Una cámara corporal grabó a agentes de policía de Kentucky deteniendo a un presunto secuestrador y rescatando a una niña de 6 años de su auto.
El 2 de julio, un padre y su hijo reportaron que un desconocido se detuvo y saltó de su vehículo en su barrio de Valley Station, Louisville, agarró a una niña de su bicicleta, la metió en su auto por el cuello y se fue.
Los testigos se subieron a su propio auto y lo siguieron en una persecución, llamando al 911 en el camino.
En una entrevista con The Epoch Times, la agente Beth Ruoff del Departamento de Policía Metropolitana de Louisville (LMPD) dijo que la pareja proporcionó a la policía un relato «muy detallado» del suceso, incluyendo una descripción del vehículo Dodge Challenger rojo y de su conductor, e incluso descifraron una matrícula parcial.
(Cortesía del Departamento de Policía de Louisville)
Según el comunicado, se enviaron rápidamente varios POLICÍAS de la tercera división del Departamento de Policía Metropolitana de Louisville (LMPD), seguidos de unidades K-9 y unidades aéreas para acelerar el rescate.
El agente Jason Burba y el sargento Joe Keeling se encargaron de conseguir un final feliz en apenas 30 minutos.
La cámara corporal de Burba grabó el desgarrador rescate mientras él corría hacia el vehículo, con el arma en la mano, abriendo la puerta y levantando a la niña en sus brazos, que estaba llorando.
Aferrada a su salvador, la niña dijo: «¡Quiero a mi papá!». Al poco tiempo se reunió con su familia.
(Cortesía del Departamento de Policía de Louisville)
Keeling detuvo el Dodge y al sospechoso, Robby Wildt, de 40 años. La cámara corporal de Keeling grabó el momento en que esposaron a Wildt.
Wildt fue puesto bajo custodia, acusado de secuestro de un menor —aunque se declaró inocente— y está detenido bajo una fianza de un millón de dólares, reportó WAVE 3 News.
«Es como si el mundo se detuviera (…) cada segundo parece horas», dijo Burba a Wave 3 News. Burba, padre de cuatro hijos, que sacó al aterrorizado niño de 6 años del vehículo, dijo más tarde que no tenía idea qué podría encontrar, porque la ventana del pasajero era muy oscura.
Wildt no tenía ninguna relación familiar ni conexión con la niña. Según el reporte de incidentes de la policía de Londres compartido con The Epoch Times, Wildt dijo que «se sentía mal» después de apoderarse de la niña y que pensaba devolverla por miedo a «hacerle daño». Dijo a la policía que al ver a la niña llorando intentó tranquilizarla y se dio cuenta que «lo que estaba haciendo estaba mal».
Los secuestros por parte de desconocidos son poco frecuentes, dijo Ruoff a The Epoch Times. La mayoría de los secuestros denunciados son el resultado de «problemas de custodia», dijo Ruoff.
En nombre del LMPD, Ruoff recomendó a los padres que no tengan miedo, sino que aprovechen la oportunidad educativa para recordarle a sus hijos la presencia muy real del «peligro de los desconocidos».
«Es importante que hablen con sus hijos sobre cualquier adulto que intente utilizar una treta para atraerlos a sus vehículos o alejarlos de la vista del público», dijo Ruoff.
El testigo Prentiss Weatherford, que hizo la llamada inicial al 911 con su padre, dijo a WHAS 11 que sabía en sus entrañas que estaban secuestrando a su vecina. «No se toma a un niño pequeño así y se le mete en el auto», dijo al medio.
«Nunca pensé que sería testigo de algo como eso», dijo. «Me alegro de haber estado, es triste decirlo. Pero me alegro de haber estado para perseguirlo y asegurarme que estuviera a salvo».
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