloto comercial, y Becky está convencida de que también será un marido y un padre maravilloso algún día.
Por desgracia, tanto Gabe como Caydin se perdieron una posible beca de e-sports, ya que el torneo estatal se celebró el mismo día de la graduación. Sin embargo, Sadie recibió 15,000 dólares y Caydin 10,000 dólares en becas como dos de los 17 beneficiarios de la beca Edward J. Debartolo, dijo Becky a WOIO.
La orgullosa madre de tres niños dijo que su sólida relación con Paul, su compañero de crianza, ha allanado el camino para el increíble éxito de sus trillizos.
«La filosofía que tenemos como padres debería ser la misma que la de cualquier padre», dijo Becky a The Epoch Times. «Les animamos a luchar por la grandeza. Hemos estado presentes en sus vidas y hemos fomentado una comunicación abierta. Cuando había un problema, queríamos hablar de ello, aunque no siempre estábamos de acuerdo. Exigíamos respeto y amabilidad».
Los padres siempre han aconsejado a los hermanos que trabajen duro y sean «seres humanos fenomenales», que lo son. Creen que eso les ayudará a abrirse muchas puertas en la vida.
Becky también les ha animado siempre a ir más allá de sus miedos para conseguir lo que necesiten.
«Los fracasos ocurren en la vida, puedes sentirlos, pero necesito que aprendas de ellos y vuelvas a levantarte e intentarlo de nuevo», dijo Becky.
Mientras sus tenaces trillizos abandonan el hogar para navegar por el mundo por su cuenta, Becky lucha con su nido vacío y con cómo recuperar su identidad fuera de la maternidad. Dice: «¡Lo que sí sé es que haré muchos viajes de cuatro horas a Cincinnati, y enviaré muchos paquetes de cuidados para ayudarles en su camino!».
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