El Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE) está intensificando sus operaciones en 10 ciudades santuario, desplegando aproximadamente 500 agentes especiales para aumentar la vigilancia en torno a los hogares y lugares de trabajo de los inmigrantes indocumentados.
El ICE ha iniciado sus operaciones de vigilancia las 24 horas del día como parte de su campaña de arrestos mejorada. Ha solicitado el traslado de cientos de agentes especiales altamente capacitados que suelen trabajar en investigaciones a largo plazo sobre trata de personas y delincuentes peligrosos, informó el New York Times el 5 de marzo.
En las próximas semanas, los agentes adicionales han recibido instrucciones de los funcionarios de «inundar las calles» y de operar en automóviles particulares para intensificar las detenciones en las ciudades santuario donde los organismos locales de aplicación de la ley se niegan a cooperar con las fuerzas federales de inmigración.
Boston, Nueva York, Detroit, Chicago, San Francisco, Los Ángeles, Atlanta, Nueva Orleans y Newark se encuentran entre las ciudades que se niegan a colaborar con las deportaciones, según el New York Times.
La solicitud viene después de que 100 oficiales y agentes de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, incluyendo agentes tácticos de élite de BORTAC (Unidad Táctica de Patrulla Fronteriza), fueron reasignados temporalmente el mes pasado para ayudar con la operación de arresto y deportación de inmigrantes indocumentados en las ciudades.
Las ciudades santuario son zonas que han promulgado medidas para evitar que los funcionarios locales cooperen con las autoridades federales de inmigración como el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Si un extranjero ilegal es arrestado o condenado por un delito y el ICE solicita su custodia, las políticas de santuario pueden impedir que las fuerzas del orden cumplan con la solicitud. Ocho estados y cientos de ciudades en todo Estados Unidos son reconocidos como santuarios para inmigrantes ilegales.
La intensificación de la operación, llamada Operación Paladio, comenzó el mes pasado y durará hasta el 31 de diciembre, según un correo electrónico interno visto por el New York Times.
Henry Lucero, jefe de Operaciones de Aplicación y Remoción de ICE, dijo que el despliegue de agentes adicionales en las ciudades santuario es una respuesta directa a las políticas que impiden que los funcionarios locales notifiquen al ICE cuando se programe la liberación de inmigrantes indocumentados de la custodia de la policía.
«Hemos pedido recursos en algunas áreas porque hay un atraso significativo de criminales extranjeros que no podemos atender», dijo Lucero al Wall Street Journal. «Si tuviéramos cooperación local en esas áreas, no necesitaríamos recursos allí. Solo estaríamos asumiendo la custodia de esos extranjeros cuando salgan de la cárcel o prisión».
El secretario en funciones del Departamento de Interior, Chad Wolf, dijo el mes pasado que los equipos SWAT enviados a las comunidades son necesarios porque las jurisdicciones no están dando ninguna ayuda a los oficiales federales.
«Lo que encontramos en estas jurisdicciones santuario es que la policía local no trabaja con el departamento», dijo Wolf durante una aparición en «Fox & Friends».
«Así que lo que solía llevar uno o dos oficiales para entrar en un establecimiento carcelario y recoger a un individuo que está en una orden final de expulsión, ahora tenemos que ir a las comunidades con muchos, muchos oficiales».
Muchas políticas de santuario limitan la cooperación y la comunicación de las fuerzas del orden locales con las autoridades federales de inmigración. Todas las políticas de santuario protegen, de alguna manera, a los inmigrantes ilegales de las autoridades federales de inmigración.
Los equipos no serían necesarios si las ciudades santuario proporcionaran ayuda a las autoridades federales de inmigración, dijo Wolf.
Los planes atrajeron la oposición de algunos legisladores y exfuncionarios del gobierno el mes pasado.
«Esta administración parece pensar que pueden intimidar a los funcionarios locales de aplicación de la ley o actuar de forma independiente cuando operan en sus jurisdicciones», dijo John Cohen, un exfuncionario del DHS durante la administración del presidente Barack Obama, a ABC News. «Esa es una estrategia peligrosa que fracasará».
En una declaración conjunta, los senadores Elizabeth Warren (D-Mass.) y Edward Markey (D-Mass.) dijeron que los esfuerzos deben pararse.
«Debido a que esta iniciativa es innecesaria, inoportuna, peligrosa, amenazante, vengativa y es poco probable que logre su objetivo declarado, escribimos para exigir que se invierta su curso y para plantear preguntas para comprender mejor los motivos para emplear personal de inmigración de estilo paramilitar equipado con ‘granadas de aturdimiento y entrenamiento mejorado del tipo de las Fuerzas Especiales, incluida la certificación de francotiradores’ en Boston y en otros lugares de Estados Unidos», escribieron los senadores en una carta a altos funcionarios de inmigración.
El presidente Donald Trump, mientras tanto, anunció esta semana que su administración retendrá los fondos de las ciudades santuario en línea con un fallo de la corte de febrero que decidió que el gobierno puede actuar en consecuencia contra los estados que no cumplen con las políticas federales de inmigración.
Zachary Stieber contribuyó a este informe.
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