Aunque el café (y la cafeína que contiene) proporciona placer y beneficios para la salud a innumerables personas, muchos no ven nada malo en tomar varias tazas al día, lo que podría aumentar los riesgos para la salud de algunos. Beber menos café, o simplemente eliminar la cafeína de la dieta, puede ayudar a mejorar la calidad del sueño, reducir la ansiedad e incluso disminuir los dolores de cabeza, entre otros beneficios.
La cafeína es una sustancia psicoactiva
La cafeína es la «sustancia psicoactiva» más consumida en el mundo. Se considera psicoactiva debido a sus efectos sobre el estado de alerta y nuestro estado mental, y es consumida diariamente por al menos el 85 por ciento de los estadounidenses.
Tiene efectos adictivos para algunas personas, ya que afecta a las mismas partes del cerebro que la cocaína, pero de forma diferente. Sin embargo, según un estudio publicado en la revista American Journal of Drug and Alcohol Abuse, el consumo de cafeína no se ajusta al perfil de una droga adictiva.
«Su ingesta no perjudica al individuo ni a la sociedad y sus consumidores no se ven obligados a consumirla. Aunque el cese de su consumo regular puede provocar síntomas como dolor de cabeza y letargo», escribieron los autores de la revisión.
En cualquier caso, millones de personas empiezan el día con una taza de café y confían en él para seguir adelante a lo largo de la jornada.
Sin embargo, reducir el consumo de café o renunciar a la cafeína por completo tiene muchas ventajas, y puede ser una forma estupenda de mejorar la salud y el bienestar.
«Como cualquier droga recreativa, vivir sin cafeína siempre es más sano», dijo a The Epoch Times el doctor Theodore Strange, catedrático de Medicina del Hospital Universitario de Staten Island, que forma parte de Northwell Health en Nueva York.
1. Mejora la calidad del sueño
Uno de los beneficios más significativos de dejar la cafeína es la mejora del sueño.
Según la Academia Americana de Medicina del Sueño, la cafeína tiene una vida media de hasta cinco horas. La vida media de una sustancia química es el tiempo que tarda una dosis en reducirse a la mitad en el organismo.
Esto significa que si consume unos 80 miligramos de cafeína (aproximadamente una taza de café), al cabo de cinco horas seguirá teniendo 40 miligramos de cafeína en el organismo. Tardará otras cinco horas en alcanzar los 20 miligramos.
Esto significa que ese «estimulante de la tarde» podría seguir afectándole a la hora de acostarse.
Eliminar la cafeína de su dieta significa que probablemente se dormirá más fácilmente y permanecerá dormido más tiempo, lo que debería ayudar a mejorar la energía y la productividad a lo largo del día.
2. Reducción de la ansiedad
La cafeína es un estimulante que puede provocar un aumento de la ansiedad y el nerviosismo. Reducir el consumo o dejar la cafeína por completo podría reducir la probabilidad de experimentar estos síntomas para ayudarle a sentirse más tranquilo y relajado.
Un estudio de investigación realizado con participantes en edad universitaria descubrió que la ingesta de cafeína estaba asociada a síntomas depresivos y mayores niveles de ansiedad en estos estudiantes.
Una revisión de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) concluyó que la cafeína puede provocar síntomas de ansiedad en individuos normales, especialmente en aquellos que padecen trastornos de ansiedad preexistentes. La revisión también encontró que la cafeína podría inducir psicosis en individuos normales que consumen cafeína en dosis tóxicas de más de 1200 miligramos.
3. Reducción del riesgo de hipertensión y otras enfermedades
La cafeína puede tener un impacto negativo en la salud, especialmente cuando se consume en grandes cantidades.
«La cafeína puede provocar un aumento breve pero drástico de la tensión arterial, aunque no se padezca hipertensión», afirma en un comunicado el Dr. Francisco López-Jiménez, cardiólogo de la Clínica Mayo.
Los niveles elevados de cafeína pueden causar problemas cardiacos, como palpitaciones, e incluso aumentar el riesgo de cardiopatías. Hay pruebas que relacionan fuertemente el consumo elevado de cafeína con los dolores de cabeza, debido a que puede hacer que se hinchen los vasos sanguíneos del cerebro.
Strange añade que una dosis de 400 miligramos o menos al día, es decir, unas cuatro tazas de café, es probablemente segura, pero que una dosis superior puede provocar taquicardias, nerviosismo e insomnio.
«Lo que podría tener efectos sobre la salud, sobre todo si alguien también padece una enfermedad cardiaca o toma medicamentos que pueden exacerbar los efectos de la cafeína», señala.
Eliminar el café de su dieta puede ayudar a reducir el riesgo de estos problemas de salud y promover una mejor salud en general.
4. Es más fácil mantenerse hidratado
La cafeína es un diurético, lo que significa que puede aumentar la frecuencia de la micción y conducir a la deshidratación.
Eliminar la cafeína de su dieta puede ayudarle a mantenerse mejor hidratado, lo que puede tener un impacto positivo en su salud y bienestar general.
Estar deshidratado puede afectar negativamente a la salud, y una disminución de tan sólo el 1,5 por ciento del agua corporal puede provocar síntomas. Estos van desde un simple dolor de cabeza hasta una enfermedad potencialmente mortal, como un golpe de calor.
5. Mejora la digestión
El café puede afectar a las secreciones ácidas del estómago y provocar reflujo gastroesofágico (ERGE), comúnmente llamado ardor de estómago.
Este efecto también se asocia a un posible aumento de los problemas digestivos que incluyen mala digestión, malestar, náuseas y úlceras.
Reducir el consumo de cafeína puede mejorar la digestión y aliviar estos síntomas, lo que conduce a una mejor salud gastrointestinal en general.
Personas que no deberían consumir cafeína
Aunque la cafeína y el consumo de café son generalmente seguros para la mayoría de las personas, existen algunos grupos de personas para los que está contraindicado o que deberían limitar su consumo.
Estos grupos incluyen:
1. Mujeres embarazadas
Se relacionó el consumo de altas dosis de cafeína durante el embarazo con un mayor riesgo de aborto espontáneo, parto prematuro y mayor riesgo de trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) en los niños cuando cumplen entre 4 y 11 años.
2. Personas con trastornos de ansiedad
La cafeína puede aumentar la ansiedad y el nerviosismo en algunos individuos, lo que puede exacerbar los síntomas en personas con trastornos de ansiedad.
3. Personas con afecciones cardíacas
La cafeína puede elevar la tensión arterial, lo que puede ser peligroso para quienes padecen una enfermedad cardiaca subyacente. Las investigaciones también muestran que la cafeína puede aumentar el riesgo de fibrilación auricular (Afib).
4. Personas con sensibilidad a la cafeína
Algunas personas tienen una predisposición genética a ser más sensibles a la cafeína, lo que las hace mucho más propensas a experimentar reacciones adversas como ansiedad o insomnio cuando beben incluso cantidades moderadas.
5. Niños
Los niños son más pequeños y, por tanto, más sensibles a los efectos de la cafeína que los adultos.
«Los alimentos y bebidas que contienen cafeína pueden tener efectos en el cuerpo y la mente que interfieren en todos los aspectos de lo que los niños necesitan para prosperar», afirmó en un comunicado el Dr. David Buchholz, pediatra de Columbia.
Añadió que «no se conoce ninguna cantidad segura» de cafeína para un niño de 11 años o menor.
Reducir la cafeína y los síntomas de abstinencia
Strange explicó que los síntomas de abstinencia de la cafeína pueden ser diferentes para cada persona.
«Los síntomas más comunes son dolor de cabeza, fatiga, falta de energía, irritabilidad, ansiedad, falta de concentración, estado de ánimo depresivo, temblores y problemas para dormir», dijo, advirtiendo que los síntomas de dejar la cafeína de forma abrupta pueden durar desde unos pocos días hasta unas pocas semanas.
Strange subrayó que entre los beneficios de vivir sin cafeína se incluyen un mejor sueño, mayor atención y concentración, y una mejora de la presión arterial, «por nombrar sólo algunos».
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