Un «ángel» de Georgia descendió a la I-85, tocando gloriosos acordes con su arpa para aliviar a los cansados viajeros atrapados en la carretera una tarde de finales de junio.
Los automovilistas varados se quejaban del calor que había en la autopista, al noreste de Atlanta, debido a un accidente ocurrido más arriba. Algunos salieron a estirar las piernas. Otros colocaron sillas o abrieron neveras para pasar el tiempo más cómodamente.
Entre ellos había una artista.
Hailey Ann Smith, arpista profesional de Pendergrass, regresaba de una boda en el Atlanta Country Club. Todavía vestida con su traje de concierto, estaba de buen humor y se dedicó a entablar amistad con los desconocidos que se encontraban en el camino.
Al ver las caras sombrías de sus compañeros de viaje, vio una necesidad y la cubrió.
«Todo el mundo estaba estresado por el tráfico, ¿por qué no regalarles una sonrisa?», dijo a The Epoch Times. «¡Y funcionó!»
Al darse cuenta de que se le presentaba una oportunidad única y novedosa —que tal vez no se repita nunca más— sacó su arpa de cola y comenzó a puntear notas angelicales para una actuación improvisada entre las filas de coches de la autopista, despertando los vítores de todos los que la rodeaban.
Escuche usted mismo la celestial interpretación del arpa de Hailey Ann.
Hailey Ann toca «Canon en Re». (Cortesía de Hailey Ann Smith)
Una multitud se reunió para escuchar y grabar a Hailey. Ella interactuó con el público, aceptó peticiones y tocó, entre otras melodías, «You Raise Me Up» de Josh Groban, «Canon in D», «Oh Shenandoah» y «I Can’t Help Falling in Love with You» de Elvis.
«Fue súper divertido», dijo Hailey Ann. «¡Les encantó!»
La diversión pareció surtir efecto; pronto, el tráfico que les precedía empezó a avanzar y llegó el momento de dar por concluido el espectáculo.
Hailey Ann tardó en recoger su arpa pero, aún con buen ánimo, los vehículos que venían detrás esperaron pacientemente. Cuando se puso de nuevo en marcha, escuchó a un camionero que la aclamaba: «¡Ha sido increíble!» al pasar.
Es justo lo que el mundo necesita ahora: gente y cultura convergiendo, resonando juntos como una nota divina arrancada desde arriba.
Hailey Ann lleva 18 años tocando el arpa, desde que tenía 7 años, haciendo su primera boda a los 12 años. «Nadie sabía lo joven que era», dijo al periódico, riendo. Cree que su vocación por la música fue una «cita divina».
«Dios lo puso en mi corazón», dijo. «Tenía 4 años cuando fuimos a la Orquesta Sinfónica de Atlanta, y vi el arpa allí, y cuando nos fuimos me dije: ‘¡Mamá, quiero tocar eso!».
Hailey Ann añadió: «Primero hice un año de piano y luego me metí en el arpa, y desde entonces ha sido como respirar».
Ahora, con 25 años, Hailey Ann es músico profesional y propietaria de Harpist for the King. Tiene su propio estudio y realiza entre 70 y 80 espectáculos al año, actuando en lugares notables como el Capital City Club de Atlanta.
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