Comentario
¿Quiere el gobierno de Biden fomentar una guerra civil, una rebelión masiva de los contribuyentes, o simplemente están locos?
Esos fueron los pensamientos que volaron por mi cabeza como las golondrinas que se dirigen Capistrano en el momento en que leí el reporte del 28 de octubre en el Wall Street Journal bajo el título «Estados Unidos en conversaciones para pagar cientos de millones a las familias separadas en la frontera». No hace falta decir que actualmente es su artículo más leído.
«WASHINGTON —El gobierno de Biden está en conversaciones para ofrecer a las familias inmigrantes que fueron separadas durante el gobierno de Trump alrededor de 450,000 dólares por persona en compensación, según personas familiarizadas con el asunto, mientras varias agencias trabajan para resolver las demandas presentadas en nombre de los padres y niños que dicen que el gobierno los sometió a un trauma psicológico duradero».
«Los Departamentos de Justicia, Seguridad Nacional y Salud y Servicios Humanos de EE. UU. están considerando pagos que podrían ascender a cerca de un millón de dólares por familia, aunque las cifras finales podrían cambiar, dijeron las personas familiarizadas con el asunto».
¿450,000 dólares por persona? Esto cuando millones de ciudadanos estadounidenses que realmente pagan impuestos están sufriendo, apenas pueden llegar a fin de mes durante la pandemia, y la inflación está en un ritmo récord. Ni siquiera Anthony Fauci, supuestamente el funcionario gubernamental mejor pagado, gana tanto, al menos en salario.
¿Trauma psicológico? ¿Qué tal causar un trauma psicológico a todo un país a la vez? Nunca en mi vida he oído algo tan descabellado.
Y yo que pensaba que nada podía superar el desastre de Afganistán.
Por una vez, bueno, dos veces —la primera vez fue durante las audiencias de Kavanaugh— me encontré totalmente de acuerdo con Lindsey Graham, que tuiteó.
I just about fell out of my chair when I read this.
For the sake of our country, I hope this reporting is in error.
This would be an OUTRAGE‼️
https://t.co/pQsZXcVvja— Lindsey Graham (@LindseyGrahamSC) October 28, 2021
Por no decir algo peor. El representante Doug Lamborn señaló que 450,000 dólares era más que el fondo para las víctimas del 11-S, y esta nueva propuesta es para personas que entraron en nuestro país de forma completamente ilegal.
¿Se imagina cuántos más están ahora haciendo una línea recta hacia nuestra frontera abierta después de escuchar acerca de esta increíble generosidad?
Si se quiere reír un poco, o tal vez vengarse, eche un vistazo a la sección de comentarios en la cobertura del Daily Mail de la historia que va desde «Soy un demócrata y esto es la cosa más tonta que he oído nunca» hasta el senador Tom Cotton tuiteando: «Es impensable pagar a un ladrón que entró en tu casa por el ‘trauma psicológico’ que sufrió durante el crimen».
Bueno, tal vez eso no sea gracioso. De hecho, todo el asunto no tiene mucha gracia, si se piensa en ello. Biden es en realidad el presidente de Estados Unidos, el supuesto líder del mundo libre. Y teóricamente estamos atascados con él hasta 2024.
Y ahora este extraño y confundido individuo está en Glasgow pretendiendo entender la ciencia del clima. Buena suerte a los que queremos tener casas con calefacción este invierno.
El único que debería alegrarse de todo esto es James Buchanan, considerado anteriormente como el peor presidente de todos los tiempos por su papel en la preservación de la esclavitud, que debe estar sentado en su tumba, sonriendo aliviado.
Por supuesto, lo que ha aparecido en el WSJ podría ser una especie de «globo sonda» con la intención de negociar una cifra aún ridícula de 300,000 dólares por persona / 600,000 dólares por familia, cifras que siguen empequeñeciendo los 1200 dólares más o menos que se dieron a nuestra propia gente en el momento álgido de la pandemia.
(El hecho de que los periodistas se dejen utilizar para este juego por las autoridades no es ninguna sorpresa, ya que es coherente con el comportamiento de todos los medios de comunicación en los últimos años, actuando como un adjunto servil del gobierno. De ahí que la frase «personas familiarizadas con el asunto», tal y como se utiliza aquí, se haya convertido en una especie de cliché moderno).
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) —una organización antaño honorable (hace décadas) que en su día trabajó realmente por las libertades civiles de los estadounidenses, pero que ahora trabaja para socavarlas a cada paso— es, al parecer, uno de los principales patrocinadores de esta propuesta.
Deberían considerar la posibilidad de cambiar su nombre por el de Unión para la Destrucción de la República Americana (ARDU) con el lema «Ben Franklin tenía razón. ¡No podemos mantenerla!».
Como nota final, el New York Times no tiene esta asombrosa historia en su portada esta mañana. ¿Finalmente ha sentido vergüenza? ¿O es solo el viejo juego de ocultar las malas noticias?
Sea lo que sea, son malas noticias para Biden y los demócratas. No solo han hecho una maniobra llamativa que muestra su decadencia. Han hecho miles. Esto no va a sentar bien a la mayoría de los estadounidenses decentes. Y no debemos dejar que lo olviden.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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