La administración Biden-Harris, a meses de terminar su mandato, emitió un informe en el que asegura está “cumpliendo con las comunidades latinas” y que ha trabajado para abordar el sistema de inmigración, al que considera “deficiente”, desde el día uno de su administración.
“El primer día, el presidente Biden presentó un proyecto de ley de reforma migratoria integral y ha instado repetidamente a los republicanos en el Congreso a aprobar el proyecto bipartidista de seguridad fronteriza del Senado”, dice el informe de las reformas fronterizas que, según la administración, es el “más estricto y justo en décadas”.
“Durante esta administración, el presidente y la vicepresidenta han tomado medidas para mejorar el sistema de inmigración del país”, añade el informe titulado «Hoja informativa: El presidente Biden y la vicepresidenta Harris están trabajando por las comunidades latinas», que publicó la Casa Blanca este 19 de septiembre.
En este informe, la administración enlistó las acciones que ha aplicado durante su mandato, tales como la aceleración de visas de trabajo, facilitar que 500,000 cónyuges de ciudadanos con más de 10 años en el país soliciten residencia, la emisión de una orden al Departamento de Seguridad Nacional de proteger y reforzar DACA así como defenderlo en los tribunales, la reestructuración de los programas de reunificación para mantener a las familias unidas durante el proceso de inmigración, además de las medidas ejecutivas emitidas este año para asegurar la frontera.
En un informe del 20 de enero de 2021, la administración Biden-Harris informó sobre el envió de la Ley de Ciudadanía al congreso con el que buscaba “modernizar el sistema de inmigración”.
En la propuesta, la administración planteó un camino hacia la ciudadanía para inmigrantes indocumentados, priorizando a los trabajadores esenciales y los miembros de DACA.
Con esta ley también planteó mantener unidas a las familias, reducir retrasos en la entrega de visas, fomentar la diversidad y proteger a trabajadores migrantes.
También señaló que mejoraría la seguridad fronteriza mediante el uso de tecnología y combatiría el tráfico humano, a la vez que abordaría las causas de la migración en América Central, como la corrupción y la violencia.
El presidente Biden aseguró a principios de ese año: “No estoy haciendo una nueva ley, estoy eliminando una mala política”, haciendo referencia a las medidas establecidas por su predecesor en la Casa Blanca, el expresidente Donald J. Trump.
Además del proyecto de ley en materia de inmigración, durante las primeras horas desde que asumió la presidencia, Biden ordenó detener la construcción del muro fronterizo en el sur del país que tuvo un costo de 16 millones de dólares de la administración Trump.
Los cruces fronterizos y entradas de inmigrantes ilegales al país fueron en aumento desde el primer año de la administración Biden-Harris en la Casa Blanca, generando una crisis de inmigración sin precedentes.
Para septiembre de 2021, a solo 9 meses de que la administración iniciara su mandato, el récord del año fiscal anterior había sido superado.
La administración Biden reiteró en diversas ocasiones que la frontera sur de los Estados Unidos «no está abierta», no obstante había sido relajada, a la vez que expresó su voluntad de querer “expandir las vías seguras y legales de entrada” al país.
En 2022, la Corte Suprema autorizó que el gobierno de Biden diera por terminado el programa “Permanecer en México” que el presidente Trump instauró en 2018 para frenar la inmigración ilegal. En un fallo de 5 contra 4, la Corte determinó que la finalización del programa no violaba la ley de inmigración.
En 2023 Chad Wolf, ex secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) durante la Administración Trump, señaló que la crisis de inmigración ilegal pudo haberse evitado.
“Esta es una crisis no por falta de recursos o falta de autoridades. Esta es una crisis debido a las malas políticas que se pusieron en marcha hace casi dos años”, dijo Wolf.
“Así que podrían cambiar esta crisis, y podrían ayudar a resolverla si quisieran aplicando ciertas políticas. No quieren hacerlo. Así que seguirán diciendo que tienen un plan y que lo están ejecutando. Pero no parece funcionar. Desde hace 27 meses, no ha funcionado”, abundó.
Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, los agentes de la patrulla fronteriza se encontraron con 458,088 inmigrantes ilegales en la frontera sur en el año fiscal 2020, cifra que se elevó a 1.73 millones en el año fiscal 2021, y los encuentros mensuales aumentaron a seis dígitos tras la llegada de Joe Biden a la presidencia en enero de 2021.
En el año fiscal 2022 los encuentros fueron de 2.38 millones, en 2023 se produjeron 2.47 millones y en lo que va del año fiscal 2024 son 2.03 millones.
En 2023 la administración Biden-Harris puso fin al título 42 implementado por la administración Trump tras la crisis de salud por la COVID 19. Una vez terminada esta política, Biden aseguró sobre la frontera sur: “está mucho mejor de lo que todos esperaban”, medida que fue criticada por el expresidente Trump.
“Con la terminación hoy de los últimos restos del Título 42, Joe Biden ha abolido oficialmente lo que quedaba de las fronteras de América y ha convertido a Estados Unidos en un vertedero para extranjeros ilegales de todo el mundo», dijo el expresidente en un comunicado el 11 de mayo del año pasado.
Por culpa de Biden “nuestra frontera ha desaparecido, nuestra soberanía ha desaparecido, nuestra seguridad nacional ha desaparecido”, declaró Trump.
Desde su llegada al poder, bajo la Administración Biden se han producido más de 6.3 millones de cruces ilegales, señaló el expresidente.
El tema de inmigración ha sido recurrente en la campaña Trump y es un tópico que toma mayor fuerza entre los votantes estadounidenses.
Cada vez más ciudadanos estadounidenses coinciden en la necesidad de reducir la inmigración ilegal, y este año una mayoría esta a favor de esta política
Una encuesta reciente realizada por la firma global de análisis y consultoría Gallup informa que en 2024 el 55% de los adultos en Estados Unidos desean que se reduzca la inmigración en el país, frente al 41% del año pasado.
Este crecimiento aproximado del 15% muestra a una mayoría de estadounidenses inconforme con la inmigración, que no se había visto desde el 2005.
“Estos cambios en las actitudes se produjeron después de que los cruces ilegales fronterizos mensuales alcanzaran niveles récord a finales del año pasado”, informa Gallup en su encuesta de julio.
El deseo de disminuir la inmigración “varía ampliamente según el partido”. Entre los republicanos aumentó cerca del 88%, entre los independientes creció cerca del 50% y entre los demócratas un 28%.
La firma de análisis asegura que los votantes republicanos y los independientes son los más propensos a pedir que se reduzca la inmigración, mientras que los demócratas prefieren mantener la inmigración en los niveles actuales; no obstante, el año pasado este mismo grupo tenía el mismo deseo entre mantener o aumentar la inmigración.
Por otro lado, Gallup asegura que aunque han disminuido los cruces actuales “significativamente”, aún se mantienen por encima de los totales mensuales registrados antes de la pandemia.
En un reporte del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) del pasado mes de julio, la agencia detalló que tras siete semanas de la implementación de la orden ejecutiva de la administración Biden –que suspende temporalmente la entrada de ciertos no ciudadanos a través de la frontera sur–, aunado a la regla final provisional (IFR por sus siglas en inglés) emitida por el Departamento de Justicia (DOJ) y el DHS, lograron reducir el número de encuentros en la frontera sur del país en más del 55%.
Si bien la economía y la inflación se encuentran en los dos primeros lugares en la lista de las principales preocupaciones de los votantes, la inmigración ilegal mantiene un lugar preponderante, al situarse por debajo de estas dos preocupaciones.
Mientras tanto, el 42% de los encuestados describe la situación en la frontera sur del país como una crisis y el 35% la considera como un problema importante.
La firma, que ha encuestado a los estadounidenses desde 1965 sobre sus preferencias en el tema de la inmigración, asegura que desde entonces el 42% de los estadounidenses ha estado a favor de la reducción de la inmigración, mientras que un 35% de los encuestados han preferido mantener el status quo y el 18% ha estado a favor del aumento de la inmigración.
Con información de Efthymis Oraiopoulos
Siga a Estela Hernández en X: @HGLauraEstela
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