America First Legal (AFL) ha iniciado una investigación sobre la persecución «abusiva y partidista» del expresidente Donald Trump por parte de la Fiscalía de Manhattan, y la fundación busca registros que se espera revelen que la investigación contra Trump tiene motivaciones políticas.
La fundación presentó una solicitud de la Ley de Libertad de Información de Nueva York el 27 de marzo (pdf), solicitando una serie de registros de comunicaciones relacionadas con Trump de la oficina del fiscal de Manhattan, que está llevando a cabo una investigación contra el expresidente.
«America First Legal obtendrá y expondrá registros sobre los esfuerzos sin precedentes de Alvin Bragg para atacar a un oponente político», dijo Gene Hamilton, vicepresidente y abogado general de AFL, en un comunicado.
El fiscal de Manhattan Alvin Bragg está investigando a Trump por una presunta clasificación errónea de un pago por silencio a la actriz para adultos Stormy Daniels por una supuesta aventura.
Trump, que ha negado la aventura con Daniels e insiste en que es víctima de una extorsión, dijo inicialmente que esperaba ser acusado la semana pasada, pero Bragg no ha actuado hasta ahora. El expresidente ha dicho desde entonces que cree que Bragg ha abandonado el caso.
«Creo que ya han abandonado el caso (…) no tienen absolutamente nada», dijo Trump tras un mitin en Waco (Texas) el sábado. «Es un caso falso».
Bragg, por su parte, dijo recientemente que Trump creó una «falsa expectativa» de que sería arrestado, pero el fiscal de Manhattan ha evitado por lo demás hablar públicamente sobre el asunto.
Al perseguir su solicitud de registros de la oficina de Bragg, AFL dijo que sus acciones son acerca de hacer rendir cuentas a los funcionarios en los distintos niveles de gobierno que «abusan del poder fiscal para perseguir a sus oponentes políticos».
Hamilton dijo en un comunicado que, al perseguir su caso contra el expresidente, Bragg parece estar «comprometido en la búsqueda vengativa de la persecución, independientemente de los hechos subyacentes y la ley».
«La realidad es ésta: ningún otro ciudadano estadounidense se enfrentaría jamás a la perspectiva de ser procesado en estas circunstancias», continuó Hamilton. «En lugar de ofrecer un estándar de justicia para todos, las acciones de Alvin Bragg socavan la confianza del pueblo estadounidense en nuestro sistema de justicia en todas partes».
The Epoch Times se ha puesto en contacto con la oficina de Bragg para solicitar sus comentarios.
«Entre la espada y la pared»
Se esperaba que un gran jurado de Manhattan volviera a reunirse esta semana para escuchar más pruebas sobre el presunto papel de Trump en el pago de dinero por silencio.
El exabogado de Trump, Michael Cohen, ha dicho que hizo el pago por orden de Trump para comprar el silencio de Daniels sobre el supuesto romance antes de las elecciones de 2016.
El abogado Robert Costello, aliado de Trump y ex abogado de Cohen, testificó ante el gran jurado la semana pasada, diciendo que Cohen le dijo que actuó solo al hacer el pago.
Cohen, que testificó la semana anterior, se declaró culpable en 2018 de cargos federales derivados del pago y fue condenado a tiempo entre rejas por una violación de financiación de campaña, entre otros delitos.
Independientemente de si Bragg decide finalmente proceder con una acusación contra Trump o no, el fiscal del distrito de Manhattan se enfrenta a decisiones difíciles en el futuro.
«No creo que me gustaría ser Alvin Bragg en este momento. Creo que está entre la espada y la pared con todos los ojos de la nación observándolo», dijo Cheryl Bader, de la Facultad de Derecho de la Universidad de Fordham, a Reuters en una entrevista.
«Por un lado, podría acabar retirando la acusación, pero entonces todo el mundo criticará: ‘bueno, ¿por qué ha hecho pasar a todo el mundo por esto? El gran jurado podría decidir no acusar por su cuenta, pero creo que eso es probablemente poco probable», continuó.
«Creo que probablemente acabaremos con una acusación. Pero, de nuevo, eso pone a Bragg ante muchas críticas sobre si está llevando a cabo un caso arriesgado que podría acabar implosionando».
Bader también señaló otros dilemas a los que se enfrenta Bragg, como el «defectuoso» testigo Cohen y el hecho de que el juez pueda acabar desestimando el caso. También el jurado puede ser poco comprensivo.
«Los jurados a menudo no se conmueven por un caso que parece una violación técnica de la contabilidad y en realidad se trata de encubrir una indiscreción personal. Puede parecer una noticia vieja ¿cierto?».
«Puede ser algo (…) que al jurado realmente no le importe», agregó.
Trump se enfrenta a varias otras investigaciones criminales, incluida una vinculada a la irrupción en el Capitolio del 6 de enero de 2021.
Si Trump acaba siendo acusado, sería la primera vez para un presidente actual o anterior.
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