Una política poco conocida de Biden dirigida a mantener el número de refugiados que buscan asilo en Estados Unidos en 125,000 por año ha quedado completamente desacreditada por los hechos sobre el terreno en la frontera sur con México. A la vista de toda la nación, miles de inmigrantes ilegales cruzan la frontera sur y piden asilo todos los días.
La cuota objetivo del presidente Joe Biden parece minúscula en comparación con los siete a ocho millones de extranjeros ilegales estimados que su administración reconoció que ingresaron al país durante su mandato como presidente.
“Esta administración ha hecho todo lo posible para abrir nuestra frontera y permitir que la gente ingrese a Estados Unidos bajo cualquier pretexto. Han quitado todas las barreras del sistema. Tener la desgracia de vivir en una zona de guerra o bajo las deficiencias de un gobierno fallido no son criterios de admisión a Estados Unidos”, dijo Ira Mehlman, portavoz de la Federación para la Reforma Migratoria Estadounidense (FAIR), en una entrevista con The Epoch Times.
El límite de 125.000 al año queda aún más desacreditado por la presencia en algún lugar de Estados Unidos de 2 millones de aspirantes de asilo que actualmente esperan su día en el tribunal de inmigración, dijo el Sr. Mehlman.
Un caso de asilo promedio tarda 4.2 años en resolverse por completo.
En un memorando del 29 de septiembre de 2023 dirigido al Departamento de Estado de EE.UU., el presidente Biden publicó su Determinación presidencial sobre las admisiones de refugiados para el año fiscal 2024.
La determinación anual por parte del presidente es requerida por la ley federal.
“La admisión de hasta 125,000 refugiados a Estados Unidos durante el año fiscal 2024 está justificada por preocupaciones humanitarias o es de otro modo de interés nacional”, escribió Biden.
El presidente Biden distribuyó las asignaciones de admisión entre cinco de las regiones geográficas del mundo. Escribió que “el total de admisiones entre todas las regiones no podrá exceder las 125,000”.
Los refugiados deben ser «de especial preocupación humanitaria para Estados Unidos», según el memorando.
La carta de Biden no menciona específicamente a los ciudadanos extranjeros que trabajaron para el ejército estadounidense durante tiempos de guerra y a los que a menudo se les concede la entrada a Estados Unidos para salvarlos de represalias enemigas.
Según el Instituto de Política Migratoria (MPI), “el programa de reasentamiento de refugiados de Estados Unidos se centra en admitir a las poblaciones más vulnerables y a aquellas que se cree que tienen las mejores perspectivas de integración a largo plazo. Las personas con condiciones médicas críticas o discapacidades y las familias con niños pequeños suelen tener prioridad para el reasentamiento”.
Estados Unidos se prepara para recibir a refugiados de Gaza
La agitación en Oriente Medio llevó a la administración Biden a incluir en la legislación de ayuda exterior, recientemente aprobada, 3500 millones de dólares para facilitar la reubicación de refugiados de Gaza en Estados Unidos.
Para promover ese objetivo, el 23 de abril, el Servicio de Inmigración y Ciudadanía de Estados Unidos (USCIS) anunció la próxima apertura de oficinas de campo en Qatar y Turquía “para aumentar la capacidad de procesamiento de refugiados… (para) facilitar una migración segura, legal y ordenada y la unificación familiar”.
USCIS describe los 2 nuevos centros de inmigración como extensiones internacionales de las políticas de inmigración de la administración Biden “en lugares críticos de Medio Oriente”.
Según MPI, la administración Trump redujo el número de oficinas de USCIS en todo el mundo de 23 a 8. El número ha vuelto a subir a 11 bajo la administración del presidente Biden.
El informe de abril de 2024 de la Federación para la Reforma Migratoria Estadounidense declaró: “Estados Unidos ya está viendo que las solicitudes de asilo, el estatus de refugiado y la autoridad de libertad condicional humanitaria están siendo explotados rutinariamente por los migrantes económicos para obtener una entrada rápida a Estados Unidos”.
«Los dos centros de procesamiento de refugiados en Medio Oriente solo podrían facilitar esto, aumentando nuestro riesgo para la seguridad nacional».
FAIR también dijo que podría haber algo que aprender de los estados árabes vecinos que se niegan a aceptar refugiados de puntos críticos regionales por razones de seguridad.
Durante el último año de la administración Trump, la cuota de refugiados que buscaban asilo en Estados Unidos se fijó en 15,000, un mínimo histórico.
También, enfrentado a un gran número de inmigrantes que ingresan ilegalmente al país, el presidente Trump construyó 455 millas de muro fronterizo e implementó varias políticas para tratar de detener la afluencia de inmigrantes ilegales.
Inmediatamente después de asumir la presidencia, el presidente Biden comenzó a aumentar la cuota de Trump: primero a 62,500 para el resto del año fiscal 2021, luego a 125,000 en los años fiscales 2022, 2023 y 2024.
Ninguna de las cuotas objetivo del presidente se parecía ni remotamente a la realidad.
Bajo el mandato de Biden, algunos inmigrantes llegan en vuelos directos
A través de un dispositivo de ley de inmigración temporal conocido como “libertad condicional”, la administración Biden ha acelerado la entrada a Estados Unidos de personas desplazadas de Afganistán y Ucrania.
Además, el presidente Biden concede la libertad condicional a hasta 30,000 ciudadanos de Venezuela, Haití, Cuba y Nicaragua cada mes y los transporta en avión al país, informó MPI.
Al comienzo del primer año en el cargo del presidente Trump, personas de Yemen, Irán, Somalia, Irak, Libia, Siria, Sudán del Sur, Sudán, Egipto, Malí y Corea del Norte representaban el 43 por ciento de todos los reasentamientos de refugiados en Estados Unidos.
Durante los primeros días de la administración Trump, Estados Unidos designó a los países mencionados como de «alto riesgo» para el terrorismo. El presidente Trump aumentó los controles y redujo la inmigración procedente de ellos al tres por ciento en el año fiscal 2018, al seis por ciento en el año fiscal 2019 y al 14 por ciento en el año fiscal 2020, según MPI.
Preparándose para más
El presidente Biden declaró recientemente que la Oficina de Reasentamiento de Refugiados necesita USD 9300 millones adicionales para reconstruir la infraestructura de reasentamiento de refugiados del país y apoyar el reasentamiento de refugiados.
Para implementar sus planes, el presidente Biden estima que se necesitan 1600 oficiales de asilo y personal de apoyo más para facilitar las disposiciones migratorias oportunas a un costo de USD 755 millones. También dijo que la Oficina Ejecutiva para la Revisión de Inmigración necesita USD1300 millones para contratar 375 nuevos equipos de jueces de inmigración para reducir la acumulación de casos de inmigración.
Un caso de asilo promedio tarda 4.2 años en resolverse por completo.
El plan de Biden también exige 310 coordinadores de procesamiento adicionales, 350 agentes más de la Patrulla Fronteriza y un aumento de la financiación para crear 34,000 camas de detención y fondos adicionales para cubrir el creciente costo del transporte.
Las asignaciones para completar el muro fronterizo no se mencionan en las propuestas del presidente Biden.
Destinos favoritos de los inmigrantes ilegales
En la primera mitad del año fiscal 2023, bajo el presidente Biden, el 52 por ciento de los refugiados fueron reasentados en Pensilvania, Michigan, Arizona, Carolina del Norte, Ohio, Texas, Kentucky, California, Nueva York y Washington.
El informe del MIP decía que, en todo Estados Unidos, el grupo más grande de refugiados reasentados durante el período mencionado procedía de la República Democrática del Congo. Los congoleños representaban la mayoría de los refugiados en 28 estados. Los venezolanos fueron el grupo más grande que llegó a Florida y los somalíes fueron el grupo más grande que llegó a Minnesota.
En la década de 2012 a 2022, un tercio de los refugiados reasentados se ubicaron en Texas, California, Nueva York, Ohio y Michigan.
Michigan, que sufre los efectos de una población en descenso, ha comenzado a ofrecer incentivos como subsidios de alquiler para atraer inmigrantes.
A nivel nacional, durante el período de 10 años mencionado anteriormente, el 49 por ciento de los refugiados reasentados eran cristianos y el 36 por ciento eran musulmanes. La excepción fue el último año de la administración Obama (2016), cuando los refugiados musulmanes superaron en número a los cristianos por un 46 por ciento ante un 44 por ciento.
La administración Obama determinó cuotas de solicitantes de asilo para el año fiscal que oscilaban entre 85,000 y 110,000.
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