7 consejos para construir el carácter: descuidar el nº 3 podría llevarlo a la ruina

Por EPOCH INSPIRED STAFF
04 de agosto de 2023 11:12 AM Actualizado: 04 de agosto de 2023 11:12 AM

Suena anticuado. Incluso cliché. Sin embargo, sigue siendo tan vital como siempre: La medida que define a cualquier hombre, mujer y niño siempre fue, y será, la cuestión de cómo construimos nuestro carácter.

Las grandes mentes piensan igual, y todos los grandes —desde George Washington hasta Lao Tse— lo cultivaron. Miríadas de culturas, y las diferentes religiones a lo largo de la historia lo enumeraron en sus leyes. Una y otra vez, la formación del carácter  implica el sacrificio personal por un bien mayor, ya sea la verdad, la libertad, el honor o algún poder superior.

La formación del carácter requiere esfuerzo y dedicación constantes; a menudo se debe hacer hincapié en lo invertido que están los conceptos de pérdida y de ganancia. Llegar a ser desinteresado implica dejar de lado el interés propio y, a veces, incluso a uno mismo, creer que la redención se encuentra en algún lugar más allá. Los codiciosos y egoístas no conocen este principio.

Teniendo esto en cuenta, aquí les entregamos siete reglas para formar el carácter, basadas en la sabiduría tradicional y el sentido común, que hoy en día ya no se le da tanta importancia. Puede sonar anticuado, pero el hecho de que soportar las dificultades de la vida «forma el carácter» es tan relevante hoy como siempre.

1. Muestre moderación al hablar

Contener la lengua y reprimir las emociones suena opresivo. Pero lo cierto es que el dicho «Es mejor callar y pasar por tonto que hablar y despejar toda duda» siempre forjó el éxito en la sociedad, demostrando su sabiduría.

Más allá de querer tener la razón, mostrar moderación al hablar es vital para la vida. Podría aplicarse cuando abre ese correo electrónico que le irrita, o se enfrenta a esa palabra insultante de cierto pariente en la sobremesa, o de ese colega. Podría arrepentirse eternamente si responde en caliente.

Las reacciones emocionales precipitadas no suelen ser la respuesta adecuada que tales situaciones requieren. Practique la moderación al hablar. Trabajar para llegar a contenerse le permitirá resistir las olas de ira o indignación que amenazan con arrastrarle a ese inmenso mar de conflicto y destrucción. Sólo en la quietud con una mente serena aparecerá la decisión correcta.

2. Cumplir siempre las promesas

Los antiguos hablaban de preferir la muerte a faltar a la palabra dada. Tales códigos de honor, que se remontan a nuestro pasado feudal, podrían sonar obsoletos en esta época de libertad individual. Sin embargo, aquí hay verdades eternas. En toda relación existe un vínculo de confianza por el cual una persona confía en otra. Si dice que hará algo, se espera que lo haga. Si no lo hace, no le creerán la próxima vez.

Por supuesto, si realmente no puede cumplir una obligación por algún motivo, puede, a su debido tiempo, informar a la otra parte de que surgió algo y disculparse por el incumplimiento. La cuestión es que aquellos que son conscientes de las promesas que hacen —y las cumplen en la medida de sus posibilidades— serán considerados dignos de confianza, y esta es la base de todas las relaciones.

3. La arrogancia nos hace necios

No hay esperanza de que el necio llegue a ser menos necio. No hay esperanza de que el consumado arrogante no caiga en desgracia.

A lo largo de nuestra vida, conoceremos innumerables almas más sabias que nosotros. Pueden venir en formas y tamaños diferentes; pueden ser las personas que menos esperamos. Aquellos que, ya sea por una educación deficiente o por el mal hábito de engrandecerse a sí mismos, se consideran mejor que los demás, se cerrarán para siempre a esa riqueza de sabiduría. Quedarán atrapados para siempre en la celda de su propia ignorancia.

Peor aún es el que se apresura a menospreciar y ridiculizar abiertamente a los sabios, llamándoles tontos. Esa persona genera más conceptos erróneos en su inconsciente existencia.

4. La humildad nos hace más sabios

Lejos del autodesprecio, admitir «no sé» es una de las respuestas más sensatas que se pueden dar, pues nunca se estará demasiado lejos de la verdad. Ya lo decía Confucio: «Saber lo que sabes y lo que no sabes, ése es el verdadero conocimiento». Esto demuestra una búsqueda sincera y sin pretensiones de la verdad. Entonces la verdad tiene la mitad de posibilidades de encontrarle.

Lejos de flagelarse por carecer de sabiduría, esa energía mental y emocional se empleará más sabiamente en aprender que en defender el propio ego. Siendo humilde y valorando el conocimiento, naturalmente llegará a saber más.

Sin embargo, una vez que creció en humildad, la prueba de la vanidad continuará seguramente. La humildad también significa mantenerse impasible ante las voces de alabanza que sólo pueden cambiarlo a uno para peor volviéndolo arrogante. Desconéctese de esos pensamientos y aférrese con fuerza a la búsqueda del crecimiento.

5. Tomar el camino correcto

En cualquier iniciativa que se proponga, habrá quienes se opongan a ella, o a que la lleve a cabo, de una forma u otra. Como dice esta frase: «Para cada acción, hay una reacción igual y opuesta». Podría ser confrontado por adversarios que estén en contra de esa iniciativa y de alguna manera quieran desatar aversión hacía usted.

Una buena indirecta puede herir lo mejor de nosotros. Y puede surgir la tentación de contraatacar. Pero una persona de carácter elevado verá este drama como lo que es: puro ruido. Forje su corazón y tome el camino correcto controlándose y manteniendo la calma. Una decisión precipitada puede tener consecuencias catastróficas y se arrepentirá. A menos que alguien lo amenace físicamente o se apodere de su propiedad, Concéntrese en la tarea que tiene entre manos y hágalo lo mejor que pueda, y  así sus esfuerzos se verán poco afectados. A menudo, a lo que damos el lugar más importante en nuestra mente es insignificante en el gran esquema de las cosas.

6. Practicar la compasión

El carácter a menudo se forja  en el calor del momento. Cuando el interés propio se ve amenazado por otros, uno se siente tentado a actuar. Esto no es más que el instinto de las bestias salvajes, y sin embargo todos tenemos esos instintos. Aunque nos esforcemos por tomar el camino correcto, es más fácil decirlo que hacerlo.

Sin embargo, hay esperanza de que podamos triunfar sobre esto. Intente ver las cosas desde el punto de vista de los demás, porque la compasión y la comprensión abren una nueva dimensión a la situación. La compasión desarma la ira y proporciona la calma y el tiempo necesarios para tomar decisiones más sensatas. Puede hacerle ver que la persona que actuó irrespetuosamente estaba atravesando una crisis. En este espacio mental hay más lugar para la tolerancia. Al construir el carácter, nos enfocamos en nosotros mismos y no juzgamos a los demás. Siendo compasivo, esto será más fácil .

7. Practicar la honestidad

El mundo al que nos enfrentamos está lleno de agitación y caos. Las relaciones que mantenemos son puertos preciosos que nos ofrecen un respiro a la vorágine de la vida. La base sobre la que se construyen esas relaciones es la confianza. Practicando la honestidad, nos convertimos en una roca sólida en la que otros pueden apoyarse en un mundo desordenado. A su vez, esos amigos se convierten en rocas para nosotros.

Diga siempre la verdad y nunca mienta. Cualquier ventaja que parezca presentar una mentira es, en el mejor de los casos, efímera, como bocanada de humo, y terminará haciéndole mucho más daño a largo plazo. Alinéese con lo que es eterno, como el cielo, que ninguna cortina de humo puede eclipsar por mucho tiempo. Al decir la verdad en un mundo en el que mentir es habitual y se considera normal, los demás llegarán a verle diferente. Con el tiempo, se convertirá en baluarte de bondad para todos los que le conocen.


Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí


Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.