Una administradora electoral del condado de Fulton, Georgia, dijo a los legisladores estatales el jueves que abrió una caja de boletas y encontró un lote de 110 de ellas «prístinas» y sin doblar.
«La mayoría de ellas estaban bastante desgastadas, hasta que llegamos a un lote que son, eran, según mis palabras ‘prístinas’. Estaban blancas, muy blancas», dijo Susan Voyles a un comité del Senado estatal en Atlanta.
La mayoría de las boletas para votar en ausencia están dobladas porque fueron enviadas y recibidas por correo, agregó.
«Pero lo que realmente nos llamó la atención, además de la impresión de estas boletas, que no estaban dobladas, fue el hecho de que la primera que estaba rellena tenía casi un pequeño anillo blanco en el espacio donde se rellenaba», dijo Voyles.
«Lo que empezamos a notar fue que una cantidad abrumadora eran exactamente—no es posible—pero exactamente iguales. Así que estas boletas de voto en ausencia no estaban dobladas, pero se presentaban como boletas de voto en ausencia. Incluso si hubieran resultado ser una boleta provisional… habría sido exactamente lo mismo, habrían tenido dobleces».
En medio de la pila, Voyles y su compañero de conteo encontraron una sola boleta que parecía haber sido tomada de una impresora o copiadora antes de tiempo, porque la imagen no cuadraba con el papel.
Voyles previamente atestiguó bajo juramento que ella vio que el 98 por ciento del lote en cuestión era para el candidato presidencial demócrata Joe Biden. La declaración jurada formaba parte de una demanda presentada por el abogado Lin Wood contra el secretario de Estado republicano de Georgia, Brad Raffensperger.
La Junta Electoral del Condado de Fulton y la oficina de Raffensperger no respondieron a la solicitud de comentarios sobre las declaraciones de Voyles.
Voyles dijo que ella y la persona con la que trabajaba también encontraron inusual que el lote sospechoso incluyera 110 boletas, mientras que la mayoría contiene 100. Los funcionarios supuestamente dijeron a los contadores que ningún lote contendría más de 100. «Encontramos esto bastante extraño», dijo ella.
Presionada por un legislador estatal que preguntaba si la naturaleza prístina de las boletas podía explicarse por el proceso de duplicación, Voyles dijo que era posible.
Pero, añadió, la probabilidad es escasa porque el 98 por ciento de las boletas tenían el pequeño anillo blanco en la primera casilla, la del voto presidencial.
«¿Por qué todas serían exactamente iguales?», preguntó.
Voyles también dijo a los legisladores que ella participó en la auditoría manual, pero que a ella y a su compañero se les dijo que se fueran a las 10 a.m. un día después de haber contado solo 60 boletas, a pesar de que otros trabajadores tuvieron que contar miles de boletas.
Ella y su compañero se ofrecieron a ayudar a los demás a contar, pero fueron rechazados.
Con información de Jack Phillips.
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