Si lleva algún tiempo en la edad adulta, es posible que se haya encontrado con el problema de que divertirse ya no resulta tan natural como antes. Piénselo: ¿cuándo fue la última vez que se divirtió de verdad? ¿Con qué regularidad disfruta siendo ridículo, juguetón o infantil? Si usted es como la mayoría de los adultos hoy en día, es probable que haya sido hace bastante tiempo. El ciclo de noticias y el estado general del mundo no han facilitado la diversión, ¿verdad?
Bueno, ¡no todo está perdido! Puede seguir divirtiéndose sin importar el estado del mundo o el año de su certificado de nacimiento. Aquí tiene algunas formas sencillas de recuperar la diversión.
Priorice la diversión
Puede que su mente adulta y responsable se resista a la idea de concentrarse en la diversión. Después de todo, tiene muchas cosas que hacer y muchas personas que dependen de usted. ¿Quién tiene tiempo, verdad?
Puede ser útil recordar los beneficios de la diversión. Divertirse puede reducir su estrés, mejorar su creatividad, mejorar sus conexiones con los demás y aumentar su energía. En realidad, la diversión es buena para la productividad y las responsabilidades adultas, ¿no cree? ¿Por qué no incluir la diversión en su lista de cosas por hacer?
Defina su estilo
La diversión no es lo mismo para todos. Mientras que para una persona una excursión de 20 millas por la naturaleza es el máximo ejemplo de pasarlo bien, para otra es igual de divertido disfrutar de un buen libro y una taza de té. Piense en los momentos de su vida en los que más se divirtió: ¿Qué estaba haciendo? ¿Qué hizo que esos momentos fueran tan divertidos? ¿Cuál es la actividad más divertida que pueda concebir? Defina lo que es divertido para usted y procure incorporarlo a su vida.
Hacer bromas
Divertirse no tiene por qué ser complicado ni complejo. A veces, todo lo que se necesita para aligerar las cosas es una buena carcajada. Tanto si es de los que disfrutan con las bromas tontas, como poner ojos saltones en los recipientes de comida de la nevera, como de los que saben apreciar los chistes de papá, ríase con la gente que le rodea. Seguro que se lo pasará mejor.
A bailar
La diversión puede parecer inalcanzable si se está con poca energía. Una forma sencilla de animarse es bailar. Ponga a todo volumen sus canciones de baile favoritas (ya sabe cuáles son) y muévase al ritmo de la música. Le levantará el ánimo y el humor y probablemente se divierta.
Haga ejercicio de manera distinta
Si siempre hace la misma rutina en el gimnasio o recorre la misma ruta para hacer ejercicio, combínelo de vez en cuando con actividades divertidas. Vaya a patinar sobre hielo o sobre ruedas como cuando era niño, haga esquíe en la nieve, u organice un partido de kickball en el vecindario. ¿Quién dice que la diversión es cosa de niños?
Recuerdos
Si no siente que divertirse sea algo normal para usted, tómese un tiempo para recordar cómo era ser un niño pequeño. Recuerde sus juguetes, los juegos con los que se divertía con sus hermanos y amigos, las cosas que hacía o le hacían perder la noción del tiempo.
Quizá se convenció de que algunas de esas cosas o actividades eran tontas o inútiles. Si no puede evitar sonreír, si siente un cosquilleo cuando recuerda la emoción que le producían los placeres sencillos, tal vez en esos recuerdos encuentre claves de cosas que ahora le sigan pareciendo divertidas. Hay sabiduría en ser capaz de conservar el asombro infantil con el que nacimos. Aprovéchelo. ¿Le parece más posible divertirse?
Lleve la diversión a su vida
Al fin y al cabo, la diversión es un estado de ánimo. Puede divertirse esté donde esté y haga lo que haga, si trae la diversión consigo. Digamos que está haciendo la declaración de la renta, una tarea que poca gente considera divertida. ¿Cómo puede hacerlo divertido?
¿Podría pedir una pizza o un bocadillo delicioso para acompañar la tarea? ¿Puede organizar una recompensa divertida para celebrar que ha completado la tarea? ¿Podría poner música agradable mientras lo hace? ¿Podría establecer pausas para hacer ejercicio o bailar cada cierto tiempo para mantener el ritmo?
Todo puede ser divertido y puede compartir ese espíritu de diversión con los que le rodean. Tanto si está limpiando la casa, ayudando a los niños con los estudios de matemáticas, haciendo la limpieza, quitando las malezas del jardín o intentando cumplir un plazo de entrega, puede hacer que sea divertido. Conviértalo en una fiesta. Conviértalo en un reto. Recompense su éxito. ¡Diviértase!
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