El 27 de abril de 2015, el oficial Jody Thompson del Departamento de Policía de Poteau, Oklahoma, estaba fuera de servicio cuando escuchó una llamada de asistencia por radio. Un niño de 8 años había llamado al 911, desesperado por recibir ayuda.
«Cuando lo encontramos, tenía atados sus pies y manos con cuerdas, y lo habían puesto dentro de un contenedor de basura lleno de agua fría», dijo el jefe de policía de Poteau, Stephen Fruen, según 5News. «No lo estaban alimentando. Creo que lo que podía comer lo conseguía en la escuela. Tenía moretones y estaba lleno de heridas desde la cabeza hasta los pies», detalló.
Antes de incorporarse al departamento de policía de Poteau, el oficial Thompson había sido investigador de casos de abuso infantil en la oficina del fiscal de distrito, de acuerdo con CBS News, así que no dudó en atender la llamada, a pesar de estar fuera de servicio.
«La casa en la que vivía el niño, era bastante horrenda. Estaba sucia, no había mucha comida, la habitación del niño estaba desordenada. Había una cerradura en el exterior, que le mostró a los investigadores que enceraban a este niño desde el exterior», dijo en una entrevista con A&E.
El oficial Thompson, atónito por lo que veía y ante la condición del niño, llamado John, lo tomó en custodia de protección, lo sacó de la casa y lo llevó a un hospital local de Oklahoma.
Sin embargo, no quería que el chico estuviera solo: «Me quedé a su lado todo el tiempo en el hospital», aseguró. Al día siguiente, se comunicó con el Departamento de Servicios Humanos de Oklahoma con la intención de convertirse en padre adoptivo certificado.
«Cuando lo vi (…) lo supe», dijo Thompson a CBS News. «Él significa todo en el mundo en que vivimos. Es la persona más fuerte que he conocido».
Después de unos días, John fue trasladado a un hogar de acogida temporal.
«Todo el tiempo estaba en mi mente. No podía sacármelo de encima. No podía dormir y no comía bien», dijo Thomson a A&E. Así que decidió contarle a su esposa lo que había sucedido, pero no concretaron nada sobre la situación.
En ese momento, él y su esposa tenían dos hijos propios: Ryan tenía 16 años y Charley 8. Pero Thompson estaba decidido a traer a John con su familia.
«Así que, mientras Jeanie estaba en el trabajo, y sin que ella lo supiera, hice algunas llamadas telefónicas. (…) Cuando salió ese día y vio a un niño extraño frente a la casa, creo que lo dedujo rápidamente».
«Fue una gran sorpresa, y entonces me dijo que estaba embarazada de nuevo», añadió Thompson.
La transición de John a la familia fue muy fluida y tranquila.
Por su parte, John también es muy consciente y está agradecido por la bondad de su padre adoptivo.
«Él me ayudó mucho. Es la razón por la que estoy aquí ahora», dijo Thompson a 5News.
Por otra parte, tras un proceso legal, los padres biológicos de John fueron acusados de dos cargos por abuso infantil, por lesiones y negligencia. Y fueron condenados a 35 años de prisión cada uno.
Siete meses después de haber rescatado a John, la esposa del oficial Thompson recibió una llamada informándole que la madre del niño había dado a luz a una niña mientras estaba en prisión.
«[Mi esposa] me dijo: ¿qué vamos a hacer?. Y yo dije, bueno, vamos a buscarla», recordó el oficial. «La recogimos directamente del hospital. Tenía apenas 24 horas de vida y la llevamos a casa».
El oficial de policía admite que al incrementarse repentinamente su el tamaño de su familia, fue un poco difícil al principio, pero inesperadamente empezaron a recibir ayuda de muchas personas a su alrededor.
«Mi departamento de policía, toda la ciudad de Poteau, los compañeros de trabajo de Jeannie en el centro de crisis donde había sido consejera de violencia doméstica, mi familia, mis hermanos, todos nos ayudaron y nunca hemos tenido un problema».
Y para John tampoco fue fácil, ha tenido un largo proceso para olvidar todo lo que ha vivido, pero el niño se ha esforzado por superarlo y disfrutar su vida con su nueva familia.
«John pasó por una terapia de trauma y lo hizo muy bien. (…) Ahora es un estudiante sobresaliente y bastante activo. Está en la banda de música y teatro, con el grupo de actores y todo eso. Lo está haciendo muy bien», aseguró Jody a People.
La adopción de John se formalizó el 18 de agosto de 2016, y la de Paizley el 16 de febrero de 2017.
Las acciones desinteresadas de Jody Thompson les han dado a dos niños inocentes otra oportunidad de vivir sus vidas de forma feliz y segura.
«Tenemos que hacer lo que sea necesario para sacar a estos niños de estas situaciones», dijo. «Creo que Dios lo puso en mi corazón y en el de mi familia, y trajimos a estos niños a casa. Hoy no lo cambiaríamos por nada del mundo», concluyó Jody.
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