El activista provida Mark Houck y su esposa han demandado al Departamento de Justicia (DOJ) por el trato que dispensó a su familia durante su angustiosa detención a punta de pistola.
Los Houck presentaron sus demandas el 6 de noviembre, solicitando daños y perjuicios por asalto, detención ilegal, abuso de proceso, persecución maliciosa y represalia, e «imposición intencional de angustia emocional».
Houck, católico y padre de siete hijos, fue detenido en su casa de East Greenville, Pensilvania, la madrugada del 23 de septiembre de 2022, cuando su familia se despertó y se encontró con un grupo de agentes del FBI fuertemente armados en la puerta de su casa.
La detención se produjo a raíz de un altercado ocurrido en octubre de 2021 entre Houck y un anciano escolta de una clínica de Planned Parenthood, un incidente en el que las autoridades locales decidieron no presentar cargos.
Sin embargo, más de un año después, el DOJ acusó a Houck de violar en dos ocasiones la Ley de Libertad de Acceso a las Entradas de las Clínicas (Freedom of Access to Clinic Entrances, FACE), una ley que prohíbe las conductas violentas y amenazantes destinadas a interferir en el derecho de una persona a «buscar, obtener o prestar servicios de salud reproductiva».
Un jurado absolvió a Houck de esos cargos en enero. Pero según las denuncias -presentadas por el bufete de abogados Graves Garrett- él y sus familiares siguen sufriendo «graves trastornos emocionales» provocados por su detención y la lucha por su libertad.
«Estos agentes del gobierno intentaron intencionalmente agredir a Houck y privarle de sus derechos amparados por la Cuarta Enmienda haciendo un uso excesivo de la fuerza para detenerle por cargos no violentos cuando no había amenazado a las fuerzas del orden, no poseía un arma y se había ofrecido a entregarse a las autoridades si era acusado», señala una de las denuncias.
Al parecer, durante la redada, los agentes apuntaron con sus armas a la esposa del activista, Ryan-Marie Houck, y a sus hijos, un acto que, según las demandas, tenía por objeto causar angustia emocional.
La demanda de Houck también alegaba que la acusación contra él estaba plagada de errores de hecho y declaraciones falsas que solo podrían haber sido aprobadas por un gran jurado si el DOJ hubiera presentado los hechos de forma malintencionada u ocultado información crítica y material.
Restitución
Según las demandas, el trauma emocional de la redada afectó tanto a los hijos de Houck que todos sufren ansiedad y problemas de sueño. Algunos de ellos también han desarrollado miedos profundamente arraigados a la policía, a las visitas inesperadas y a perder a sus padres.
«El Sr. Houck considera importante ser fuerte por ellos», afirma una de las quejas. «Pero llevar su propia carga emocional junto con el dolor y el miedo de su mujer y sus siete hijos le ha pasado una factura enorme al Sr. Houck».
En el caso de la Sra. Houck, las demandas afirman que el tributo de la terrible experiencia no solo se ha manifestado en angustia mental y emocional, sino que también ha provocado tres abortos espontáneos.
«Los médicos atribuyen la pérdida de los bebés al estrés de estos acontecimientos y han comunicado a los Houck que ahora son estériles como consecuencia de ello. El Sr. y la Sra. Houck sufren una inmensa pena y dolor por estas pérdidas de vidas y este diagnóstico», afirma la demanda.
Otros perjuicios que se enumeran en la demanda son la pérdida de ingresos y de oportunidades de negocio tras la sonada detención de Houck.
En total, los Houck reclaman una indemnización colectiva de 4.35 millones de dólares.
«Esto es más que una simple demanda; es una declaración rotunda de que la era de perseguir a las personas por su postura provida ha terminado», dijo Shawn Carney, presidente y director ejecutivo de 40 Días por la Vida, que también representa a los Houck.
Carney dijo que su organización, para la que Houck se ha ofrecido como voluntario, siempre ha cooperado con las fuerzas del orden federales, pero que, tras la revocación de Roe contra Wade por el Tribunal Supremo, esa dinámica «ha cambiado radicalmente».
«La casa de Mark Houck fue asediada a punta de pistola, una espantosa demostración de fuerza totalmente injustificada», afirmó. «Las autoridades locales no vieron delito alguno y, sin embargo, el Departamento de Justicia trató de convertirlo en un ejemplo».
«Nos levantamos ahora para salvaguardar los derechos de todos los estadounidenses que abogan por la vida. Esta es una lucha por nuestras libertades más esenciales, y estamos totalmente equipados y preparados para llevarla hasta la victoria.»
Las demandas se producen después de que Houck anunciara en agosto su candidatura al Congreso.
«Sé de primera mano lo que es ser atacado por el gobierno federal. Sé de primera mano cómo puede crearse el enemigo del Estado en virtud de tu fe. Y quiero proteger al 1er Distrito de Pensilvania y a todas las familias del 1er Distrito para que eso no les ocurra nunca», dijo entonces Houck a Catholic News Agency.
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