Una veterinaria de 26 años dio su vida por un niño de 8 años en medio de una tormenta en Argentina. Ella y otras tres personas murieron luego de que un violento temporal tumbó los kayaks en los que navegaban.
Marilena Bossio, era una veterinaria de 26 años originaria de Córdoba, Argentina. El pasado sábado 27 de febrero, salió junto con unos conocidos a embarcarse en kayak en el Lago Cardiel, en Santa Cruz, informó TN.
Sin embargo, una tormenta corta y repentina, volcó sus embarcaciones. Bossio, decidió darle su salvavidas a Mateo, un niño de 8 años para que pudiera permanecer a flote. Su desinteresada acción, le salvó la vida al menor y cobró la vida de la mujer.
En el suceso, otras tres personas murieron junto con Bossio. Daniel Barría, de 34 años de edad, presidente del Consejo Deliberante de Gobernador Gregores; su hermano Javier Barría, de 30 años, buzo táctico y bombero; y Elsa Raquel Martínez, de 49 años, informaron medios locales.
Su padre, Victor Bossio, explica que enseñó a nadar a su hija desde los 5 años de edad y que era una excelente nadadora. Pues él “siempre ha respetado mucho el agua”.
El kayak era uno de los deportes favoritos de Bossio.
También explicó que su hija salió al rescate del pequeño de 8 años de edad, tras ver que se estaba ahogando.
“Marilena cuando vio al chico salió en kayak a rescatarlo, y le tiraron un salvavidas y el salvavidas no se lo puso ella, fue y se lo puso al chico. Porque Marilena era una excelente nadadora, ella se cruzaba el Lago Piedras Mora del Río Tercero, se lo cruzaba de lado a lado sin ningún problema”, dijo el padre a TNT.
El menor logró sobrevivir, después de cuatro horas en el agua y tras tener principios de hipotermia. Sin embargo, a pesar de sus habilidades, el destino de la mujer argentina fue diferente y no logró sobrevivir.
“El destino fue ese… que va a ser”, dijo el afligido padre. “Ella siempre fue así, siempre pensando en los demás”.
Su madre, María Alicia, también dijo que su hija era un ser humano desinteresado, “de ofrecerlo todo sin medir consecuencias”.
“Era un ser de luz, un maravilloso ser humano”, y agregó con una gran tristeza, “Y también una buena nadadora, por eso hasta el último instante tuvimos la ilusión de que no fuera ella la que murió”, dijo según una entrevista con El Doce.
La lamentable pérdida de esta gran mujer, conmovió tanto a su familia como a sus compañeros de la Escuela de Veterinaria en la Universidad Nacional de Río Cuarto, donde también será recordada.
“Debemos honrarla siguiendo su ejemplo. Es la mejor manera de mantenerla viva en la memoria y en el corazón. Que nuestras lágrimas se lleven tanto dolor y este, se convierta en la energía para seguir adelante, porque son personas así las que cambian el mundo”, publicó la universidad en su página de Facebook.
Un gran ejemplo de empatía y compasión, pues el desinterés de Marilena por ayudar al pequeño Mateo, fue a costa de su propia vida.
“Siempre le enseñamos a ser buena persona. […] No tenemos consuelo, pero nos queda el orgullo en el alma”, dijo su madre.
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