La administración del presidente Joe Biden dijo que respaldaba la entrega de una amnistía a los inmigrantes separados de sus familiares en la frontera sur durante la administración Trump. El pronunciamiento marca un distanciamiento de los planes para pagarles dinero.
Las negociaciones sobre los pagos entre el gobierno y grupos que incluyen a la Unión Americana de Libertades Civiles, impulsadas por la esperanza de resolver las demandas contra el gobierno, fracasaron en diciembre de 2021. En ese momento, el Departamento de Justicia dijo: «Seguimos comprometidos con los demandantes y con hacer justicia a las víctimas de esta abominable política».
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, le dijo a NBC en una entrevista reciente que la administración ahora quiere que todos los inmigrantes ilegales separados obtengan un estatus legal permanente o una amnistía.
“Estamos abogando ante el Congreso para que proporcionen a estas personas un estatus legal, eso requiere un cambio estatutario”, dijo Mayorkas. “La Casa Blanca lo apoya al 100 por ciento, al igual que yo, y seguimos defendiendo [esto] enérgicamente”.
Cuando se le preguntó acerca de los comentarios, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, les dijo a los periodistas en Washington: “Apoyamos al secretario Mayorkas”.
Casi 4000 niños fueron separados de sus padres por agentes estadounidenses en la frontera entre el 1 de julio de 2017 y el 20 de enero de 2021, según el informe de progreso más reciente (pdf) del Grupo de trabajo interinstitucional sobre la reunificación de familias. El grupo de trabajo, que se formó bajo la dirección de Biden, publicó el informe el 29 de noviembre de 2021.
Miles de familiares de los niños podrían recibir la amnistía si la administración Biden logra convencer al Congreso de que apruebe un proyecto de ley. La mayoría son inmigrantes ilegales.
Los demócratas del Congreso presentaron en abril de 2021 una ley que concedería la libertad condicional a los padres y niños separados y establecería un proceso para permitir que los extranjeros se conviertan en residentes permanentes.
“A medida que la Administración Biden trabaja para reunir a los niños separados, que faltan, con sus familias, nuestra legislación garantizará que los niños anteriormente separados y sus familias puedan construir sus nuevas vidas en Estados Unidos por las que soportaron tanto horror”, dijo el representante Joaquín Castro (D-Texas), uno de los patrocinadores, en un comunicado en ese momento.
El proyecto de ley no ha recibido votos en ninguna de las cámaras.
La Cámara de Representantes y el Senado están controlados por demócratas con una escasa mayoría.
El nuevo impulso de la administración generó críticas de algunos, incluido Matthew Tragesser, portavoz de la Federación para la Reforma de la Inmigración Estadounidense, un grupo que busca terminar con la inmigración ilegal y reducir la inmigración legal.
Tragesser le dijo a The Epoch Times en un correo electrónico que la propuesta de amnistía “está equivocada, apacigua a una pequeña ala activista marginal y no hace nada para abordar los factores de atracción que alientan a las unidades familiares a viajar a la frontera entre Estados Unidos y México y poner en peligro sus vidas”.
Tragesser dijo que la mayoría de las familias fueron separadas porque cruzaron ilegalmente la frontera.
“Joe Biden continúa recompensando a los infractores de la ley, que cruzan ilegalmente nuestras fronteras del sur, con habitaciones de hotel, vuelos, boletos de autobús, pagos y ahora ciudadanía”, dijo el representante Paul Gosar (R-Ariz.) a The Epoch Times en un comunicado enviado por correo electrónico. “Sus acciones son vergonzosas y solo sirven para alentar y fomentar más inmigración ilegal masiva mes tras mes. Joe Biden ha violado repetidamente su juramento al cargo y debe ser enjuiciado”.
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