Adicción: La crisis de los opiáceos de Estados Unidos

El documental de la BBC de 2019, «Addicted: America’s Opioid Crisis» (Adicto: la crisis de opiáceos de Estados Unidos), explora la profundidad de la adicción en la nación a los analgésicos opiáceos y el papel que desempeña Purdue Pharma y otros fabricantes de la droga.

Como se señala en la película, los opiáceos matan a más personas que cualquier otra droga en el mercado, y es el único tipo de droga que puede condenar a una persona a una vida de adicción después de una sola semana de uso.

Según la BBC, «1 de cada 8 niños estadounidenses vive con un padre que sufre de un trastorno de abuso de sustancias», y «cada 15 minutos, nace un bebé en Estados Unidos que sufre de abstinencia de opiáceos». Los niños en edad de escuela media entrevistados también dicen que tienen fácil acceso a las drogas, en el caso que las quieran.

Ahora muchos culpan a las empresas farmacéuticas que fabrican esas drogas y las han promovido falsamente como seguras y no adictivas para pacientes de todo tipo, incluidos los niños.

Entre ellos se encuentra uno de los antiguos adictos que aparecen en la película, quien dice que cree que las empresas farmacéuticas deben ser responsables de su papel en la creación de esta epidemia, y que deben ayudar a financiar la solución.

Purdue Pharma se declara culpable y se retira

Una de las compañías farmacéuticas más prominentes involucradas en la creación de esta crisis de adicción a los opiáceos es Purdue Pharma, el fabricante de OxyContin. A finales de octubre de 2020, Purdue Pharma aceptó declararse culpable de tres cargos penales federales relacionados con su papel en la crisis de los opiáceos, incluyendo la violación de una ley federal contra el soborno, la conspiración para defraudar al gobierno de EE .UU. y la violación de la Ley de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos.

Para resolver los cargos, se supone que Purdue debe pagar 8300 millones de dólares en multas, confiscación de ganancias pasadas y pagos de responsabilidad civil, pero como no tiene el efectivo, se disolverá la compañía y sus activos se usarán para construir una «compañía de beneficio público» que produzca opiáceos y pague por el tratamiento de la adicción.

Ahora los analgésicos legales son la puerta de entrada a la heroína

Si bien durante mucho tiempo la marihuana se conoció como la droga de entrada a otros usos de drogas ilícitas, esa distinción pertenece ahora a los opioides de venta con receta médica. Según datos del Instituto Nacional sobre el Uso Indebido de Drogas, el consumo de opioides de venta con receta es un importante factor de riesgo para el posterior consumo de heroína.

La incidencia del consumo de heroína es 19 veces más alta entre quienes han consumido opioides con fines no médicos que entre quienes no tienen antecedentes de consumo de opioides, y el 86% de los jóvenes consumidores urbanos de drogas inyectables informan que consumieron analgésicos opioides con fines no médicos antes de empezar a consumir heroína. En general, casi el 80 por ciento de los consumidores de heroína ahora reportan haber consumido opiáceos recetados antes de la heroína.

De manera similar, los datos de la Universidad de Michigan muestran que poco menos de 1 de cada 3 personas (el 31.8 por ciento) abusaron de los opioides durante sus años de escuela secundaria y terminaron consumiendo heroína a los 35 años.

Cuando se trata de niños y adolescentes, una fuente importante de opiáceos la constituyen los dentistas, que emitieron la asombrosa cifra de 18.1 millones de recetas de opiáceos en 2017. Los opiáceos se prescriben con frecuencia para la extracción de las muelas del juicio, aunque no hay pruebas que apoyen esta estrategia.

Esto es especialmente cierto si visita a un dentista biológico que sabe lo que ellos están haciendo. A principios de este año tuve un absceso periapical y me tuvieron que extraer la muela. Visité a uno de los mejores dentistas de Florida, el Dr. Carl Litano, al sur de Tampa. Usó plasma rico en plaquetas (PRP) en el lugar de la extracción y no tuve ningún dolor ni hinchazón sin ninguna medicación. Después de eso, nadie pudo decir que tuve una extracción el día anterior.

A los niños también les prescriben imprudentemente opiáceos adictivos para procedimientos quirúrgicos menores. Por ejemplo, los datos de reclamaciones de seguros de 2016 y 2017 revelan que el 60 por ciento de los niños entre 1 y 18 años con seguro privado llenaron una o más recetas de opiáceos después de la extracción quirúrgica de amígdalas.

A su vez, las investigaciones demuestran que los opioides (incluyendo la morfina, el Vicodin, la oxicodona y el fentanilo) no logran controlar el dolor moderado a severo mejor que los medicamentos de venta libre como el acetaminofén, el ibuprofeno y el naproxeno.

Una epidemia causada por la codicia

Como se indica en la película, se trata de una epidemia causada por la codicia dentro del sistema médico. Purdue Pharma fue excepcionalmente hábil para comercializar su producto, astutamente disfrazando sus anuncios como material educativo. (Lo mismo se puede decir claramente de muchas otras compañías farmacéuticas y sus productos hoy en día).

No hay duda que la publicidad falsa jugó un papel central en la epidemia de opiáceos, y para los médicos, destaca la importancia de mantenerse al tanto de las investigaciones publicadas en lugar de confiar en los representantes de ventas de las compañías farmacéuticas en su educación.

El fraude tiene sus raíces en una breve carta al editor publicada en el New England Journal of Medicine en 1980. La carta, que se limitaba a comentar un examen superficial de los expedientes de pacientes en un hospital de Boston, afirmaba que la adicción a los narcóticos en pacientes sin antecedentes de adicción era poco frecuente.

Purdue basó su comercialización de OxyContin en esta carta, durante años afirmando falsamente que la adicción a los opiáceos afecta a menos del 1% de los pacientes tratados con estas drogas. De acuerdo con el material de marketing de Purdue, que aparece en la película, «el riesgo más serio con los opiáceos es la depresión respiratoria».

En realidad, los opiáceos tienen una tasa de adicción muy alta y no se ha demostrado su eficacia para el uso a largo plazo. Varios casos judiciales en los últimos años han demostrado cómo Purdue engañó sistemáticamente a los médicos sobre la adicción al OxyContin para aumentar las ventas.

Como señaló David Powell, economista principal de Rand, para producir la epidemia de drogas más letal que se haya visto en Estados Unidos «se necesita un enorme incremento en el acceso a los opiáceos, de manera que el mal uso sea fácil, pero también se necesita demanda para el mal uso del producto».

Según el documental, Purdue ganó más de mil millones de dólares al año con sus ventas de OxyContin. El éxito de OxyContin también llevó rápidamente a otras compañías farmacéuticas a usar las mismas tácticas de Purdue. Otras compañías que están recibiendo solicitudes de cuentas son Allergan, Cephalon, Endo International, Egalet Corporation, Insys Therapeutics, Johnson & Johnson, Janssen Pharmaceuticals, Mallinckrodt plc, y Teva Pharmaceutical Industries.

En el análisis final, es claro que las tácticas de marketing desmesuradamente engañosas han dado como resultado la muerte de cientos de miles de estadounidenses; 46,802 estadounidenses murieron de sobredosis de opiáceos solo en 2018. A partir de junio de 2017, los opiáceos se convirtieron en la principal causa de muerte entre los estadounidenses menores de 50 años.

Dicho esto, la BBC también señala acertadamente que necesitamos reglamentos más estrictos y controles más eficaces para evitar que este tipo de situación se repita en el futuro. Hacer que las compañías farmacéuticas paguen no es suficiente.

Purdue sedujo a los médicos, luego los abandonó

Steven May, un exrepresentante de ventas de Purdue, también reveló otro escándalo. La compañía ideó un plan para ayudar a los médicos a documentar mejor su tratamiento para el dolor. A los representantes de ventas les enseñaron cómo instruir a los médicos en el uso de estas herramientas.

Cuando esos mismos doctores finalmente se metieron en problemas por recetar opiáceos en exceso, usando las herramientas de Purdue, la compañía se alejó y no ofreció ningún apoyo. Muchos médicos perdieron sus licencias médicas. Algunos terminaron cumpliendo penas de cárcel y otros se suicidaron. «Y estaban haciendo exactamente lo que [Purdue] nos enseñó a enseñarles a ellos a hacer», dice May.

Sin remordimientos

Añadiendo el insulto a la herida, cuando se hizo evidente que las personas estaban muriendo en grandes cantidades por sobredosis de opiáceos, Purdue lanzó una amplia operación de control de daños que incluía sugerir que los que morían por los opiáceos ya eran adictos, y que esto no sucedería con los pacientes que no fueran adictos a las drogas. Básicamente fue solo una variación de la mentira inicial.

Según las demandas presentadas contra Purdue, en el decenio de 1990 la empresa sabía ya que el OxyContin era una de las drogas de las que más se abusaba en el país, pero no hizo nada para cambiar sus estrategias de comercialización y venta.

El desempleo y la pobreza alimentan la adicción

Muchos consumidores de opiáceos y heroína que aparecen en «Adictos» viven en las calles. La desesperación y la desesperanza son evidentes en todos. En los últimos años se han realizado varias investigaciones para comprender las causas que alimentan la epidemia de opiáceos.

Entre ellas figura un estudio de 2019 publicado en la revista Medical Care Research Review, en el que se examinaron los efectos de las condiciones económicas a nivel estatal -tasas de desempleo, precios medios de las viviendas, ingresos medios de los hogares, cobertura de seguros y promedio de horas de trabajo semanal —en las muertes por sobredosis de drogas entre 1999 y 2014. Según los autores:

«Las muertes por sobredosis de drogas disminuyeron significativamente con el aumento de los precios de las casas (…) en casi 0.17 muertes por cada 100,000 (~4 por ciento) con un aumento de 1000 dólares en el precio medio de la casa. Los efectos en el precio de la vivienda fueron (…) solo significativos en los hombres, los blancos no hispanos y los individuos menores de 45 años».

«Nuestros hallazgos sugieren que las recesiones económicas que reducen sustancialmente los precios de la vivienda, como la Gran Recesión, pueden aumentar las muertes relacionadas con los opiáceos, lo que sugiere que los esfuerzos para controlar el acceso a tales drogas se deben intensificar especialmente durante estos períodos».

Del mismo modo, una investigación publicada en el International Journal of Drug Policy en 2017 relacionó las recesiones económicas y el desempleo con el incremento del consumo de drogas ilícitas entre los adultos. 17 de los 28 estudios incluidos en la revisión determinaron que la angustia psicológica asociada a las recesiones económicas y el desempleo fue un factor significativo:

Una revisión de las investigaciones disponibles realizada por científicos de los Países Bajos y el Reino Unido concluyó: «Las pruebas actuales están en consonancia con la hipótesis de que el consumo de drogas aumenta en tiempos de recesión porque el desempleo aumenta la angustia psicológica que incrementa el consumo de drogas. En épocas de recesión, es probable que sea importante el apoyo psicológico para quienes perdieron su empleo y son vulnerables al uso de drogas (recaídas)».

En otro estudio de 2019 publicado en Population Health se revisaron los vínculos entre el libre comercio y las muertes por consumo de opiáceos entre 1999 y 2015, y se llegó a la conclusión que «la pérdida de empleos debido al comercio internacional está positivamente asociada con la mortalidad por sobredosis de opiáceos a nivel de condado». En general, por cada 1000 personas que perdieron su empleo debido al comercio internacional —comúnmente debido al cierre de fábricas— hubo un aumento del 2.7% en las muertes relacionadas con los opiáceos.

El trauma aumenta el riesgo de adicción

Los traumas relacionados con el abuso también están vinculados al desempleo y al estrés financiero, y eso también puede aumentar el riesgo de consumo de drogas y de adicción. Como se observó en El Atlántico, cuando la industria de la minería del carbón en el noreste de Pensilvania se derrumbó, dejando a muchos habitantes de la zona sin perspectivas de empleo, el consumo de alcohol aumentó, al igual que el abuso de niños.

Muchos de estos niños traumatizados, a su vez, buscaron un alivio a la confusión y terminaron convirtiéndose en adictos a los opiáceos. Todo esto es particularmente pertinente hoy en día, dado que muchas partes de EE.UU. se han cerrado durante largos períodos de tiempo por temor a la COVID-19.

No poder trabajar, verse obligado a permanecer en casa durante semanas o meses, mantener una distancia antinatural incluso con sus seres queridos y no poder ver la cara de la gente cuando está en público, todas estas cosas pueden contribuir al miedo, la ansiedad y, en última instancia, a la desesperación que alimenta la adicción. De hecho, los informes advierten que el uso indebido de sustancias está aumentando como resultado de las medidas pandémicas, al igual que la violencia doméstica.

¿Esta luchando contra la adicción a los opiáceos? Por favor, busque ayuda

Es de vital importancia darse cuenta que los opiáceos son drogas extremadamente adictivas que no están destinadas a un uso a largo plazo para condiciones no fatales. Si ha estado tomando un opiáceo durante más de dos meses, o si se encuentra tomando una dosis más alta, o tomando la droga más a menudo, es posible que ya sea adicto. Los recursos donde puede encontrar ayuda comprenden lo siguiente.

Su Programa de Asistencia al Empleado en el lugar de trabajo puede ayudar y puede contactar a la Administración de Servicios de Salud Mental para el Abuso de Sustancias las 24 horas del día al 1-800-622-HELP

Utilizando microdosis de 0,001 miligramos (1 microgramo), los consumidores de opioides que han desarrollado una tolerancia a la droga pueden a largo plazo, reducir su dosis de opioides y evitar los síntomas de abstinencia ya que la LDN hace que el opioide sea más eficaz.

En el caso de la dependencia de opioides, la dosis inicial típica es de 1 microgramo dos veces al día, lo que le permitirá reducir su dosis de opioides en un 60 por ciento aproximadamente. Cuando se toma el opioide para el dolor, la LDN se debe tomar con una separación de cuatro a seis horas del opioide para no desplazar los efectos del mismo.

Alivio del dolor sin medicamentos

Muchos tipos de dolor se pueden tratar completamente sin medicamentos. Las recomendaciones de la Escuela de Medicina de Harvard y del Servicio Nacional de Salud Británico incluyen lo siguiente:

• Hacer ejercicio suave
• Fisioterapia o terapia ocupacional
• Hipnoterapia
• Distraerse con una actividad agradable
• Mantener un horario de sueño regular
• Técnicas de mente-cuerpo como la respiración controlada, la meditación, la visualización guiada y la práctica de la atención que fomenta la relajación. Una de mis favoritas son las Técnicas de Libertad Emocional (EFT)
• Yoga y tai chi
• Practicar la gratitud y el pensamiento positivo
• Compresas calientes o frías
• Biofeedback
• Terapia musical
• Masaje terapéutico

Otros enfoques incluyen suplementos útiles y cambios en la alimentación. Éstos se pueden utilizar por separado o en combinación con las estrategias mencionadas anteriormente para controlar tanto el dolor agudo como el crónico.

El Dr. Joseph Mercola es el fundador de Mercola.com. Médico osteópata, autor de best-sellers y ganador de múltiples premios en el campo de la salud natural, su visión principal es cambiar el paradigma de la salud moderna proporcionando a las personas un valioso recurso para ayudarles a tomar el control de su salud. Este artículo fue publicado originalmente en Mercola.com, visite la página web para ver las fuentes del artículo.

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