Un excientífico de Corning Inc. ha sido acusado en relación con un presunto plan para robar tecnología de un proyecto financiado por el gobierno en el que estaba trabajando y transferirla a China.
Wang Ji, de 59 años, fue acusado a finales del mes pasado por un gran jurado federal de Rochester, Nueva York, de espionaje económico, robo de secretos comerciales y exportaciones ilegales.
Según la acusación recientemente revelada, Wang, que trabajó para la empresa entre 1998 y 2019, fue asignado como científico principal para trabajar en un proyecto iniciado y parcialmente financiado por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (DARPA, por sus siglas en inglés). DARPA inyectó 16 millones de dólares en el emprendimiento.
El objetivo del proyecto era desarrollar fibras láser ópticas de alta potencia que pudieran utilizarse para derrotar a drones hostiles. Wang y su equipo tuvieron éxito, aumentando la potencia de los láseres de fibra en 1000 veces, según el documento judicial.
La información y la tecnología producida por el proyecto eran secretos comerciales que pertenecían a Corning y cuya exportación estaba restringida por la ley estadounidense, dijo el gobierno.
Los fiscales alegan que en julio de 2016, Wang, sin permiso, descargó los archivos del proyecto de la DARPA, incluida la información sobre la fabricación de las fibras láser, en su memoria personal. Según la acusación, Wang robó la información para utilizarla como referencia para un negocio de fibras láser que buscaba establecer en China, llamado «QuantumWave».
En ese momento, Wang y un socio comercial no identificado estaban negociando con varias autoridades chinas de la megalópolis del norte, Tianjin, la creación de una empresa de investigación y desarrollo de fibra láser, según la acusación. Buscaban 29 millones de dólares de financiación inicial para la empresa.
Los dos también expresaron su interés en crear un laboratorio de fibra óptica en la ciudad como parte de un programa de contratación patrocinado por el Estado, según el documento. Los planes de contratación patrocinados por el Estado chino han sido criticados por funcionarios estadounidenses que dicen que facilitan la transferencia de tecnología y conocimientos técnicos estadounidenses a China.
Según la acusación, Wang y su socio expresaron en una ocasión a sus homólogos chinos que la tecnología que pretendían traer estaba «estrictamente controlada» por Estados Unidos.
Los fiscales también alegan que Wang llevó datos del proyectos de la DARPA sujetos a control de exportación en su laptop en al menos dos viajes a China en 2017.
Las negociaciones con las entidades chinas finalmente fracasaron, por lo que en 2018, Wang y su socio se dirigieron a un inversor estadounidense en busca de unos 15 millones de dólares de financiación para lanzar QuantumWave en Estados Unidos, según la acusación. La propuesta era fabricar la misma fibra láser desarrollada por el proyecto de la DARPA.
Si es declarado culpable, Wang se enfrenta a una pena máxima de 20 años de prisión y una multa de hasta 5 millones de dólares.
Corning, en una declaración facilitada a los medios de comunicación locales, dijo que «se toma muy en serio la protección y defensa de su propiedad intelectual» y que seguirá el caso y cooperará con las fuerzas policiales.
El abogado de Wang y la oficina del fiscal del distrito oeste de Nueva York no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios.
Este caso es el más reciente de una serie de acusaciones federales centradas en el robo de propiedad intelectual estadounidense en beneficio de China.
En abril, You Xiaorong, exempleado de Coca-Cola, fue condenado por robar secretos comerciales relacionados con el recubrimiento de envases de bebidas de empresas estadounidenses. You planeó entonces utilizar la tecnología para fabricar el recubrimiento en el mercado mundial.
En junio de 2020, el profesor chino Zhang Hao fue declarado culpable de espionaje económico y de robar tecnología inalámbrica de empresas estadounidenses en beneficio del régimen chino. La tecnología en cuestión filtra señales no deseadas en dispositivos inalámbricos, como teléfonos móviles y tabletas, y tiene aplicaciones destinadas a consumidores y al sector militar.
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