Un acuerdo de alto el fuego para detener los combates entre Israel y el grupo terrorista Hezbolá es casi definitivo, según Michael Herzog, embajador de Israel en Estados Unidos.
«Estamos cerca de un acuerdo», dijo Herzog el lunes en una entrevista con la Radio del Ejército de Israel, añadiendo que todavía había puntos que debían abordarse. «Podría ocurrir en cuestión de días».
Los enviados estadounidenses del presidente Joe Biden habían intensificado sus esfuerzos para negociar una tregua antes de la próxima transición presidencial. El 19 de noviembre, Amos Hochstein, enviado de la Casa Blanca para el Medio Oriente, visitó Beirut para dos días de conversaciones con funcionarios libaneses antes de dirigirse a Israel para continuar con el impulso diplomático.
Otro enviado de Biden, el subsecretario Adjunto de Defensa, Daniel Shapiro, también se reunió con funcionarios israelíes para ultimar los detalles del posible alto el fuego, según informan los medios de comunicación locales.
Según los términos propuestos, Hezbolá retiraría sus fuerzas al norte del río Litani, mientras que el ejército libanés asumiría el control del sur del Líbano para impedir que el grupo terrorista restablezca su presencia allí. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, exigió que cualquier acuerdo preserve la capacidad de Israel para contrarrestar las amenazas del Líbano y garantice el regreso a sus hogares de los israelíes que fueron desplazados. Decenas de miles de personas se vieron obligadas a evacuar el norte de Israel después que Hezbolá comenzó a atacar la región el 8 de octubre de 2023, un día después del ataque aéreo, terrestre y marítimo del grupo terrorista Hamás contra el sur del país.
Pero hay disensiones en el seno del gobierno de Netanyahu. El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, se pronunció en contra del acuerdo propuesto, argumentando que la frontera norte de Israel no estará segura hasta la destrucción de Hezbolá y que cualquier alto el fuego sería una «oportunidad histórica perdida» para desmantelar el grupo respaldado por Irán.
«No es demasiado tarde para detener este acuerdo», escribió Ben Gvir en X. «¡Debemos continuar hasta la victoria absoluta!».
Aún no está claro si Hezbolá aceptará el acuerdo. Las recientes operaciones de sabotaje, los ataques aéreos selectivos y las incursiones terrestres de Israel en el sur de Líbano han diezmado a los altos mandos del grupo y debilitado su fuerza de combate, pese a lo cual Hezbolá sigue lanzando ataques diarios con cohetes contra ciudades israelíes y participando en enfrentamientos con las tropas terrestres israelíes.
Mientras avanzan las negociaciones mediadas por Washington, se ha intensificado la violencia sobre el terreno. El 24 de noviembre, Hezbolá disparó más de 250 cohetes y aviones teledirigidos contra el norte y el centro de Israel durante todo el día, hiriendo a varios civiles.
En respuesta, la aviación israelí bombardeó la infraestructura del grupo terrorista, incluidos los centros de mando en los suburbios del sur de Beirut. Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) dijeron que advirtieron a los civiles de la zona que evacuaran antes de los ataques.
«Ningún país toleraría esta agresión», escribió en X el teniente coronel Nadav Shoshani, portavoz de las FDI. “Las FDI seguirán defendiendo a nuestros civiles y respondiendo a estos ataques”.
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