Tras retirarse del ejército estadounidense, dos excombatientes que se conocieron en Iraq cambiaron los deberes del ejército por una vida en la carretera, convirtiendo un autobús escolar de 200 pies cuadrados en un hogar sobre ruedas para ellos y sus siete hijos. Juntos, han estado explorando Estados Unidos desde 2018, «educando en la carretera» a medida que avanzan.
JD, nativo de Texas, de 37 años, y Britney Lott, de 34, se conocieron durante su despliegue en Iraq en 2008.
JD estaba en su segundo despliegue en la Base Operativa Avanzada Guerrero para la Operación Libertad Iraquí. Britney fue reasignada desde la Base Aérea de Lackland, en San Antonio, y no estaba bien preparada.
El jefe de Britney le prestó su uniforme XXL, cuatro tallas más grande. También le faltaban las gafas de sol y tuvo que ser guiada durante tres días tras sufrir ceguera solar en Qatar, pero aun así causó una conmovedora primera impresión a su futuro marido. JD recuerda que al girar una esquina tras aterrizar su C-130 vio a «esta hermosa chica sentada encima de unos palets llenos de material».
Los dos acabaron viéndose en la línea de vuelo con bastante frecuencia. Con el tiempo, Britney le dio su número a JD; pronto, una cosa llevó a la otra, y acabaron charlando y pasando todo su tiempo libre juntos.
A continuación, JD fue desplegado a Hawai, donde estuvo destinado durante 7 meses. En cuanto volvió a casa, Britney también regresó y la pareja se casó.
A continuación, la pareja se trasladó a Lubbock, Texas, donde JD tenía previsto terminar sus estudios en la Universidad Tecnológica de Texas.
Desde entonces, han dado la bienvenida a seis hijos y una hija: Gunner, de 11 años; Kinsey, de 9; Schofield, de 7; Audie, de 5; Swift, de 3; Uriah, de 2; y Aquila, de 2 meses.
Construyendo un Arca: «Nuestro autobús»
JD afirma que él y Britney siempre han compartido un espíritu aventurero y sabían que podrían vivir «fuera de la norma». Sin embargo, la compra de un autobús en noviembre de 2017 coincidió con un gran despertar espiritual para JD.
Así lo contó a The Epoch Times: «Había crecido en la tradición cristiana, pero realmente había estado viviendo una forma alterada de cristianismo que llamo ‘cristianismo cultural’, más de identidad social que de someter mi vida completamente a Jesús … Dios me llevó a través de un período significativo de crecimiento espiritual durante unos ocho meses».
«Un día, casi al final de ese tiempo, Dios me dio una visión de la construcción de un arca: nuestro autobús. Fue profundo, así que fui a compartirlo con Britney».
Mientras tanto, Britney ya había tenido una inspiración similar al enseñar a sus hijos el Arca de Noé.
«Estaba compartiendo con ellos que la esposa y los hijos de Noé apoyaban a Noé a pesar de que lo que hacía parecía una locura», dijo. «Lo siguiente es que se acercó a hablar conmigo».
En una semana, la pareja compró un autobús escolar fuera de servicio y se preparó para reducir el tamaño de su casa de más de 2000 metros cuadrados. La renovación supuso una «curva de aprendizaje muy pronunciada», dice JD, pero la pareja tenía cierta experiencia básica en la remodelación de casas en las que habían vivido a lo largo de los años.
Aunque JD vio algunos videos de YouTube al principio y buscó el consejo de profesionales de confianza, pronto comprendió que debían diseñar cuidadosamente el autobús y construirlo según sus propias necesidades.
Britney dijo: «Me tocó ser la diseñadora, lo que fue muy divertido. JD tuvo que hacer todo el trabajo duro».
Cuando JD empezó a trabajar en el autobús, él y Britney aún tenían un pequeño negocio: un programa de desarrollo para niños. Pero cuando fue operado de las cuerdas vocales y se quedó sin voz durante tres meses, el personal de la pareja se hizo cargo de las operaciones diarias, con Britney como directora. El autobús se convirtió entonces en un proyecto a tiempo completo de JD.
Se decidieron por una disposición ergonómica del autobús, con una «litera» de seis camas para sus hijos en la parte trasera. A continuación, un cuarto de baño con un inodoro de compostaje, una ducha completa y una bañera; una cocina abierta y una sala de estar que se duplican como dormitorio principal con una cama abatible.
«Decidimos que necesitábamos una lavadora/secadora —un salvavidas— y mucho espacio para guardar la ropa y la comida», añadió Britney. «Por suerte, encargamos a unos ebanistas que conocíamos que nos construyeran todos los armarios y los sofás que JD diseñó con almacenamiento debajo».
Con su autobús renovado y listo para partir, la familia dejó Lubbock en octubre de 2018. Pero no solo estaban dejando atrás su ciudad natal; también estaban dejando el sistema escolar, para siempre.
Viaje de «roadschooling»
Ambos con educación pública, JD y Britney habían inscrito a su hijo mayor, Gunner, en una escuela privada cristiana en Lubbock. Rápidamente se sintieron decepcionados por el enfoque secular de la escuela, y por la política que no se alineaba con la suya, así que probaron un modelo híbrido de educación en casa/universidad. También les decepcionó.
Entonces tomaron la educación de sus hijos en sus manos. Eligieron un plan de estudios básico, basado en los libros, que incluía matemáticas, lectura y escritura, historia, ciencias y la Biblia, y complementaron las tareas escolares con excursiones prácticas que respetaban los muy diferentes estilos de aprendizaje de sus hijos.
Britney explicó: «El Roadschooling nos da la oportunidad de aprender sobre diversos temas en su origen. Es una experiencia educativa de inmersión».
«Nuestra vida cotidiana es normal en muchos aspectos. Por las mañanas… levantamos la cama y empezamos a desayunar. Intentamos tener un tiempo de adoración familiar justo después del desayuno. La escuela es todo el año para nosotros; es bueno terminar con eso lo antes posible. A veces, por la tarde, intentamos hacer una excursión o visitar un sitio local».
Desde que se puso en marcha, la familia ha visitado casi todas las regiones, excepto el norte de Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Nevada, Utah y Alaska. Su recorrido por Estados Unidos ha proporcionado a sus hijos ejemplos reales de los temas que estudian, ya sean históricos, culturales, ecológicos, políticos, sociales o industriales.
Britney recuerda un ejemplo: aprender sobre las ostras en Rockport, Texas.
«Pasamos por allí durante la época de recolección de las ostras», dice. «Pudimos hablar con un procesador de ostras, ver cómo trabajan los barcos ostreros y hablar con una tripulación en un barco que estuvo encantada de responder a todas nuestras preguntas».
Uno de los retos que han encontrado en su método de educación por carretera es ser capaces de resistir la emoción de visitar nuevos lugares para mantenerse al día con el trabajo, las tareas, los estudios y las finanzas. Otros retos son las reparaciones del autobús, las enfermedades en la carretera y el tiempo.
«Si hay varios días de lluvia seguidos, puede ser duro estar encerrados juntos en nuestra autocaravana de 217 pies cuadrados», dice Britney, aunque las experiencias memorables de la familia en los parques nacionales compensan la mayoría de esos días.
Britney cuenta que una tarde, en el Parque Nacional de los Glaciares, vieron cómo un oso pardo perseguía a unas crías de cabra montesa por una colina hasta una pared de roca escarpada mientras hacían una excursión por el sendero de Logan’s Pass.
«Las cabras se mantuvieron fuera del alcance del oso. Tras llegar al final del sendero, empezamos a regresar al coche. El oso pardo llegó al sendero detrás de nosotros y se paró a unos 100 metros», relató Britney.
JD reveló más sobre la intensa experiencia: «Solo teníamos cinco hijos en ese momento, y me di cuenta de que si venía por nosotros, ¡no seríamos tan rápidos como esas cabras montesas!».
Un adagio de sus días en el ejército dio a JD claridad a la situación: No hay que ser el más rápido, solo más rápido que el más lento.
«Pensé que era una filosofía bastante buena en esa situación», dijo.
Desde que tuvieron hijos, emprendieron la renovación del autobús y adoptaron una vida en la carretera, afirman que lo más valioso de sus viajes es la gente que conocen.
«Solemos mudarnos con bastante regularidad», dice JD. «Lo máximo que hemos permanecido en un lugar ha sido casi cuatro meses, con unas familias que conocimos en Oregón. Normalmente, no estamos en un lugar más de una o dos semanas».
A pesar del constante movimiento, a los chicos les encanta su vida en la carretera.
«Hemos tenido tierras y varias casas diferentes en el pasado, y recuerdan esos tiempos con cariño, pero lo principal es que disfrutamos de la experiencia de la vida juntos, sea cual sea la forma que adopte», dijo JD.
Britney dice que a sus hijos les encanta reunirse con viejos y nuevos amigos en la carretera.
«Aunque muchos de nuestros amigos no son autocaravanistas a tiempo completo, hay una comunidad sorprendentemente grande de familias autocaravanistas a tiempo completo», dijo. «Una cosa de viajar es que desarrollas relaciones realmente genuinas muy rápidamente».
La pareja comparte una filosofía de fe cuando se trata de criar a su unida familia. JD dice que desarrollar «rasgos de carácter intencionales, conscientes, considerados y responsables» es la clave, incluso antes de llegar a los libros.
«Nuestra filosofía de crianza es ‘el carácter primero'», explicó. «Nos hemos centrado en crear un entorno familiar sano y afectuoso. Creo que tener muchos hijos en realidad lo hace más fácil… hemos decidido confiar en Dios con el tamaño de nuestra familia».
Britney añadió: «Creo que Dios creó esta Tierra y las personas que hay en ella para que tengamos una relación con Él, y para mostrar su amor a los demás. La gente está destinada a estar en comunidad y a compartir la vida con los demás».
(Cortesía de JD and Britney)
La pareja, cuya gira por Estados Unidos en su renovada casa sobre ruedas continúa, comparte su vida y su filosofía con el mundo en YouTube, Instagram y su página web.
«Mi esperanza es que vivamos una vida de integridad ante Dios y ante los demás», dijo JD. «También espero que el subproducto natural sea que nuestros hijos hagan lo mismo, y que eso se traslade a sus familias y a sus diversas relaciones fuera del hogar también».
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