La Fundación Ambulance Wish en los Países Bajos tiene una misión única: sacar del hospital a pacientes terminales e inmóviles para cumplir su último deseo antes de morir.
El paramédico jubilado Kees Veldboer, de 60 años, y su esposa, Ineke, una enfermera de 61 años, se han encargado de comprar y equipar una flota de ambulancias y reclutar a más de 270 voluntarios con formación médica para dar a la gente una última oportunidad de ver el mundo antes de pasar al siguiente.
Desde viajes a museos de arte, partidos de fútbol, montañas y playas hasta dar a los pacientes la oportunidad de ver a sus queridas mascotas y otras cosas, la fundación sin fines de lucro ha ayudado a más de 14,000 pacientes a marcar algo especial en su lista de deseos.
«No solo se trata de ayudar al paciente, también ayudamos a sus familias y amigos a crear bellos recuerdos», dijo Veldboer, según Metro. «Sabemos que no podemos curarlos, pero les damos tanta alegría en sus últimos días y eso es especial».
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Veldboer y su equipo han descubierto que sacan tanto provecho al igual que los pacientes. «Para nosotros es algo fácil de hacer, pero para ellos es algo tan especial», dijo. «Hemos llevado a la gente a kilómetros, incluso a otros países, y los hemos llevado a lugares realmente increíbles».
El proyecto comenzó cuando Veldboer todavía trabajaba como paramédico, conduciendo una ambulancia en Rotterdam. Su paciente estaba siendo trasladado de un hospital a otro, pero hubo un retraso inesperado. Esto llevó a Veldboer a preguntarle al paciente, que había sido marinero, a dónde le gustaría ir. «Este paciente quería navegar en un barco por última vez, y así lo hicieron», explica la organización en su página web.
Al ver lo feliz que estaba el marino de volver a estar en un velero en el puerto de Rotterdam, Veldboer se dio cuenta de lo mucho que este tipo de pequeño gesto podía significar para alguien que había estado enfermo durante mucho tiempo y se enfrentaba a una muerte inminente. Su política es simple, como explican en su página de Facebook: «Somos localizables 7 días a la semana; También en domingos y días festivos; los deseos son gratis; los lugares de los deseos varían; en todos los Países Bajos, pero también en el extranjero. Nos gusta ver lo que es posible».
Aunque él y su equipo han ayudado a decenas de miles de personas, en promedio más de seis por día, hay algunas historias que se destacan. Veldboer dice que «lo más hermoso creo que lo hemos hecho por una mujer que estuvo en un hospital durante meses y después de recibir un diagnóstico terminal, fue llevada a un asilo».
En lugar de ir a un lugar espectacular en la ciudad o en el campo, «todo lo que quería era ver su casa por última vez», dijo Veldboer, y añadió, «la llevamos allí y estuvo allí de pie durante una hora, mirando a su alrededor. Dos días después, murió. Era un deseo tan hermoso, tan simple y tan significativo para ella».
Aunque el actual virus del PCCh (Partido Comunista Chino) ha afectado a los centros de salud, Veldboer y su equipo siguen ofreciendo la oportunidad de su vida a los enfermos terminales. La organización escribió en Facebook que todavía estaba en el negocio de hacer realidad los sueños de la gente.
«Todavía podemos cumplir deseos muy hermosos como ir una vez más al mar, ver a tus hijos o nietos jugar en la arena, ir una vez más al bosque, despedirte de tu casa o ir una vez más a ese lugar especial tuyo», escribieron.
Hay, por supuesto, algunas condiciones para la pandemia. «Desafortunadamente no hay deseos de parques de diversiones, fútbol o musicales, lo siento», añadieron, «sepan que nuestros voluntarios están disponibles para cumplir su último deseo».
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