El Domingo de Pascua, el paseo de una pareja por la orilla del mar se volvió traicionero en el Área de la Bahía. Aferrándose desesperadamente a un acantilado rocoso después de la puesta del sol, el joven aventurero de Luisiana, Cody Cretini, de 22 años, había salido a caminar con su novia a lo largo de la ruidosa costa de Alexander Battery en la famosa y hermosa Área Recreativa Nacional Golden Gate cuando algo salió mal.
El helicóptero de rescate del Departamento del Sheriff del condado de Sonoma, Henry-1, acudió al caer la noche.
El señor Cretini había tomado un atajo a medida que avanzaba el día. El autodenominado tomador de riesgos optó por «ser valiente» escalando los escarpados acantilados para llegar al camino en la cima de la cresta en lugar de dar vueltas a lo largo de la orilla, le dijo a ABC News , habiendo sobrevivido a la terrible experiencia gracias al oficial de vuelo táctico de Henry-1, el ayudante Larry Matelli y el piloto Nigel Cooper.
«Así que empecé a escalar y a unos 40 ó 50 pies de altura, llegué a un punto donde todas las rocas empezaron a desmoronarse y cada roca que agarraba se desprendía del acantilado», dijo el ávido excursionista en una videollamada con la estación. La novia del Sr. Cretini llamó a un transeúnte que corrió al estacionamiento y encontró suficiente cobertura para llamar al 911.
Aproximadamente a las 7:40 pm, el Distrito de Bomberos del Sur de Marin solicitó a Henry-1 que llevara a cabo un rescate nocturno después de que el Sr. Cretini había caído parte del camino por el acantilado y estaba en grave peligro de caer al océano. El equipo de imágenes térmicas a bordo del helicóptero fue fundamental para localizar al escalador varado en la playa South Rodeo, orientada al oeste, aproximadamente a 50 a 60 pies del sendero, afirmó el Sheriff de Sonoma.
«El señor Cretini me dijo que estuvo allí alrededor de una hora antes de ser rescatado», dijo el ayudante Matelli a The Epoch Times. «Intentaba trepar por el acantilado para llegar al sendero de la playa. Se quedó atascado y se deslizó hasta esa posición».
Con una amplia capacitación en rescates aéreos como este, el oficial Matelli y el Sr. Cooper planificaron su aproximación sobre la marcha, optando por bajar al oficial Matelli en una larga cuerda para recuperar al excursionista varado. Un desplazamiento erróneo de tan solo unos metros podría tirar al hombre del acantilado, y además había que tener en cuenta el efecto del rotor que obligaba a la pareja a descentrarse.
«Mis músculos estaban cansados. Tenía calambres», dijo Cretini a ABC News, y agregó que a veces literalmente se aferraba a un dedo. «Sabía que si me caía, no iba a ser bueno».
El oficial Matelli envolvió al joven con una correa de rescate tipo «collar de caballo», pero le advirtió que siguiera agarrándose a la roca, ya que aún no estaba asegurado. Liberarlo en este punto podría ser fatal.
«Oye, no te sueltes, hombre», se escuchó al oficial Matelli diciéndole en imágenes publicadas más tarde por el Sheriff de Sonoma. «No te sueltes, ¿vale?»
Con un solo foco en la pared rocosa como referencia, el piloto se basó menos en señales visuales y más en señales manuales y en la sensación que él y su compañero tenían de cuando todo estaba bien. La situación terminó bien, ya que tanto el aventurero como el ayudante fueron levantados de la roca, de regreso a tierra firme, donde fueron recibidos por los bomberos de Southern Marin, el aventurero descarriado completamente intacto y seguro.
A pesar de su desventura del domingo de Pascua, el Sr. Cretini «no sufrió heridas, sólo algunos rasguños», dijo el ayudante Matelli a The Epoch Times sobre el hombre que desde entonces regresó a su casa en Luisiana. «Se sintió aliviado de haber sido rescatado y nos agradeció».
(Cortesía del Departamento del Sheriff del Condado de Sonoma)
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