NUEVA YORK— El consumo de drogas entre los adolescentes no repunta tras la caída registrada durante los primeros años de la pandemia COVID-19, según los resultados de una gran encuesta nacional anual publicada el martes.
Cerca de dos tercios de los alumnos del grado escolar 12º de este año afirmaron que no consumieron alcohol, marihuana, cigarrillos ni dispositivos de vapeo en los 30 días anteriores. Esa es la mayor proporción de abstinencia desde que la encuesta anual comenzó a medir la abstinencia en 2017.
Entre los estudiantes de 10º grado, el 80 por ciento dijo que no consumió ninguna de esas sustancias recientemente, otro récord. Entre los estudiantes de 8º grado, el 90 por ciento no consumió ninguna de ellas, lo mismo que se informó en la encuesta anterior.
El único aumento significativo se produjo en las bolsitas de nicotina. Alrededor del 6 por ciento de los alumnos de grado 12º afirmaron que las consumieron el año anterior, frente al 3 por ciento de 2023.
No está claro si se trata de un nuevo problema de salud pública. Richard Miech, de la Universidad de Michigan, dirige la encuesta: «Es difícil saber si estamos viendo el comienzo de algo o no».
La encuesta «Monitoring the Future«, financiada con fondos federales, lleva realizándose desde 1975. Los resultados de este año se basan en las respuestas de unos 24,000 alumnos de 8º, 10º y 12º grado de escuelas de todo el país. La encuesta es «una de las mejores, si no la mejor» fuente de datos nacionales sobre el consumo de sustancias por parte de los adolescentes, según Noah Kreski, investigador de la Universidad de Columbia que estudia el consumo de drogas entre los adolescentes.
Al principio de la pandemia, se dijo a los estudiantes de todo el país que no fueran a las escuelas y que evitaran fiestas u otras reuniones. Se quedaban en casa, bajo la supervisión de sus padres. El consumo de alcohol y drogas de todo tipo descendió porque la experimentación tiende a producirse con los amigos, inducida por la presión de los compañeros, dicen los expertos.
Cuando terminó el confinamiento, «creo que todo el mundo esperaba al menos un repunte parcial», dijo Miech.
Incluso antes de la pandemia, se registraba desde tiempo atrás un descenso en el consumo de cigarrillos, alcohol y varios tipos de drogas entre los adolescentes. Los expertos teorizaban que los niños se quedaban en casa y se comunicaban por teléfonos inteligentes en lugar de salir en grupo, donde a veces probaban sustancias ilícitas.
Pero el consumo de marihuana no descendió antes de la pandemia. Y el vapeo estaba en alza. Sólo durante la pandemia se produjeron descensos duraderos.
Algunos expertos se preguntan si los cierres por pandemia tuvieron una influencia más profunda.
Miech señaló que muchos adolescentes que experimentan con cigarrillos electrónicos o drogas empiezan en 9º curso, a veces porque lo hacen adolescentes de más edad. Pero los niños que estaban en 9º grado durante los encierros nunca adquirieron el hábito, ni tuvieron la oportunidad de convertirse en influenciadores negativos de sus compañeros de clase más jóvenes, dijo.
«La pandemia detuvo el ciclo de nuevos niños que entraban y eran reclutados para el consumo de drogas», dijo Miech.
La salud mental también puede ser un factor. Tras el inicio de la pandemia, aumentaron los casos de depresión y ansiedad entre los niños. La depresión se asocia a menudo con el consumo de sustancias, pero algunas personas con depresión y ansiedad son muy recelosas a la hora de meterse con las drogas, dijo el Dr. Duncan Clark, psiquiatra de la Universidad de Pittsburgh que investiga el consumo de sustancias en niños.
«Algunos adolescentes con ansiedad están preocupados por los efectos de las sustancias. También pueden inhibirse socialmente y tener menos oportunidades de consumir drogas», dijo Clark. «Es una relación complicada».
Por Mike Stobbe.
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