Las autoridades rusas, incluido el presidente Vladimir Putin, acusaron a las tropas ucranianas de cruzar la frontera hacia la región de Kursk, lo que supone la posible primera incursión de este tipo de Ucrania en Rusia desde el inicio de la guerra.
Las fuerzas ucranianas «atacaron las posiciones de las unidades que cubren la frontera estatal de la Federación Rusa en las zonas de los asentamientos de Nikolayevo-Daryino y Oleshnya en la región de Kursk», cerca de la frontera ruso-ucraniana, al norte de Kharkiv en Ucrania, dijo el ministerio ruso en un posteo en las redes sociales el martes.
En el ataque participaron 300 soldados, 11 tanques y 20 vehículos de combate de la 22ª Brigada Mecanizada ucraniana.
En un discurso pronunciado el miércoles ante los miembros del gobierno ruso, Putin pidió a las autoridades regionales que se implicaran en la defensa de Kursk, región situada al norte de la ciudad ucraniana de Kharkiv. También calificó la incursión de «gran provocación».
Putin también denunció que las fuerzas ucranianas estaban llevando a cabo el bombardeo «indiscriminado de objetivos civiles» en la región de Kursk, mientras que el ministerio de Sanidad ruso dijo que 31 personas habían resultado heridas, entre ellas seis niños.
Diecinueve personas, entre ellas cuatro niños, fueron hospitalizadas y «se celebraron consultas de telemedicina con especialistas de organizaciones médicas federales», según el comunicado del ministerio.
El Epoch Times no pudo verificar inmediatamente las afirmaciones de Rusia. Las autoridades ucranianas no han respondido públicamente a las declaraciones de Rusia.
Mientras tanto, el alcance del ataque, incluido si las fuerzas ucranianas fueron capaces de mantener posiciones dentro de Rusia, no estaba claro. Tampoco está claro si los militares ucranianos, un grupo paramilitar u otra fuerza de combate llevaron a cabo el ataque.
El miércoles, la agencia estatal de noticias RIA Novosti informó de que el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas, Valery Gerasimov, había declarado que «se ha detenido el avance de las Fuerzas Armadas ucranianas en las profundidades del territorio ruso».
Tras la supuesta incursión, su gobernador, Alexei Smirnov, declaró el estado de emergencia en Kursk, según un mensaje publicado en las redes sociales. También hizo un llamamiento a los residentes en la región para que donaran sangre.
«En las últimas 24 horas, nuestra región ha resistido heroicamente los ataques» de las tropas ucranianas, escribió Smirnov en Telegram, añadiendo que todos los servicios de emergencia estaban en alerta máxima. Smirnov dijo que las autoridades habían evacuado a más de 200 personas de las zonas bajo bombardeo, mientras que varios miles más se marcharon en sus propios vehículos.
«Para eliminar las consecuencias de la entrada de fuerzas enemigas en la región, se tomó la decisión de introducir el estado de emergencia a partir del 7 de agosto», decía el post, según una traducción.
El ministerio de Defensa ruso dijo en un post posterior en Telegram que movilizó helicópteros Ka-52 a la región para llevar a cabo ataques contra equipos militares y tropas ucranianas cerca de la frontera de Kursk.
De confirmarse, la incursión transfronteriza sería una de las mayores de Ucrania desde la invasión a gran escala de Rusia en febrero de 2022, y sin precedentes por su despliegue de unidades militares ucranianas.
Los observadores de fuentes abiertas tampoco han podido verificar las afirmaciones. El Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en Estados Unidos, dijo que no podía verificar si los vehículos blindados dañados y abandonados que aparecen en un vídeo geolocalizado a 6 kilómetros al norte de la frontera, al oeste de Lyubimovka, en la región de Kursk, eran ucranianos.
«Milbloggers rusos publicaron imágenes que afirmaban mostrar las secuelas de las supuestas incursiones ucranianas, aunque la mayor parte de los daños mostrados en las imágenes parecen ser el resultado de bombardeos ucranianos rutinarios y no indican que hubiera actividad terrestre en la zona», escribió el Instituto.
A la vez, indicó que los blogueros militares rusos han «desestimado en gran medida las supuestas incursiones ucranianas en el óblast de Kursk, y los funcionarios ucranianos aún no han hecho comentarios al respecto».
A principios de este año, grupos que decían luchar del lado de Ucrania afirmaron haber penetrado en partes de Kursk y de la región de Belgorod antes de que Moscú dijera que había repelido esos ataques. La frontera de la región de Kursk con Ucrania tiene 150 millas de largo, lo que hace posible que los grupos de sabotaje lancen incursiones rápidas y capturen algo de terreno antes de que Rusia despliegue refuerzos.
The Associated Press contribuyó a este reportaje.
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