El gobierno de Biden confirmó el jueves que pidió a Arabia Saudí que retrasara la votación de la OPEP+ para recortar la producción de petróleo hasta su próxima reunión, que tendrá lugar después de las elecciones intermedias de 2022.
«Presentamos a Arabia Saudí un análisis que mostraba que no había una base de mercado para recortar los objetivos de producción, y que podían esperar fácilmente a la próxima reunión de la OPEP para ver cómo evolucionaban las cosas», dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, en un comunicado.
Kirby no dijo directamente que la Casa Blanca hubiera intentado que Arabia Saudí, miembro clave de la OPEP, retrasara la votación hasta después de las elecciones de mitad de periodo. Pero según el sitio web de la OPEP, la próxima reunión está prevista para el 4 de diciembre, aproximadamente un mes después de las elecciones de mitad de mandato, en las que los analistas favorecen que los republicanos recuperen al menos la Cámara de Representantes.
Otros países de la OPEP también nos habrían «comunicado en privado que también estaban en desacuerdo con la decisión saudí, pero que se sintieron coaccionados para apoyar la dirección de Arabia» de recortar la producción de petróleo durante la reunión de la semana pasada, dijo Kirby. No dio ningún ejemplo, pero dijo que Estados Unidos reevaluaría su relación con el gobierno saudí.
«Como ha dicho el presidente, estamos reevaluando nuestra relación con Arabia Saudí a la luz de estas acciones, y seguiremos buscando señales sobre su posición en la lucha contra la agresión rusa», dijo.
Su comentario fue emitido en respuesta a una declaración del miércoles por la noche del Ministerio de Asuntos Exteriores saudí en la que se refutaban las acusaciones de que el reino tomó partido por Rusia contra Estados Unidos.
«El gobierno del Reino de Arabia Saudí desea, en primer lugar, expresar su total rechazo a estas declaraciones que no se basan en hechos, y que se basan en presentar la decisión de la OPEP+ fuera de su contexto puramente económico. Esta decisión fue adoptada por unanimidad por todos los Estados miembros del grupo OPEP+», dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado.
«Consecuencias»
Durante una entrevista concedida esta semana a la CNN, el presidente Joe Biden dijo que el recorte de la producción de petróleo tendría consecuencias no reveladas.
«Cuando la Cámara de Representantes y el Senado vuelvan, van a tener que… va a haber algunas consecuencias por lo que han hecho, con Rusia», dijo Biden a CNN.
«No voy a entrar en lo que consideraría y lo que tengo en mente», continuó el presidente. «Pero habrá… habrá consecuencias».
Desde que Biden asumió el cargo en enero de 2021, los precios de la gasolina aumentaron de forma constante antes de subir a máximos históricos en junio de este año, cuando los datos de la AAA mostraron que el precio promedio llegó a superar los 5 dólares por galón en todo el país.
Aunque los precios han bajado desde entonces, han vuelto a aumentar progresivamente, según la AAA, y el precio actual alcanzó los 3.91 dólares el jueves. El precio promedio hace un mes era de 3.70 dólares.
Los republicanos afirman que las políticas de Biden dirigidas a la producción nacional de petróleo han desencadenado, en parte, los elevados precios de la gasolina y han contribuido a una inflación de décadas. Los datos publicados el jueves por la Oficina de Estadísticas Laborales muestran que un indicador clave de la inflación, el Índice de Precios al Consumidor, aumentó un 8.2% interanual en septiembre.
En los días posteriores a la toma de posesión del año pasado, Biden firmó órdenes ejecutivas para suspender algunos arrendamientos federales de perforación, poner fin a la construcción del oleoducto Keystone entre Canadá y Estados Unidos y acabar con algunas subvenciones federales, mientras que él y algunos demócratas han promovido los vehículos eléctricos.
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