Hace tres años, una pareja de jubilados vendió su casa en Florida e hicieron las maletas para embarcarse en una aventura para ver el mundo y desde entonces visitaron 96 países.
«Regalamos todas nuestras cosas y emprendimos una vida de viajes de tiempo completo, convirtiéndonos en YouTubers y blogueros de viajes, algo que nunca estuvo en nuestro panorama», dijeron John y Bev Martin a The Epoch Times.
El Sr. Martin, de 60 años, es originario de Virginia Occidental y trabajó en la fabricación de aluminio y en la gestión de relaciones internacionales.
Originaria de un pequeño pueblo de Arkansas, la señora Martin, de 61 años, era ama de casa de los cinco hijos de la pareja.
Su deseo de viajar por el mundo surgió de su educación.
Cuando el Sr. Martin era niño, su familia acogió a estudiantes de intercambio y alguno de sus hermanos mayores estudiaron en el extranjero.
Por otro lado, la señora Martin creció en una casa que no tenía televisión pero estaba llena de libros, inspirando su lado aventurero.
«A medida que criábamos a nuestros hijos, queríamos que experimentaran el mundo y viajamos un poco con ellos al extranjero, pero mirando hacia atrás, deseamos haber viajado más», dijeron los Martin.
¿Cómo comenzó?
«Sorprendentemente, cuando comenzamos nuestro viaje, lo hicimos de manera muy diferente a lo que imaginábamos», dijo la pareja.
En marzo de 2020, los Martin planeaban viajar a Milán, Italia, pero sus planes se detuvieron debido a los cierres. Sin inmutarse, compraron un remolque de viaje Airstream para visitar todos los parques nacionales de los Estados Unidos —y felizmente pudieron borrar ese elemento de su lista de deseos.
«Recorrimos más de 40 mil millas en nuestro camión, completando nuestra lista de visitas a todos los estados», dijeron. «La gloria suprema de Estados Unidos es el sistema de parques nacionales, y [pudimos ver] montañas, praderas, desiertos, cuevas, costas, ríos y arroyos en un período corto de tiempo».
Aunque originalmente habían hecho preparativos para viajar por todo el mundo y tuvieron que cambiar a otros planes, parte de su proceso inicial fue el siguiente:
«Hicimos nuestra planificación patrimonial y reducimos, simplificamos y digitalizamos cada aspecto de nuestras vidas», dijeron los Martin. «No dejamos nada sin remover y configuramos sistemas como banca en línea y un buzón de reenvío de correo para ayudarnos a gestionar todo».
Además, aprendieron algunos trucos como pagar con tarjeta de crédito todos sus gastos y optimizar sus puntos para conseguir estancias gratis en hoteles.
Otra gran parte de la planificación fue la elaboración del presupuesto. Los Martin optaron por mover todas sus finanzas en línea y sus planificadores financieros establecieron un sistema para mantenerlos actualizados sobre sus ahorros para la jubilación.
Vivir en el extranjero les trajo nuevas perspectivas.
Aprendieron que las grandes aventuras no siempre significa viajar a destinos caros.
«El hecho de que un país sea de bajo costo, como Colombia o Bulgaria, no significa que no sea divertido», dijeron los Martin. «Son dos países fascinantes y sin duda volveremos a ellos».
Garantizar la seguridad
Una de las partes más importantes de los exhaustivos preparativos de los Martin es garantizar la seguridad.
«Si estamos en un país que tiene fama de inseguro, no caminamos de noche», dijeron. «Tampoco vivimos con miedo constante, mantenemos la cabeza en alto, caminamos con un propósito y no parecemos perdidos».
Como forma de pago seguro, la pareja de ancianos opta por utilizar Apple Pay.
El año pasado, mientras viajaban por Europa, les robaron el número de su tarjeta de crédito. Después de una llamada telefónica a la compañía de la tarjeta de crédito, pudieron actualizar su Apple Wallet.
«Viajamos por toda Europa pagando el tránsito, los comestibles, todo durante meses sin una tarjeta física», dijeron los Martin sobre su experiencia.
El mejor de los recuerdos
Después de viajar extensamente por todo el mundo, los Martin tienen una lista de recuerdos inolvidables, pero uno de sus favoritos es una situación que enfrentaron mientras viajaban en tren de Salzburgo a Praga. Al narrar el incidente, dijeron que les pidieron que se trasladaran a un autobús debido a las reparaciones del ferrocarril.
«Una pareja sueca estaba sentada cerca de nosotros y nos dijo que los siguiéramos», dijeron los Martin. «Cuando llegamos a la siguiente estación del autobús, nos bajamos e inmediatamente el autobús arrancó dejándonos incrédulos. Nadie más se bajó».
Se quedaron en un pueblo sin Wi-Fi, sin hablantes de inglés y sin servicio de telefonía celular. Después de unas horas de espera, pudieron abordar otro tren que se dirigía a Praga.
«¡Recordamos esto como los mejores recuerdos!» dijeron.
Uno de sus otros gratos recuerdos fue durante su estancia en Camboya. Mientras el país celebraba el año nuevo, su conductor les dijo que compraran una pistola de agua.
Siguieron el consejo y, para su sorpresa, tuvieron la pelea con pistolas de agua más memorable de sus vidas.
«Todos estaban contentos y cuando terminó la velada estábamos empapados», dijeron los jubilados. «¡Nos sentimos como niños pequeños otra vez!»
Adultos y niños por igual se paseaban por la ciudad en camiones, montados en las plataformas de los camiones disparándose agua unos a otros, esparciendo alegría y risas a lo largo del camino.
«¡Fue muy divertido!» dijeron. «Todos tenían una sonrisa en la cara y todos éramos amigos esa noche».
Los trotamundos conocieron culturas muy diversas y dicen que hay una lección que aprendieron que es la más valiosa: «Estamos más conectados como naciones de lo que la gente cree porque todos tenemos familias en otros lugares. Todos tenemos personas que amamos en todo el mundo y todos queremos una buena vida para los demás».
Otra lección importante que aprendieron es que «el deseo de ser personas libres está siempre presente, incluso en países que no lo son», y añaden: «Aprendimos mucho sobre la lucha por la libertad mientras viajamos. Los guías turísticos o los taxistas a menudo comparten historias sobre sus luchas para lograr una vida mejor para sus familias, y la libertad y la educación están en el primer plano de sus mentes».
Este tipo de conversaciones es un conmovedor recordatorio de que deben estar agradecidos por todo lo que tienen.
Cuando se les pregunta si hay algún país que no les guste, los Martin siempre dicen «ninguno», ya que creen que algunos países presentan desafíos únicos pero están llenos de gente de buen corazón.
«No importa a dónde vayamos, la gente ama a sus familias y a su ciudad natal», dijeron.
Sin embargo, sus países favoritos hasta la fecha son Eslovenia, Nueva Zelanda, Taiwán, Rumanía, Grecia y Holanda.
El lugar favorito de la Sra. Martin es Raja Ampat en Indonesia, ya que cree que las islas son las mejores del mundo para bucear y hacer snorkel. Mientras tanto, al Sr. Martin le encanta el lago Atitlán en Guatemala por su belleza natural y su gente de buen corazón.
Sorprendentemente, los Martin dicen que no encontraron ningún desafío importante mientras recorren el mundo y se sorprendieron al descubrir que en la mayoría de los países se habla inglés.
Sin embargo, cuando navegan por lugares donde no hay hablantes de inglés, utilizan Google Translate.
Mantenerse en contacto con la familia
Como siempre están en movimiento, mantenerse en contacto con sus seres más cercanos y queridos es un desafío que aceptaron.
«Nos esforzamos por mantenernos en contacto con nuestra familia y amigos», dijeron los Martin. «Muchos de nuestros amigos nos envían mensajes de texto y hacemos FaceTime con nuestra familia. Todo el mundo es bastante conocedor de la tecnología en estos días, incluidas nuestras madres que tienen más de 80 años».
Se mantienen en contacto regularmente con sus hijos y visitan a su familia dos veces al año. En el futuro, planean regresar a casa con más frecuencia para pasar tiempo con sus ocho nietos en crecimiento.
Todos apoyaron sus aventuras de jubilación, y alguno de sus hijos incluso viajó con ellos.
«Uno de nuestros hijos pensó que era un poco loco, pero rápidamente se dio cuenta de que era un gran plan y se unió», dijeron los Martin. «Creo que sólo quería saber que estábamos a salvo y que nos estábamos cuidando bien».
Mientras continúan creando una gran cantidad de recuerdos, comparten sus crónicas diarias con sus más de 100 mil suscriptores.
Al alcanzar los 100 mil seguidores, sus hijos estaban más felices que ellos.
«Probablemente se sorprendieron un poco de que sus padres comunes y corrientes pudieran hacerlo, pero estaban emocionados», dijeron.
Planes futuros
En los próximos meses, los Martin planean visitar la costa occidental de África, América del Sur y Japón. También planean hacer crecer su sitio web como un recurso valioso para alentar y compartir sus conocimientos y ayudar a otros jubilados a salir de sus zonas de confort para ver el mundo.
Aunque inicialmente se habían fijado un objetivo a 10 años, ahora no ven un final a la vista.
«Hemos descubierto que nos encanta movernos y experimentar diferentes culturas constantemente», dijeron. «Nuestras mentes están constantemente desafiadas, y rara vez tenemos una rutina de por dónde andamos o qué hacemos».
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