Faltando solo una semana para el día de las elecciones, la carrera entre la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump sigue empatada.
Se espera que ambos candidatos hagan sus últimos llamados a los votantes indecisos y reúnan a sus bases de electores en la crucial última semana.
Tanto Trump como Harris están empatados a 48% en las encuestas nacionales, según el promedio de sondeos de RealClearPolitics.
Esta semana, ambos candidatos expondrán sus argumentos finales con múltiples mitines y eventos de campaña en los estados decisivos que probablemente determinarán la carrera presidencial en noviembre.
Aunque las últimas encuestas apuntan a una carrera reñida, el impulso ascendente de Harris parece haberse estancado, y los promedios de las encuestas en los estados más disputados tienden a estar ligeramente a favor de Trump.
Durante el fin de semana, ambas campañas intensificaron sus esfuerzos para movilizar a sus partidarios y garantizar la participación electoral, una tendencia que se espera que continúe en los próximos días.
Además, ambos candidatos están haciendo hincapié en el temor a lo que podría ocurrir si las elecciones se decantan hacia el otro lado, como se refleja en sus recientes declaraciones.
El 29 de octubre, Harris pronunciará sus últimos argumentos en la Elipse de Washington, donde se espera que establezca un fuerte contraste entre su visión de la presidencia y la de Trump.
En los días previos al evento, ella elevó sus críticas contra Trump, tachándolo de «desquiciado e inestable».
En cambio, el 27 de octubre, durante un mitin en el Madison Square Garden de Nueva York, Trump repitió sus críticas contra Harris, sugiriendo que su presidencia conduciría a la Tercera Guerra Mundial y la llamó «incompetente» e «incapaz» para el cargo.
Karen Hult, profesora de Ciencias Políticas en Virginia Tech, indicó que aunque la estrategia de avivar el miedo es preocupante, todavía puede motivar a algunos votantes.
«Tenemos algunas pruebas que dicen que la gente se siente más impulsada a actuar si tiene miedo de algo o está enfadada por algo», dijo la Sra. Hult a The Epoch Times.
La avalancha de encuestas indica que el entusiasmo inicial generado por la campaña de Harris fue disminuyendo a medida que la carrera presidencial entraba en la recta final.
Esto se debe en parte a los recientes esfuerzos de la campaña Trump-Vance por llamar la atención sobre lo que ellos llaman algunos de los aspectos negativos de la candidata demócrata, dijo Hult, indicando que parecen estar influyendo en los votantes.
La analista política, Amy Walter, editora y jefa de redacción de Cook Political Report, compartió recientemente sentimientos similares, afirmando que las críticas de la campaña de Trump a las políticas fronterizas de la actual administración y la postura liberal de Harris como candidata presidencial en 2019 parecen ser efectivas.
Walter citó una reciente encuesta del Washington Post-Schar School en siete estados disputados, que mostró la aprobación retrospectiva del trabajo de Trump en territorio positivo, con un 51 por ciento de aprobación y un 49 por ciento de desaprobación.
Mientras tanto, el índice de aprobación del trabajo de Harris es significativamente más bajo (44 por ciento positivo y 55 por ciento negativo).
A pesar de las recientes ganancias de Trump en los estados más disputados, Walter dijo que la carrera está demasiado estrecha para llamar a posible ganador y que todo «se reduce a qué candidato los votantes ven como una opción menos arriesgada».
Numerosas encuestas este año han demostrado que la mayoría de los votantes no están contentos con el statu quo.
Harris hizo campaña con una plataforma de «un nuevo camino a seguir» y se ha presentado como la candidata que puede ayudar a la nación a «pasar la página».
Algunos estrategas políticos creen que el reto de Harris se debe en parte a la dificultad de diferenciarse del presidente Joe Biden en cuestiones políticas.
Esto puede exigirle «eludir autoridad y quizá herir los sentimientos de algunas personas, incluido el presidente Biden, en el proceso», dijo Theryn Bond, estratega demócrata, a The Epoch Times.
Harris declaró en una entrevista reciente con NBC News que su presidencia no sería una continuación de la actual administración, ya que ella aporta su conjunto de ideas y experiencias.
«Yo me presento a la presidencia de Estados Unidos. Joe Biden no está, y mi presidencia consistirá en traer una nueva generación de liderazgo a Estados Unidos», dijo Harris el 22 de octubre.
Mientras tanto, la campaña de Trump busca exponer el argumento final del expresidente como «Lo que Kamala estropeó, el presidente Trump lo arreglará».
Los candidatos reúnen apoyo entre grupos clave
Harris tiene un fuerte apoyo entre las mujeres de los suburbios y los votantes con títulos universitarios.
Según una nueva encuesta nacional de probables votantes de ABC News e Ipsos, Harris lidera por 19 puntos entre las mujeres suburbanas, por encima del margen de 13 puntos de Biden en las encuestas frente a la urna en 2020.
Además, entre los graduados universitarios, Harris tiene una ventaja de 22 puntos sobre Trump, que supera la ventaja de 12 puntos de Biden en 2020.
De otra parte, Trump mantiene una ventaja significativa en las zonas rurales (más 41 puntos) y entre los hombres blancos sin estudios universitarios (más 41 puntos), a la vez que aumentó su margen con los hombres más jóvenes, de menos 6 puntos a principios de este mes a más 5 puntos en la última encuesta.
Según el estratega republicano, Brian Seitchik, aunque los estadounidenses más jóvenes tienden a apoyar a los demócratas, las políticas del partido los están empujando cada vez más hacia Trump.
«El enfoque miope en el aborto está perjudicando a los demócratas porque no están hablando de otros temas que importan a los votantes jóvenes», dijo Seitchik a The Epoch Times.
Sin embargo, Seitchik advirtió que los votantes jóvenes suelen acudir a las urnas en menor número que los mayores. Por lo tanto, su apoyo a Trump no significa necesariamente que vayan a hacer el esfuerzo de votar por él, dijo a continuación.
Según el promedio de RealClearPolitics, Trump mantiene su ventaja en todos los estados disputados hasta el 29 de octubre.
Tiene una ventaja de 2.3 puntos porcentuales en Georgia y de 1.5 puntos en Arizona.
Trump también tiene una ventaja mínima en Carolina del Norte (0.8%), Nevada (0.7%), Pensilvania (0.4%), Wisconsin (0.3%) y Michigan (0.2%).
Harris expone sus «argumentos finales»
La semana pasada, la campaña de Harris celebró mítines llenos de estrellas en los principales estados en disputa, en los que participaron el expresidente Barack Obama, la exprimera Dama Michelle Obama y la estrella del rock Bruce Springsteen.
El 25 de octubre, Harris también celebró un acto de campaña con la cantante Beyoncé en Houston, donde pronunció un discurso centrado en el acceso al aborto.
El acto, celebrado en el Shell Energy Stadium, atrajo a unas 30,000 personas, según su campaña.
Harris pasará la última semana de la campaña en los estados clave.
Comenzó la semana con un viaje a Michigan, donde celebró actos en Saginaw, el condado de Macomb y Ann Arbor.
El 29 de octubre, Harris expondrá sus «argumentos finales» en la Elipse de la capital del país.
La vicepresidenta planea transmitir un mensaje a los estadounidenses sobre cómo sería una presidencia de Harris en comparación con la de Trump.
La campaña de Harris eligió la Elipse, el parque situado a las afueras del jardín sur de la Casa Blanca, como lugar simbólico. El lugar fue el sitio de un mitin en el que el entonces presidente Trump habló antes de la irrupción del Capitolio el 6 de enero de 2021.
Harris continuará su gira por los estados indecisos esta semana, con visitas previstas a Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin el 30 de octubre.
También visitará Arizona y Nevada el 31 de octubre para organizar tres eventos en Phoenix, Reno y Las Vegas, centrándose en los votantes latinos.
Según una encuesta realizada el mes pasado por NBC News-Telemundo-CNBC, el 54% de los votantes latinos registrados apoya a Harris, frente al 40% que respalda a Trump.
Harris ha tratado de reforzar su atractivo para el segundo bloque de votantes de más rápido crecimiento en el país, sobre todo porque un número creciente dentro de la comunidad está empezando a cambiar hacia los republicanos.
Ernesto Castaneda, profesor de sociología y director del Centro de Estudios Latinoamericanos y Latinos de la American University, prevé una fuerte participación entre los votantes latinos este año.
«Un salario mínimo más alto, vivienda asequible, mantener a las familias unidas, vías para obtener la ciudadanía», son las principales preocupaciones de los votantes latinos, dijo Castaneda a The Epoch Times.
Este grupo de votantes jugará un papel importante en las próximas elecciones, especialmente en Pensilvania, Nevada, Arizona y tal vez Georgia, añadió.
El impulso final de Trump
La semana pasada, la agenda de Trump estuvo marcada por una aparición de tres horas en «The Joe Rogan Experience», el podcast más popular del país, y un mitin de campaña en el Madison Square Garden de Nueva York.
La amplia entrevista abordó diversos temas, desde su primer mandato en la Casa Blanca hasta la actual campaña electoral, pasando por la UFC.
Trump lanzó la idea de eliminar el impuesto federal sobre la renta y sustituirlo por aranceles.
El expresidente subió al escenario del Madison Square Garden el 27 de octubre, ante decenas de miles de seguidores y rodeado de una variada gama de personalidades de alto perfil, como el multimillonario Elon Musk, el doctor Phil McGraw, el icono de la lucha libre profesional Hulk Hogan, Tucker Carlson y Robert F. Kennedy Jr.
Entre sus declaraciones, Trump afirmó que el Partido Republicano se ha convertido en el «partido de inclusión».
«Judíos y musulmanes, y católicos, y evangélicos, y mormones, y todos ellos se están uniendo a nuestra causa en gran número», dijo Trump.
Sus discursos han ahondado en diversos temas, desde arremeter contra su oponente hasta promover propuestas de políticas públicas o atacar el historial de la actual administración.
Es probable que Trump toque estos temas en sus últimos argumentos de cara al 5 de noviembre.
En la última semana, Trump seguirá centrado en los siete estados que podrían determinar el resultado electoral.
Esta semana comenzó con un mitin de campaña en Georgia. Está previsto que haga eventos de campaña en Pensilvania (el 29 de octubre), Wisconsin (el 30 de octubre), Nevada (el 31 de octubre) y Wisconsin de nuevo (el 2 de noviembre).
También dará mítines en Salem, Virginia, y Albuquerque, Nuevo México, según su campaña.
Casi 44 millones de estadounidenses han emitido su voto anticipado (en persona y por correo) hasta el 28 de octubre, según el U.S. Election Lab de la Universidad de Florida.
Ha votado más de 8.6 millones de demócratas, frente a casi 7.9 millones de republicanos. También votaron alrededor de 5,2 millones de votantes independientes o de partidos minoritarios.
La Comisión Electoral de Carolina del Sur anunció que más de 735,000 votantes entregaron sus papeletas de cara a las elecciones de la próxima semana. Esta cifra ya superó el total de participación en la votación anticipada de 561.600 votantes en las elecciones generales de 2022.
«Estamos emocionados de ser testigos de una participación tan fuerte de votantes tempranos que hacen oír sus voces», dijo Howie Knapp, director ejecutivo de la Comisión Electoral de Carolina del Sur. «Esperamos una participación récord continua a medida que entramos en la segunda semana de votación anticipada».
Cerca de su casa de Delaware, Biden también presentó su papeleta el 28 de octubre.
Aunque predecir el resultado es difícil, pueden producirse cambios inesperados en las elecciones, señaló Hult, similares a los que se vieron en 1976 y, en cierta medida, en 1980, cuando la dinámica cambió repentinamente durante un fin de semana.
En 1976, el presidente Gerald Ford, candidato republicano, perdió frente a Jimmy Carter, un exgobernador de Georgia relativamente desconocido.
En 1980, Ronald Reagan obtuvo una victoria aplastante a pesar de ir por detrás de Carter en las encuestas de opinión pública unas semanas antes.
Queda por ver si las elecciones de 2024 seguirán este patrón y producirán una sorprendente victoria aplastante de uno de los candidatos.
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