Mientras la oleada de inmigrantes ilegales en la frontera entre Estados Unidos y México se mantiene en niveles históricos, el gobierno de Biden reconoció que es «un gran problema», diciendo que actualmente está estudiando si añadir o no instalaciones adicionales para los menores no acompañados.
Durante una sesión informativa diaria de la Casa Blanca el 15 de marzo, la secretaria de prensa Jen Psaki dijo que la Administración Biden cree que tiene controlada la situación en la frontera, al tiempo que culpó a la administración anterior de dejar atrás un «sistema desmantelado e inviable».
«Como cualquier otro problema, vamos a hacer todo lo posible para resolverlo», dijo a los periodistas. «Aquí nos centramos en las soluciones».
Psaki señaló que los CDC actualizaron recientemente sus directrices para volver a su capacidad total, lo que, según ella, «ayudará a ampliar la capacidad para trasladar a los niños más rápidamente fuera de las instalaciones de la CBP».
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés), la Oficina de Reasentamiento de Refugiados y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) también trabajarán ahora más estrechamente, lo que, según Psaki, «permitirá al gobierno identificar, investigar y confirmar más rápidamente a los padrinos y familiares de los menores no acompañados y conducirá a una colocación más rápida».
«Ninguna de estas instalaciones de la patrulla fronteriza está hecha para los niños y queremos trasladarlos lo más rápidamente posible a los refugios y luego a los hogares», añadió Psaki. «La FEMA [la Agencia Federal de Gestión de Emergencias] está ahora proporcionando apoyo en la frontera (…) esperamos que esto ayude a llevar rápidamente a los niños a las instalaciones del HHS y a colocarlos con padrinos y familias investigadas».
La Patrulla Fronteriza detuvo a 100,441 personas que cruzaron ilegalmente la frontera sur en febrero, según la CBP. La cifra refleja un aumento del 28% con respecto a enero.
Durante el fin de semana, Seguridad Nacional anunció que enviará a la FEMA a la frontera para «apoyar el esfuerzo de todo el gobierno durante los próximos 90 días para recibir, albergar y trasladar de forma segura a los niños no acompañados que hacen el peligroso viaje a la frontera suroeste de Estados Unidos».
Según un comunicado de prensa del 13 de marzo, la FEMA «está ahora integrada y trabajando en el HHS para estudiar todas las opciones disponibles para ampliar rápidamente la capacidad física de alojamiento adecuado».
En la sesión informativa, se le preguntó a Psaki si el envío de la FEMA era un reconocimiento de que la oleada fronteriza está alcanzando niveles que se consideran de desastre. La secretaria de prensa eludió la pregunta.
«Sé que por aquí siempre entramos en la diversión de poner etiquetas», dijo Psaki a los periodistas. «Este es uno de los pasos que el presidente consideró que ayudaría a agilizar el procesamiento, a asegurar que las personas que están llegando a la frontera tengan acceso a la salud y a la atención médica. Claramente las cifras son enormes, esto es un gran desafío».
Psaki también dijo que la administración está «estudiando la posibilidad de abrir instalaciones adicionales para trasladar a los niños no acompañados a instalaciones donde puedan recibir atención médica, recursos educativos, recursos de salud mental, recursos legales».
Según los datos de la CBP, en el año fiscal 2021 hasta febrero, «29,792 niños no acompañados y menores solos han sido encontrados a lo largo de la frontera suroeste». De esta cifra, 2942 de estos niños son menores de 12 años y 26,850 tienen entre 13 y 17 años.
El gobierno de Biden ha rechazado repetidamente calificar la situación fronteriza de «crisis», a la vez que ha reiterado que la frontera entre Estados Unidos y México «no está abierta«.
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