Cinco agentes del Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS) serán investigados por el mal manejo de la respuesta a un tiroteo masivo en Uvalde, según confirmó la agencia estatal el 7 de septiembre.
Noventa y un policías del DPS acudieron a la Escuela Primaria Robb el 24 de mayo, cuando se produjo el tiroteo. Funcionarios de varios organismos han descrito la respuesta, que supuso que los oficiales permanecieran durante más de 75 minutos fuera de la sala donde se encontraba el tirador mientras disparaba a más personas, como problemática. Steve McCraw, jefe del DPS, dijo a los legisladores durante el verano que fue un «fracaso abyecto».
El Departamento de Seguridad Pública de Texas anunció una investigación interna en julio y eso llevó a la remisión de cinco oficiales a la Oficina del Inspector General de la agencia, dijo un portavoz del DPS a The Epoch Times en un correo electrónico.
Esa oficina llevará a cabo «una investigación formal sobre sus acciones» el día del tiroteo, dijo el portavoz.
Los oficiales no han sido identificados.
Dos de ellos han sido suspendidos con paga mientras se espera el resultado de la investigación. Los otros tres no.
El DPS también hizo pública una carta que McCraw envió a los empleados en julio, en la que les decía que el DPS comparte la respuesta fallida.
«Aunque sigo siendo muy crítico con la decisión de tratar el incidente como un sujeto atrincherado por parte del oficial de policía del Distrito Escolar Independiente Consolidado de mayor rango en la escena, el DPS y otras agencias también deben ser responsables de sus acciones o inacciones. A partir de las pruebas, está claro que las fuerzas policiales deberían haber tratado esta situación como un caso de tirador activo. La investigación penal que están llevando a cabo los Rangers de Texas incluye el examen de las acciones de todos los oficiales de las fuerzas policiales que acudieron al lugar de los hechos», dijo.
La investigación interna es diferente. Su objetivo es examinar si se produjeron violaciones de la política o de la Formación Avanzada de Respuesta Rápida de las Fuerzas de Seguridad (ALERRT).
El programa ALERRT de la Universidad Estatal de Texas señaló en un informe de junio sobre el tiroteo que los agentes que respondieron no siguieron el entrenamiento, incluyendo el no enfrentarse antes al tirador. Al mes siguiente, un informe del Comité de Investigación de la Cámara de Representantes de Texas sobre el tiroteo de la escuela primaria de Robb afirmaba que hubo fallos «sistémicos» de las fuerzas policiales durante la respuesta.
Diecinueve niños y dos maestras fueron asesinadas en el tiroteo por un hombre identificado por las fuerzas policiales como Salvador Ramos, que murió cuando los agentes entraron finalmente en el aula en la que se encontraba.
Además de los oficiales del DPS, la fuerza de respuesta incluía agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, agentes del Departamento de Policía de Uvalde, agentes de la Oficina del Sheriff del Condado de Uvalde, agentes del SWAT del Departamento de Policía de San Antonio, agentes del Servicio de Alguaciles Federales y agentes del Departamento de Seguridad Nacional.
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