En Hong Kong, los activistas locales están pidiendo a la gente que salga a la calle el 1 de julio para protestar contra la ley de seguridad nacional de Beijing, a pesar de la prohibición a la reunión expedida por la policía.
Varios activistas locales, entre ellos Figo Chan, viceconvocador del grupo local prodemocrático Civil Human Rights Front (CHRF); Wu Chai-wai, presidente del Partido Demócrata de Hong Kong; concejales de distrito Tsang Kin-shing y Andy Chui; y el legislador Eddie Chu, realizaron una conferencia de prensa al mediodía del martes.
Juntos dijeron que serán los organizadores de una marcha programada para el miércoles por la tarde, desde Causeway Bay hacia el distrito central de la ciudad, después de que la policía rechazó dos solicitudes, una de CHRF y otra de Chui, para celebrar una manifestación el 1 de julio, día en el que se cumple el aniversario de la entrega de Hong Kong a China por parte de Gran Bretaña, en 1997.
CHRF, que ha sido el organizador de la mayoría de las marchas del 1 de julio en el pasado, atrajo a una multitud de más de medio millón de personas el año pasado, quienes expresaron su oposición al proyecto de ley de extradición, descartado totalmente en la actualidad.
CHRF actualmente está apelando la prohibición policial, pero se espera que la prohibición no sea revocada.
La policía rechazó la solicitud de CHRF diciendo que la protesta tenía un «potencial de violencia» y que la reunión también violaría un límite de 50 personas para evitar la propagación del virus PCCh, comúnmente conocido como el nuevo coronavirus.
Chan dijo que la marcha del miércoles se llevará a cabo con el propósito de oponerse a la ley de seguridad nacional de Beijing y para continuar con el apoyo a las cinco demandas de los manifestantes, que incluyen el sufragio universal y una investigación independiente sobre los casos de violencia policial del año pasado contra manifestantes y periodistas.
El martes por la mañana, los medios de comunicación de Hong Kong informaron que el comité permanente de la legislatura títere de China, el Congreso Nacional del Pueblo, aprobó la ley de seguridad nacional del Partido Comunista Chino (PCCh) después de una votación ceremonial.
La ley penalizará a todos aquellos que participen en actividades relacionadas con «subversión, secesión, terrorismo e interferencia extranjera» contra el PCCh.
Actualmente, ni Beijing ni los medios estatales han anunciado formalmente la aprobación de la ley, y las disposiciones exactas de la ley siguen siendo desconocidas. Se anunciaron algunos detalles el 20 de junio, como que China tendría jurisdicción sobre ciertos casos en circunstancias excepcionales.
Los medios locales RTHK informaron el martes por la tarde que la oficina de información del Consejo de Estado de China realizará una conferencia de prensa a las 10 p.m., hora local, del miércoles para «presentar» la ley de seguridad nacional.
Chan declaró que sería muy difícil que Beijing retire la ley de seguridad nacional, pero los ciudadanos locales deben estar unidos para expresar su oposición a la ley. Agregó que sabía el riesgo de salir mañana, ya que había sido acusado varias veces por participar en «asambleas ilegales».
Pidió a los habitantes de Hong Kong que no se queden callados por miedo, de lo contrario, perderán sus libertades y derechos básicos.
Wu dijo que era plenamente consciente de cómo podría ser arrestado por organizar la protesta, pero que era su responsabilidad pedirle al pueblo de Hong Kong que expresara su oposición.
La aprobación de la ley por parte de China provocó inmediatamente críticas de Japón y Taiwán. Según Kyodo News, el secretario en jefe del gabinete, Yoshihide Suga, dijo que la promulgación de la ley era «lamentable».
El portavoz del gabinete de Taiwán, Evian Ting, dijo que la ley «afectaría severamente» la libertad, la democracia y los derechos humanos en Hong Kong, y advirtió a los ciudadanos taiwaneses de «posibles riesgos» cuando visiten la ciudad china, según Reuters.
En Hong Kong, el partido prodemocrático Demosisto anunció el martes por la tarde que «disolvería y cesaría toda operación como grupo», después de que cuatro de sus miembros Joshua Wong, Nathan Law, Agnes Chow y Jeffrey Ngo anunciaron su retirada del partido más temprano ese mismo día.
La organización HKDC, con sede en Washington, declaró que apoyaba a los cuatro miembros de Demosistō en su cuenta de Twitter.
«No daremos marcha atrás y no dejaremos de hablar por Hong Kong como parte de este movimiento global que cada uno de ustedes ayudó a construir desde cero», agregó HKDC.
El grupo pro independentista del Frente Nacional de Hong Kong anunció que disolverá su sucursal de Hong Kong y pasará todo su trabajo a sus sucursales fuera de la ciudad. Agregó que continuará presionando por la independencia formal de Hong Kong.
El grupo para la independencia con sede en Hong Kong, Student Localism, también anunció que había disuelto a todos sus miembros y que sus operaciones dentro de Hong Kong habían cesado. Los miembros en el extranjero continuarán operando, incluso presionando por la independencia formal de la ciudad, dijo el grupo en un comunicado.
Según RTHK, cuatro grupos de policía en Hong Kong emitieron una declaración conjunta que dio la bienvenida a la ley de seguridad nacional, diciendo que las protestas locales en el último año habían sumido a la ciudad en «confusión».
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