Un alguacil de Texas expresa su preocupación de que los estadounidenses tengan que «pagar un precio» por el caos total que se desarrolla en la frontera sur.
«Esta es la primera vez en la historia de EE. UU. en la que el gobierno federal ha dado marcha atrás con los solicitantes de asilo rechazados, en el último año, y se están contactando con ellos para traerlos de regreso a Estados Unidos», dijo el sheriff AJ Louderback a The Epoch Times sobre las políticas de inmigración del presidente Joe Biden.
Louderback dijo que las reformas de Biden han hecho que los empleados del gobierno de EE. UU. se comuniquen con solicitantes de asilo rechazados durante la administración Trump y los animen a volver a solicitar el estatus de asilado bajo la administración Biden.
El sheriff por cinco mandatos del condado de Jackson agregó que la administración Biden básicamente ha «desmantelado cada parte de la Ley de Naturalización de Inmigración«, lo que significa que cualquier individuo de cualquier país está siendo «invitado» a ingresar a Estados Unidos, «ya sea que se esté buscando asilo o no».
El condado de Jackson se ve afectado directamente por la actividad de tráfico de personas a través del Valle del Río Grande—el corredor más transitado en la frontera suroeste de EE. UU. para los cruces ilegales.
“La administración Trump simplemente dijo: ‘No, vamos a hacer Protocolos de protección al migrante (…) y vamos a hacer el proceso de asilo, pero tendrás que quedarte en otro país y luego presentar una solicitud en EE. UU. y entonces ser traídos de manera ordenada’”, explicó el sheriff sobre las pautas de inmigración de la administración anterior.
Según los Protocolos de protección al migrante del presidente Donald Trump, los solicitantes de asilo fueron alojados en México mientras esperaban la decisión del la corte acerca de su solicitud. Sin embargo, Biden prohibió recientemente todas las deportaciones, y ahora se contempla a los inmigrantes ofreciéndose a los agentes de la Patrulla Fronteriza para que puedan ser procesados, notificados para presentar documentos y ser admitidos en Estados Unidos sin presentar alguna prueba por COVID-19 o sin necesidad de colocarse vacunas—lo cual Louderback describe como «hipocresía absoluta».
El sheriff dijo que había escuchado de los agentes de la Patrulla Fronteriza que trabajaban en el sector del Valle del Río Grande que en las últimas tres semanas, habían visto aproximadamente 1000 personas al día cruzando hacia Estados Unidos.
«¿A dónde van a ir?» preguntó.
Luego advirtió al pueblo estadounidense que no se les ha dicho la verdad sobre los impactos de gran alcance que tiene tal flujo de inmigrantes ilegales en las comunidades por las que pasan y se instalan.
Señaló que el flujo de personas trae dinero y poder que enriquece a los cárteles que reclaman territorios (plazas) aledaños a la frontera, a través de los cuales sus coyotes pueden cobrar paso. Tales cárteles son conocidos también por contrabandean narcóticos y armas al otro lado de la frontera.
“Si usted desea entrar a la frontera a través de las plazas, pagará lo que se llama un peso al Cartel del Golfo en esta área, y ese peso promedia un mínimo de 250 dólares por persona. Entonces [de] 1000 [personas cruzando] al día, usted está viendo un cuarto de millón de dólares por día que ingresa y financia al cartel para su futura violencia, y el acrecentamiento futuro de todas las cosas criminales que suceden aquí en Texas (…) en Estados Unidos”, dijo Louderback.
Las políticas de Biden están ayudando a canalizar a las personas hacia este comercio ilegal, agregó.
«Estamos permitiendo que los cárteles se financien a sí mismos, se enriquezcan a costa de estas personas», dijo
Muchos de los recién llegados no tienen contactos en Estados Unidos y terminan recibiendo ayuda de una organización de caridad católica que coordina contactos y viaja para ellos por todo Estados Unidos. Sin embargo, la falta de vínculos comunitarios deja a los extranjeros vulnerables a la esclavitud y a la criminalidad, dijo Louderback.
“Usted sabe, en una situación probable en la que haya una gran cantidad de personas que ingresen a una comunidad, frescas y nuevas, sin conocer a nadie o conociendo a muy poca gente, ¿Qué va a pasar con ellos? Muchos de ellos serán contratados por el cártel», agregó.
“Así que estamos trayendo a gente aquí al por mayor a este país y, claramente, hemos enviado un mensaje al mundo de que nuestras fronteras están abiertas hoy. Y los tejanos pagarán un precio; Los estadounidenses pagarán un precio por eso», dijo.
«Tener una frontera segura nos define como país», dijo el sheriff. «Creo que la gente debe prestar atención a eso».
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