El acuerdo bipartidista sobre infraestructuras alcanzado la semana pasada financiaría, si se promulga, un ambicioso proyecto para sustituir todas las cañerías de agua de plomo del país, según la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jenn Psaki.
«Esto pondrá a los estadounidenses a trabajar en la sustitución del 100 por ciento de las cañerías de plomo del país para que todos los niños estadounidenses, en casa o en la escuela, puedan abrir el grifo y beber agua limpia», dijo el lunes a los periodistas la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jenn Psaki.
El presidente Joe Biden mencionó el proyecto de sustitución de las cañerías de plomo en un artículo de opinión publicado el lunes, al promover el acuerdo de infraestructuras.
«Aquí mismo, en Estados Unidos, hasta 10 millones de hogares y 400,000 escuelas y guarderías obtienen el agua de las cañerías y líneas de servicio de plomo», escribió Biden. «Este acuerdo acabará con la amenaza del agua contaminada con plomo de una vez por todas, especialmente en las comunidades de color y en la América rural».
Psaki declinó proporcionar un calendario para el proyecto.
«Los detalles son muy importantes aquí. Todo tiene que estar escrito en la legislación final del proyecto de ley. Pero está claro que el presidente está deseando que se haga lo antes posible», dijo.
La exposición al plomo puede provocar defectos de desarrollo en fetos, bebés y niños pequeños.
El líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell (R-Ky.), dijo a los periodistas el lunes que sigue indeciso sobre si apoyar el acuerdo debido a las preocupaciones sobre cómo se pagará todo el paquete de medidas.
McConnell hizo estas declaraciones en una rueda de prensa en Louisville, en respuesta a un periodista que le preguntó si apoyaría el paquete de medidas por 1.2 billones de dólares, que fue negociado la semana pasada por 10 senadores —cinco de cada partido— que se reunieron con Biden.
Biden provocó la ira de los republicanos cuando, horas después de anunciar el acuerdo bipartidista, dijo que consideraba que el proyecto de ley estaba vinculado a otra legislación que los demócratas quieren sacar adelante sin el apoyo de los republicanos y afirmó que «si solo me llega una, no la firmaré. Van en tándem».
Varios republicanos reaccionaron al ultimátum de un veto de Biden —que el presidente a continuación retiró— sugiriendo que se negarían a respaldar el acuerdo bipartidista si éste depende de la aprobación de otras prioridades de gasto por parte de los demócratas.
Con información de Tom Ozimek.
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