S&P Global Ratings ha advertido que la adopción del bitcóin como moneda de curso legal en El Salvador está cargada de riesgos y tendrá un impacto negativo en la calificación crediticia del país.
«Los riesgos asociados a la adopción del bitcóin como moneda de curso legal en El Salvador parecen superar sus potenciales beneficios. Hay implicaciones negativas inmediatas para el crédito, y es improbable un amplio uso del bitcóin», escribió S&P Global en un tuit el viernes.
S&P, la mayor de las tres grandes agencias de calificación, califica actualmente a El Salvador con una nota B- y una perspectiva «estable».
Su competidora Moody’s rebajó la calificación del país centroamericano a Caa1 en julio, en parte debido a la incertidumbre en torno a la provisión por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) de una nueva ronda de financiación a El Salvador después de que adoptara el bitcóin como moneda legal, junto al dólar estadounidense.
«La perspectiva negativa de la calificación Caa1 refleja la opinión de Moody’s de que la posición fiscal sigue siendo vulnerable y susceptible a choques de financiamiento que podrían poner en peligro la capacidad de repago [de la deuda] soberana ante el desafiante calendario de amortización de su deuda en el mercado externo que comienza en enero de 2023», dijo Moody’s.
«La limitada disponibilidad de alternativas de financiamiento para [la deuda] soberana y la incertidumbre en torno a la posibilidad de un nuevo financiamiento por parte del FMI sugieren que la [deuda] soberana seguirá enfrentando presiones de liquidez en los próximos años, a pesar de la voluntad de las autoridades de promulgar medidas para lograr una mayor y gradual consolidación fiscal», agregó la agencia.
La posibilidad de un programa del FMI para El Salvador está «en discusión», dijo el portavoz del FMI, Gerry Rice, en una conferencia de prensa el jueves, añadiendo que las medidas anticorrupción y la responsabilidad fiscal ocupan un lugar destacado en la agenda.
Hace unas semanas, El Salvador se convirtió en el primer país del mundo en adoptar el bitcóin como moneda de curso legal, siendo el presidente del país, Nayib Bukele, uno de los principales defensores de la medida.
«El proceso de #Bitcóin en El Salvador tiene una curva de aprendizaje. Cada paso hacia el futuro es así, y no lograremos todo en un día, ni en un mes. Pero debemos romper los paradigmas del pasado», escribió Bukele en Twitter el 7 de septiembre, día en que entró en vigor la ley que hace del bitcóin una moneda de curso legal.
El experimento de El Salvador de hacer del bitcóin una moneda de curso legal se vio empañado el día de su aprobación por pequeños fallos técnicos que dificultaron su uso, mientras estallaban en el país protestas callejeras de ciudadanos desconfiados.
El FMI, que concedió un préstamo de emergencia a El Salvador el año pasado y está negociando otra ronda de préstamos, ha expresado su reticencia en torno a la adopción del bitcóin como moneda de curso legal por parte del país.
«El costo más directo de la adopción generalizada de criptoactivos, como el bitcóin, es la estabilidad macroeconómica», dijo el FMI en una entrada de su blog a finales de julio. «En cuanto moneda nacional, los criptoactivos —incluido el bitcóin— vienen acompañados de riesgos importantes para la estabilidad macrofinanciera, la integridad financiera, la protección de los consumidores y el medio ambiente».
Aunque el FMI elogió la consideración de las tecnologías subyacentes por las ventajas potenciales que ofrecen, como por ejemplo en torno al impulso de la inclusión financiera, el organismo instó a la cautela.
«No obstante, los gobiernos deben intensificar los esfuerzos para ofrecer estos servicios y aprovechar las nuevas formas digitales de dinero al tiempo que mantienen la estabilidad, la eficiencia, la igualdad y la sostenibilidad medioambiental. Intentar convertir criptoactivos en moneda nacional es un atajo nada aconsejable», dijo el FMI.
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