Una activista, apodada en las redes sociales chinas como la «chica de la tinta«, fue reportada desaparecida después que publicó un video en Twitter el 30 de noviembre, en el que expuso los abusos que sufrió como resultado de ser perseguida por las autoridades chinas, luego de criticar al régimen y desfigurar una foto del líder chino Xi Jinping en 2018.
Dong Yaoqiong, nativa de la ciudad de Zhuzhou, provincia de Hunan, es una exagente inmobiliaria que trabajó en Shanghai. El 4 de julio de 2018, Dong transmitió en vivo en Twitter mientras salpicaba con tinta un cartel de propaganda con la imagen de Xi que estaba frente al edificio HNA de Shanghai. La mujer expresó su oposición a la dictadura del Partido Comunista Chino (PCCh) y criticó a las autoridades por perseguir a su propia población mediante tácticas de lavado de cerebro y control mental.
El mismo día, Dong fue secuestrada por la policía de Shanghai. Su acto de vandalismo fue considerado por las autoridades como «un ataque a los líderes del estado», según un informe de The Independent. Poco después de su desaparición, Dong fue llevada a su ciudad natal en Zhuzhou, donde recibió tratamiento psiquiátrico en el Hospital No. 3 de Hunan (una institución psiquiátrica), informó la Voz de América el 22 de julio de 2018.
El 19 de noviembre de 2019, Dong fue liberada y enviada a la residencia de su madre en el municipio de Taoshui de Hunan, donde quedó bajo vigilancia de las autoridades locales.
En mayo de este año, las autoridades se llevaron de nuevo a Dong y la retuvieron en una institución psiquiátrica, desde donde fue liberada un mes después. Sin embargo su familia notó que ella había cambiado.
Su padre, Dong Jianbiao, descubrió que ella era una persona diferente. En una entrevista con Human Rights Network a fines de septiembre, el Sr. Dong dijo que su hija la obligaron a tomar muchos medicamentos en el hospital. En consecuencia, la joven animada y alegre se volvió reservada, nerviosa y abatida. Él expresó su preocupación por el hecho de que las autoridades pudieran volver a buscar a su hija y detenerla en un hospital psiquiátrico. El padre pidió a la comunidad internacional que prestara atención a su difícil situación.
El 30 de noviembre, Dong publicó un vídeo en Twitter sobre la persecución que sufrió por parte de las autoridades chinas. Su video fue pronto eliminado, pero fue reposicionado por ciudadanos y activistas de derechos humanos.
董瑤瓊本人發的視頻,瑤瓊請朋友們關注她、把她的聲音傳播出去!
瑤瓊告訴大家她一直被中共當局剝奪自由,她沒有精神病、也沒有違反法律。
中共當局立即還給瑤瓊自由。 pic.twitter.com/GfunVuo66Q— 相林? (@xianglin8964) November 30, 2020
«Yo no soy una enferma mental, pero estoy al borde de un colapso nervioso porque estoy siendo perseguida por ellos [el PCCh]» (…) Después de que me dieron el alta del hospital mental por segunda vez me asignaron a trabajar en el departamento del gobierno local. El llamado ‘trabajo’ era en realidad una táctica para ponerme bajo su vigilancia y control», dijo Dong.
La mujer reveló que las autoridades siguen su paradero y vigilan de cerca su círculo social.
Además no se le permite contactar a su padre. Ella se enteró a través de la activista local, Ou Biaofeng, que su padre sobrevivió a un accidente de trabajo en la Mina de Carbón Yuanjiangshan en Leiyang, Hunan. Según los informes de los medios de comunicación chinos, 15 trabajadores estaban bajo tierra cuando el agua inundó el pozo de la mina el 29 de noviembre. Solo dos trabajadores, entre los que se encuentra el padre de Dong, lograron escapar mientras que 13 quedaron atrapados.
Bajo la presión de ser monitoreada de cerca, Dong expresó que estaba al borde de un colapso mental.
«Decidí tuitear ahora porque ya no les tengo miedo (…) Si me meten en un hospital (psiquiátrico) de nuevo, no hay problema y si me quedo atrapada allí por el resto de mi vida, que así sea».
«Así, yo no quiero vivir más. Bajo este tipo de presión de ser monitoreada, realmente no puedo soportarlo más. Estoy cerca de quebrarme. Gracias a todos por prestarme atención. No pensaré en las consecuencias de tuitear esta noche. Soportaré las consecuencias».
«¿Qué hice mal? ¿Rompí la ley? ¿O realmente tengo un problema mental? Antes de salpicar la tinta [refiriéndose al incidente de 2018], estaba trabajando en una empresa en Shanghai. ¡Pueden preguntarle a mis colegas si estoy mal mentalmente!», cuestionó Dong.
Además del video, Dong también publicó tres comentarios en Twitter el mismo día, condenando a Xi Jinping y al vicepresidente chino Wang Qishan por «usar el poder por encima de todo el país» para sofocar su libertad. Dong subrayó que no estaba mentalmente enferma y que fue detenida en el hospital en contra de su voluntad.
En la actualidad, el video y los mensajes de Dong fueron eliminados. Hasta el 1º de diciembre no hubo actividad en su cuenta de redes sociales y se especula que puede haber sido secuestrada por las autoridades, informó Radio Free Asia.
El activista Xianglin publicó el video de Dong en Twitter y pidió su liberación. «Yaoqiong le dice a todo el mundo que fue privada de su libertad por las autoridades comunistas chinas y que no es una enferma mental y no ha violado la ley. Las autoridades del PCCh deberían liberar inmediatamente a Yaoqiong».
La activista prodemocracia Li Fang, retuiteó el video de Dong. «¡Dong Yaoqiong dijo que nunca ha sido una enferma mental! Estuvo presa en un hospital mental durante más de dos años porque salpicó tinta en la foto de Xi Jinping y la obligaron a tomar medicamentos todos los días. Su castigo constituye un delito de detención ilegal y ahora está detenida ilegalmente por agencias gubernamentales», dijo Li.
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