En su libro inspirador, «Los cinco arrepentimientos principales de los moribundos: una vida transformada por la querida partida», la autora australiana Bronnie Ware, una ex enfermera de cuidados paliativos, comparte las lecciones que aprendió sentada junto a la cama de los enfermos terminales.

Originalmente su lista se publicó como parte de su blog (que finalmente se volvió viral), en la que compartió cinco arrepentimientos que, según sus pacientes, expresaron una y otra vez:

1) Ojalá hubiera tenido el coraje de vivir una vida fiel a mí mismo.

2) Ojalá no hubiera trabajado tanto.

3) Ojalá hubiera tenido el coraje de expresar mis sentimientos.

4) Ojalá me hubiera mantenido en contacto con mis amigos.

5) Desearía haberme dejado ser más feliz.

Los arrepentimientos son identificables y devastadores y dicen mucho acerca de cómo, al estar motivados por el miedo y la inseguridad, nos sentimos arrepentidos.

Mientras miramos hacia un nuevo año y una nueva década, muchos de nosotros pensamos en cómo vivir una vida mejor, una que tal vez no termine con tales arrepentimientos.

A menudo sucede que lamentamos lo que no hacemos en lugar de lo que realmente hacemos. La mayoría de los arrepentimientos destacados de Ware parecen ser arrepentimientos por omisión.

Por otro lado, hay ciertas cosas que probablemente nunca lamentaremos. ¿Cómo sería la próxima década si nos enfocamos en esto?

Ejercicio

Sabemos que debemos hacer ejercicio. A veces hacemos grandes planes para hacer ejercicio, y luego nos quedamos dormidos o usamos el clima como excusa. Más tarde, ¿qué hacemos? Lamentamos no haber cumplido nuestra promesa a nosotros mismos.

Sin embargo, nunca nos arrepentimos de hacer ejercicio. Esos días en que no tienes ganas, pero te esfuerzas para hacerlo de todos modos, son algunos de los mejores días. Después, te sientes genial de haber movido tu cuerpo y honrado el compromiso contigo mismo.

Vivir dentro de tus medios

De vez en cuando, los objetos brillantes nos tientan a endeudarnos para obtener lo que queremos, cuando lo queremos. Poco después, experimentamos lo que se conoce como «remordimiento del comprador» o, en otras palabras, arrepentimiento. A veces, estos objetos brillantes son grandes y tienen un impacto duradero, lo que profundiza el impacto del arrepentimiento.

Sin embargo, cuando vivimos dentro de nuestros medios y renunciamos a la gratificación inmediata, disfrutamos de una paz mental que colorea todos los demás aspectos de nuestras vidas.

Riesgo al fracaso

¿Sabe qué es esa cosa que siempre ha querido hacer? Es arriesgado. Puede que no funcione. Usted puede fallar. Puede ser vergonzoso. Es un riesgo.

Sin embargo, si falla, probablemente no se arrepentirá de haberlo hecho. Aprenderá valiosas lecciones del fracaso y se sentirá orgulloso de sí mismo por haberlo hecho. Siempre existe la posibilidad, también, de que no falle.

Sin embargo, si no lo hace, ¿se arrepentirá? Los riesgos, por supuesto, deben medirse, pero arriesgarse a fallar es probablemente una de esas cosas de las que no se arrepentirá.

Pasar tiempo con seres queridos

Las relaciones son un elemento clave de la vida y lo que aporta significado y conexión. El cuarto arrepentimiento en la lista de Ware habla del significado de las personas en nuestras vidas.

Sin embargo, podemos estar tan ocupados, ¿no? Perdemos contacto con la gente. Hablamos sobre cómo «deberíamos» unirnos. Pensamos en un momento en que estemos menos ocupado, el cual nunca llega. Simplemente nos mantenemos envueltos en nuestras rutinas diarias de trabajo, montando en la cinta de correr.

Sin embargo, hacer tiempo para nuestros amigos y familiares siempre enriquece nuestras vidas. Cuando lo hacemos, no nos arrepentimos. Los recuerdos de ese precioso tiempo permanecen en nuestras mentes durante mucho tiempo después.

Dejar ir los apegos

Puede haber muchas cosas que nos impiden vivir a la altura de nuestro potencial. Quizás estamos enojados, celosos o asustados. Estas cosas que no podemos soltar, estos apegos, nos impiden vivir una vida plena.

Dejar ir los apegos a querer cosas, a tratar de controlar las cosas, puede ser inmensamente liberador. En lugar de desear una vida en su mente, abrace la vida que tiene.

Sigue a Barbara en Twitter: @barbaradanza

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