Cuando no está de gira con su guitarra, el músico Willie Nelson pasa tiempo en su rancho de Texas, apodado «Luck Ranch» por el cantante. Unos 70 caballos deambulan por allí, todos ellos rescatados por Willie; la mayoría de ellos estaban destinados al matadero. El nombre «Suerte» le queda bien al rancho en más de un sentido.
A Willie le gusta decir: «Cuando estás aquí, tienes suerte, y cuando no la tienes, te quedaste sin suerte», explica Paul Venema de KSAT 12 News, que entrevistó al cantante.
Para la leyenda de la música country, que se acerca a su 87 cumpleaños, el rancho representa su amor por la música country y por los caballos necesitados. La parcela de 283 hectáreas se encuentra en Spicewood, a 48 kilómetros de Austin, en la región montañosa de Texas. Sus 70 caballos tienen mucho espacio para pasear.
«Mis caballos son probablemente los más afortunados del mundo», le dice Willie a Venema. «Son alimentados a mano dos veces al día, y estaban listos para ir al matadero es probablemente lo último que recuerdan, así que son caballos felices».
La devoción del cantante country por los caballos es de larga data. Una canción reciente de Willie, «Ride Me Back Home», atestigua su pasión por el animal. En el 2015, un vídeo de Willie titulado «The Love of Horses» ganó el premio People’s Silver Telly Award. El vídeo muestra a Willie reuniéndose con miembros de Habitat for Horses que estaban trabajando para terminar con la matanza de caballos tratando de que se aprobara una legislación.
Willie ha hecho otras obras de caridad, así como recaudar fondos para los agricultores.
También se dedica a los caballos el hijo de Willie, Lukas Nelson, quien apoya a Saving America’s Horses, así como a Habitat for Horses, como su padre. El grupo más joven de Willie, Lukas Nelson & Promise of the Real, también han cantado alabanzas a los corceles.
Setenta caballos bajo su cuidado, y a partir de los 90, Willie tiene más de una razón para dejar su guitarra y quedarse en casa. Sin embargo, el retiro no es parte del plan todavía.
«Me retiro después de cada show», dijo Willie. «Yo digo: ‘Eso es, ya no voy a ir más’, pero luego nos quedamos un rato y la gente, la banda tiene ganas de tocar, así que vamos y tocamos de nuevo».
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