Aunque algunos indicadores apuntan a un descenso, la actividad del COVID-19 en Estados Unidos continúa elevada, según los últimos datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). En el programa «Salud 1+1», Erica Kuo, aromaterapeuta clínica certificada en EE.UU. y educadora en aromaterapia herbal, compartió valiosos conocimientos sobre el uso de aceites esenciales para ayudar a prevenir la COVID-19 y aliviar sus síntomas.
Los aceites esenciales son compuestos volátiles aromáticos altamente concentrados, derivados de plantas, que contienen una compleja gama de componentes químicos. Se caracterizan por su pequeño tamaño molecular, alta lipofilia, rápido inicio de acción y propiedades virucidas a bajas concentraciones tóxicas, y siguen siendo no tóxicos a niveles terapéuticos.
Esto sugiere que los aceites esenciales pueden servir como agentes preventivos potenciales en las primeras etapas de la neumonía viral y son adecuados para su uso en combinación con otras terapias.
Eficacia de los aceites esenciales contra COVID-19
Varios estudios han demostrado que determinados aceites esenciales pueden actuar contra el virus COVID-19 mediante una acción virucida directa y diversas propiedades farmacológicas, como efectos antiinflamatorios, inmunomoduladores y antioxidantes.
Kuo compartió la experiencia de su familia con el COVID-19, en la que encontraron alivio utilizando aceites esenciales y hierbas aromáticas. Ella recomienda los siguientes siete aceites esenciales para ayudar a aliviar los síntomas de COVID-19:
Aceite de orégano
El orégano, conocido por su característico sabor picante, contiene compuestos potentes como el carvacrol y el timol, famosos por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
El aceite esencial de orégano es muy apreciado por sus efectos antibacterianos, antivirales y antifúngicos. Un estudio descubrió que el aceite esencial de orégano podía inhibir la entrada celular de la variante Delta del SARS-CoV-2.
Aceites de cítricos
Los aceites esenciales de cítricos contienen limoneno, un compuesto con una amplia gama de propiedades beneficiosas, como efectos antioxidantes, antiinflamatorios, anticancerígenos, antinociceptivos (bloqueantes del dolor) y gastroprotectores. El limoneno también ha demostrado beneficios protectores en enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, además de la epilepsia, la ansiedad y los accidentes cerebrovasculares.
Aceite de incienso
Se ha demostrado que el aceite de incienso posee propiedades inmunomoduladoras. Su compuesto activo, el ácido boswélico, puede tener efectos antimicrobianos, antitumorales y antiinflamatorios. Pequeños estudios, algunos de ellos con participantes humanos, sugieren que la resina de incienso puede ayudar a tratar enfermedades crónicas, como la colitis (inflamación del intestino grueso) y el asma bronquial.
Según Kuo, algunos pacientes de cáncer utilizan aceite de incienso durante la quimioterapia. Una revisión de 2020 descubrió que el incienso podría ser beneficioso para tratar el edema relacionado con el cáncer cerebral, aunque no parecía reducir el tamaño de los tumores.
Aceite de lavanda
La lavanda se presenta en diversas formas, pero la lavanda verdadera, conocida científicamente como Lavandula angustifolia (lavanda de hoja estrecha), es la más reconocida por sus propiedades terapéuticas y aromáticas. Según Kuo, la lavanda verdadera contiene compuestos que mejoran la función inmune y se ha demostrado que estimula la reacción de los macrófagos contra la bacteria Staphylococcus aureus (estafilococo dorado).
Un ensayo clínico de 2023 descubrió que la lavanda puede ayudar a reducir la gravedad de la tos y mejorar la disfunción del olfato y el gusto en pacientes con COVID-19.
Aceite de canela
La evidencia farmacológica indica que la canela tiene propiedades antivirales, antiinflamatorias, antioxidantes, protectoras de órganos y antidepresivas. Además, su efecto antiobstructivo puede ayudar a aliviar las obstrucciones de la mucosa de las vías respiratorias asociadas a las infecciones por COVID-19.
Aceite de eucalipto
Diversos estudios sugieren que el aceite de eucalipto puede poseer propiedades de apoyo inmunológico. Tradicionalmente, se ha utilizado para tratar una serie de enfermedades respiratorias, como la faringitis, la bronquitis y la sinusitis.
Para los pacientes con flema espesa y tos dolorosa, los aceites esenciales de eucalipto, como los derivados del eucalipto de menta (Eucalyptus dives) y el eucalipto de goma azul (Eucalyptus globulus), pueden ayudar a reducir la mucosidad y aliviar las molestias, señaló Kuo. Sin embargo, advirtió contra el uso del eucalipto limón (Eucalyptus citriodora), que se emplea principalmente como repelente de insectos.
Aceite de romero
Tradicionalmente, el romero se ha utilizado como agente antiinflamatorio y analgésico. También es conocido por sus notables propiedades antioxidantes y antimicrobianas. Un estudio reveló que el extracto acuoso de romero puede ayudar a reducir el riesgo de infección por COVID-19 y su progresión.
Kuo recomienda utilizar cineol de romero en lugar de verbenona de romero, ya que esta última se utiliza principalmente para el cuidado antienvejecimiento de la piel.
El efecto del diente de león
Kuo citó un estudio alemán que indica que el extracto acuoso de diente de león puede bloquear la unión de la proteína espiga del virus COVID-19 al receptor humano ACE2.
Esto contribuye a impedir que el virus infecte las células pulmonares e inhibe la secreción de interleucina-6 proinflamatoria, un tipo de proteína que interviene en la respuesta inmunitaria, desencadenada por el virus.
Formas de empleo de los aceites esenciales
Kuo describió tres métodos sencillos y eficaces para utilizar los aceites esenciales:
Difusión
Los pacientes con COVID-19 pueden toser o tocar superficies del hogar, lo que puede propagar el virus. Kuo recomienda usar aceites esenciales en un difusor para combatir los virus transmitidos por el aire y ayudar a reducir la transmisión en interiores.
Aplicación tópica
Mezcle varios aceites esenciales con un aceite portador, diluyendo la mezcla hasta una concentración del 2%, y aplíquelo sobre el pecho y la espalda. Hay que tener precaución con el aceite de orégano, manteniendo su concentración por debajo del 0.5% para evitar irritaciones cutáneas.
Inhalación
Colocar aceites mezclados cerca de la nariz puede ser beneficioso, dijo Kuo. Sin embargo, ella advirtió del peligro de utilizar demasiado aceite de orégano, recomendando dos o tres gotas por cada 30 mililitros (1 onza) para adultos y solo una gota para niños. Como alternativa, el aceite esencial de ajedrea de invierno puede ser una opción más suave para los niños, ya que contiene menos carvacrol y es menos probable que cause irritación.
Para evitar la contaminación cruzada, cada persona debe utilizar su propio inhalador. El método recomendado consiste en colocar el inhalador cerca de cada fosa nasal, hacer 20 inhalaciones por cada lado y repetir el proceso cada dos horas.
Recuperación del gusto y el olfato
La pérdida del gusto y el olfato es un síntoma común después de contraer COVID-19. Para ayudar a recuperarlos, se sugiere el reentrenamiento olfativo como método eficaz. Kuo mencionó las directrices de la Clínica de Recuperación de COVID (CRC) de la UNC, que recomiendan cuatro aceites esenciales: rosa, citronela (cítrico/limón), eucalipto (mentol) y canela.
Huele cada aceite dos veces al día durante seis semanas para favorecer el restablecimiento del sentido del olfato, explica Kuo. Los pasos concretos son los siguientes:
- Añada unas gotas de aceite esencial a un algodón o almohadilla y déjelo reposar de uno a dos minutos.
- Mantenga la almohadilla a unos dos centímetros de la nariz e inhale lenta y naturalmente. Visualice el aroma en su mente mirando una imagen o cerrando los ojos e imaginándolo.
- Aleje la almohadilla y repita el proceso varias veces con el mismo aceite.
- Repita este proceso con cada aceite esencial, descansando unos minutos entre cada uno.
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