Los fiscales del abogado especial Jack Smith pidieron el viernes a la jueza que preside el caso de los documentos clasificados del expresidente Donald Trump en Florida que emita una orden de mordaza tras los comentarios que hizo sobre la redada del FBI en su finca de Mar-a-Lago.
En un escrito presentado el viernes, los fiscales pidieron a la jueza Aileen Cannon que modifique las condiciones de la puesta en libertad del presidente Trump antes del juicio para evitar que haga declaraciones que puedan suponer un «peligro significativo, inminente y previsible» para los agentes del FBI implicados en la planificación y ejecución del registro e incautación de los documentos presidenciales almacenados en su finca de Florida.
«Esas declaraciones crean una impresión muy engañosa sobre las intenciones y la conducta de los agentes federales de la ley —sugiriendo falsamente que eran cómplices de un complot para asesinarlo— y exponen a esos agentes, algunos de los cuales serán testigos en el juicio, al riesgo de amenazas, violencia y acoso», dice el escrito.
Previamente este mes, se presentó un plan de operaciones para la redada en Mar-a-Lago. El plan establecía que los agentes del FBI estarían preparados para «interactuar con» el presidente Trump y sus agentes del Servicio Secreto si llegaba a la finca durante la redada.
El uso de la fuerza letal se incluyó en una declaración en el documento, que citaba la política estándar del gobierno que señalaba que la fuerza letal puede usarse «solo cuando sea necesario» en tales casos cuando el sujeto de la fuerza «representa un peligro inminente de muerte o lesiones físicas graves para el oficial u otra persona».
Los abogados del expresidente Trump afirmaron que no había justificación para que el FBI llevara armas a Mar-a-Lago.
Los fiscales dicen que el expresidente Trump «distorsionó la inclusión estándar de la política» cuando hizo declaraciones de que el FBI «ESTABA AUTORIZADO a DISPARARME».
Los fiscales dicen en su presentación del viernes que los agentes de la ley que participaron en la redada actuaron de manera «apropiada y profesional, sujetos a la política estándar de uso de la fuerza del Departamento de Justicia».
«La repetida caracterización errónea de Trump como un intento de matarlo a él, a su familia y a los agentes del Servicio Secreto ha puesto en peligro a los agentes de la ley involucrados en la investigación y el enjuiciamiento de este caso y ha amenazado la integridad de estos procedimientos», señala la presentación. «Esas afirmaciones engañosas e incendiarias ponen irresponsablemente una diana en la espalda de los agentes del FBI implicados en este caso, como bien sabe Trump».
Los fiscales señalaron que «un ataque armado contra una oficina del FBI en Cincinnati, Ohio, fue llevado a cabo por uno de sus partidarios a raíz de las declaraciones de Trump en Truth Social que enardecieron a sus seguidores en relación con el registro de Mar-a-Lago».
The Epoch Times se puso en contacto con los abogados del presidente Trump para obtener comentarios.
Los abogados del expresidente Trump se opusieron a la moción de la fiscalía y al momento de su solicitud en el fin de semana festivo del Día de la Recordación, según los fiscales.
«No creen que haya ningún peligro inminente, y pidieron reunirse y consultar el próximo lunes», dice la presentación.
Sin embargo, los fiscales señalaron a la cuenta de Truth Social del presidente Trump como evidencia para no esperar hasta el lunes, destacando una declaración de un tercero que compartió. Los fiscales dicen que «Trump ha seguido emitiendo declaraciones falsas, desprestigiando y poniendo en peligro a los agentes que ejecutaron el registro».
El posteo compartido nuevamente incluía la declaración «afirmando que el FBI estaba autorizado a usar ‘Fuerza Letal’ contra Trump o cualquier persona en MAL –¡¡¡Mientras el FBI/DOJ planta evidencia para incriminar a Trump!!!», según la presentación.
La solicitud de una orden de silencio es la primera en el caso de los documentos clasificados del expresidente Trump.
Este jueves, el fiscal general Merrick Garland respondió a las afirmaciones sobre que los agentes del FBI están autorizados a usar la fuerza letal.
El Sr. Garland disputó las afirmaciones del expresidente, diciendo que el documento al que se refirió el presidente Trump «es la política estándar del Departamento de Justicia».
«Y de hecho, incluso se utilizó en el registro consentido de la casa del presidente [Joe] Biden», añadió.
A principios de esta semana, el FBI dijo a The Epoch Times que sus agentes habían «seguido el protocolo estándar» en el registro de Mar-a-Lago «como hacemos con todas las órdenes de registro».
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