El Pentágono dio a conocer los detalles de su plan de 133 millones de dólares para producir 39 millones de máscaras N-95 en los próximos tres meses bajo la Ley de Producción de Defensa.
«Se adjudicaron contratos a tres compañías: 3M (76 millones de dólares), O&M Halyward (29 millones de dólares) y Honeywell (27.4 millones de dólares)», dijo el teniente coronel Mike Andrews, portavoz del Departamento de Defensa. «El aumento de la producción asegurará que el gobierno de EE. UU. tenga una capacidad industrial dedicada a largo plazo para satisfacer las necesidades de la nación».
Además del anuncio anterior de que se producirían 39 millones de máscaras en 90 días, el Pentágono dijo el martes que las tres compañías producirían un total de 141 millones de máscaras N-95 en los próximos seis meses, con la posibilidad de fabricar 37.5 millones de máscaras un mes después.
Las máscaras N-95, que proporcionan el nivel de protección necesario al usuario del COVID-19 para los trabajadores de salud, son escasas en todo el mundo.
La semana pasada, el Pentágono anunció que había adjudicado otra solución a la escasez de máscaras: máquinas que pueden desinfectar las máscaras N-95, lo que permite reutilizarlas hasta 20 veces.
El proyecto de fabricación de la máscara N-95 es el primero bajo el Título 3 de la Ley de Producción de Defensa (DPA) que permite al presidente invertir en industrias específicas para ampliar la capacidad nacional y el suministro de materiales relacionados con la defensa.
«3M acelerará la producción convirtiendo a un proveedor de equipos corrientes en un productor de N95, y también ampliará la producción de material fundido en las plantas de Sheboygan Falls, Wisconsin, y Aberdeen, Nebraska», dijo Andrews.
O&M Halyward también ampliará la producción de material meltblown y expandirá su línea de producción en su planta de Del Rio, Texas.
Honeywell acelerará la ampliación de la producción, incluyendo los equipos de capital, en la planta de Smithfield, Rhode Island, y acelerará una segunda línea de producción para las necesidades a largo plazo.
El Pentágono también ordenó 60 máquinas que podrán desinfectar más de 4.8 millones de máscaras protectoras N95 al día.
El Departamento de Defensa anunció el 13 de abril que las nuevas unidades de descontaminación producidas por Battelle —con un costo total de 415 millones de dólares— podrán limpiar cada mascarilla hasta 20 veces.
«Los 60 sistemas estarán disponibles a principios de mayo para su priorización y distribución por FEMA y HHS», dijo el teniente coronel Mike Andrews, portavoz del Departamento de Defensa, en un comunicado. «Una vez que todas sean entregadas, estas 60 unidades permitirán esterilizar 4.8 millones de máscaras por día, casi 34 millones a la semana».
Las máscaras se limpian con «peróxido de hidrógeno en fase de vapor concentrado», según una descripción en el sitio web de Battelle. «Los respiradores se exponen a un nivel de concentración validado para neutralizar los contaminantes biológicos, incluido el SARS-CoV-2».
Además de organizar los contratos para el equipo médico, el ejército ha estado ayudando directamente de otras formas mientras Estados Unidos lucha con el virus del PCCh.
Actualmente, se han desplegado más de 36.000 miembros de la Guardia Nacional (pdf) por sus gobernadores locales; 38 estados están recibiendo fondos federales complementarios para asegurar que puedan usar sus Guardias a voluntad, sin preocuparse por el costo.
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército está construyendo hospitales improvisados en centros de convenciones, arenas, hoteles y dormitorios, y 32 sitios de cuidado alternativo se están construyendo o ya están terminados.
La capacidad total de camas de esos hospitales es de 15,800. Sin embargo, ese número se duplica si se cuentan las más de 40 instalaciones adicionales diseñadas por los ingenieros del ejército pero que están construyendo directamente los gobernadores locales.
La corporación terminó siete sitios durante el fin de semana, lo que eleva a diez el total de sitios de cuidados alternativos terminados.
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