Santorini es la joya de la corona de las islas griegas, considerada la más icónica y fotogénica de las islas. Incluso los burros pueden ser vistos ornamentados con adornos de colores mientras transportan a los turistas. Pero no te dejes engañar por esta imagen ideal, ya que la isla esconde un oscuro y feo secreto. Cada semana, alrededor de 40.000 turistas pueden ser vistos embarcando desde cruceros de lujo hasta el puerto en la base de una empinada escalada de montaña.
El grupo activista People for the Ethical Treatment of Animals (PETA) ha publicado unas imágenes horribles de burros que se ven obligados a transportar a turistas que a menudo tienen mucho sobrepeso, y luego a subir cientos de escalones. Normalmente, los burros tienen llagas abiertas que rozan donde están las sillas de montar mal ajustadas. También se han detectado lesiones en la columna vertebral.
Para completar el cuadro, los adiestradores fueron filmados azotando a los animales exhaustos y sufriendo si se les veía resistir la caminata.
Los animales se ven obligados a subir más de 500 escalones hasta el pueblo de Fira: caminan la distancia cuatro o cinco veces al día, lo que equivale a unas 20 horas de trabajos forzados.
Shocking footage shows donkeys whipped and beaten as they are forced to carry overweight tourists in Santorini https://t.co/MGN8e3pN8J
— Daily Mail Online (@MailOnline) 8 de julio de 2019
PETA también afirma que los animales a menudo se ven privados de agua y sombra. «Pon tu mano debajo de sus cinchas y sillas de montar y están llenos de heridas abiertas», dijo Maria Astraveni del grupo de derechos de los animales Direct Action Everywhere, según reportó DW.
«Sus bridas y boquillas están empapadas de sangre por momentos. Y cuando se rompen y colapsan, incapaces de continuar, sus dueños los descartan como si fueran una herramienta. Los dejan morir, reemplazándolos con otro más joven o con una mula».
Una campaña de PETA con el lema «Los burros sufren por los turistas. ¡Por favor, no los montes!» ahora se ve en la parte trasera de los autobuses, junto con una foto de un burro agotado, que tiene como objetivo proteger al burro y fomentar otros medios de transporte. Esta campaña está patrocinada por PETA, que ha acusado a las autoridades de tratar de bloquear su campaña e intentar encubrir los abusos.
En el 2018, hubo una condena global del trato sádico del burro. En medio de protestas que se volvieron violentas, las autoridades acordaron prohibir que los burros fueran sobrecargados.
Overweight tourists are injuring Santorini’s donkeys, animal welfare groups warn https://t.co/2Ib3jZ2pZ3 pic.twitter.com/Q7UN1g5ZZO
— The Telegraph (@Telegraph) 1 de agosto de 2018
Estas medidas incluían mantener a los burros en establos adecuados, permitiéndoles hacer ejercicio al menos 30 minutos al día, y limitando su carga de trabajo durante las altas temperaturas.
Sin embargo, los activistas dicen que a pesar de estas medidas, el abuso animal sigue ocurriendo.
Maria dijo que «zip, zilch, zero [nada] ha cambiado».
«Estamos más allá del punto de tratar de sensibilizar a los dueños, alentándolos a un uso más amable y gentil del animal», dijo Maria a DW. «Y estamos mucho más allá del punto de enfoque solamente de los paseos en burro. Ellos [los paseos] son solo la punta del iceberg de la conducta criminal y estamos en el proceso de compilar evidencia condenatoria contra las autoridades».
Popular Greek island accused of covering up tourist related animal abuse https://t.co/l5RihRuXWt pic.twitter.com/mSa6hjjB0W
— New York Post (@nypost) 21 de junio de 2019
En defensa, el alcalde de Santorini, Nikos Zorzos, dijo en un comunicado que las autoridades están acatando la ley griega, que protege a los animales. «Nos preocupamos por su bienestar», dijo Nikos.
A Maria le preocupa que, a menos que los burros sean liberados de esto, «se enfrentan a una posible extinción». Hace medio siglo, había más de medio millón de burros en Grecia. Ahora, Santorini tiene la mayor comunidad de animales de Grecia, con solo 2000 animales.
«Las autoridades griegas deberían estar dando un paso adelante e impedir que los burros caigan al suelo en Santorini, sin encubrir la crueldad de forzarlos a transportar cargas pesadas de turistas por cientos de escalones», dijo la directora de PETA, Elisa Allen, en un comunicado.
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