La pandemia de COVID-19 se ha asociado a una amplia gama de síntomas, y los profesionales médicos siguen estudiándolos y comprendiéndolos.
Junto con los síntomas más comúnmente conocidos, como la fiebre y la tos seca, se ha informado de que la infección previa por el virus puede repercutir en el aspecto de nuestras uñas, lo que constituye un área de investigación intrigante.
¿Qué aspecto tienen las uñas afectadas por el COVID?
Uno de los síntomas más comunes de COVID-19 relacionados con las uñas se denomina «uñas COVID» o «dedos COVID». Las uñas crecen en ciclos de aproximadamente seis meses, por lo que cualquier cambio causado por la infección COVID podría retrasarse semanas.
El Dr. Tim Spector, profesor de epidemiología genética en el King’s College de Londres, llamó la atención sobre estos síntomas en 2021 cuando escribió en una publicación de Twitter: «¿Tus uñas tienen un aspecto extraño? Las uñas COVID se reconocen cada vez más cuando las uñas se recuperan tras una infección y el crecimiento se recupera dejando una línea clara». Las llamadas uñas COVID pueden presentar líneas de Beau o líneas de Mees.
Ambas afecciones pueden identificarse fácilmente, según explicó a The Epoch Times el Dr. Cameron Rokhsar, cirujano láser y doblemente certificado en dermatología y cirugía dermatológica micrográfica. «Las líneas de Mees son líneas únicas y suaves que recorren toda la anchura de la uña, y no desaparecen con la presión», explicó. Las líneas de Beau son crestas o abolladuras que atraviesan las uñas y pueden desvanecerse al presionarlas, añadió Rokhsar.
Aunque no siempre están causadas por el COVID, estas alteraciones de las uñas pueden producirse tras una infección. Las líneas de Beau pueden indicar enfermedad, lesión o una afección cutánea que interrumpa el crecimiento de las uñas. Pueden estar causadas por fiebre alta debida a una infección, estrés o una reacción a medicamentos. Otras afecciones, como un infarto o una neumonía, e incluso un traumatismo físico, como dejar caer algo pesado sobre la uña, también pueden causar las líneas de Beau.
En cambio, las líneas de Mees pueden indicar un problema de salud subyacente grave, como insuficiencia renal o intoxicación por metales pesados o arsénico. Otras posibles causas de las líneas de Mees son el mal de altura, el cáncer, la intoxicación por monóxido de carbono y la quimioterapia.
Uñas COVID: Más allá de las líneas de Beau y Mees
Desde el inicio de la pandemia, hemos aprendido más sobre los efectos del COVID en las uñas. Ahora se sabe que las líneas de Beau y Mees no son los únicos cambios que pueden producirse en las uñas tras una infección por COVID, y que las uñas de los pies también pueden verse afectadas.
Según un estudio publicado en 2021, se encontraron anomalías en las uñas en el 20 por ciento de los pacientes con COVID. Una investigación más reciente de mayo de 2022, que examinó a 43 adultos tratados por COVID, sugirió que ciertos síntomas de las uñas COVID son más prevalentes que otros.
Los más comunes incluyen:
– Un signo de media luna roja en el 32.5 por ciento de los casos
– Eritema del lecho ungueal (enrojecimiento de la piel bajo la placa ungueal) en el 34.8 por ciento
– Leuconiquia (uñas blancas) en el 46.5 por ciento.
– Decoloración marrón distal en el 51.1 por ciento
Rokhsar afirmó que, hasta donde él sabe, la forma de media luna roja en las uñas es «un hallazgo único asociado a la infección por COVID-19 y no se ha relacionado con ninguna otra enfermedad específica».
Sin embargo, el eritema del lecho ungueal puede ser consecuencia de infecciones bacterianas, causadas en la mayoría de los casos por Staphylococcus aureus. Otras causas frecuentes son la manicura excesiva, morderse los dedos y los traumatismos.
La leuconiquia y la decoloración marrón de la uña pueden indicar deficiencias nutricionales o hipertiroidismo, respectivamente.
Otra forma en la que COVID-19 puede afectar a nuestras uñas es a través de la onicomadesis, una afección en la que la uña se separa del lecho ungueal, lo que puede conducir a la pérdida completa de la uña. Según la Academia Americana de Dermatología (AAD), la onicomadesis se ha descrito en pacientes con diversas enfermedades, entre ellas el virus Coxsackie, y también en personas con COVID-19.
Rokhsar afirma que no debe ignorarse ningún cambio en las uñas, como decoloración, fragilidad, engrosamiento, división o cambios de forma. «Algunos cambios en las uñas pueden resolverse por sí solos, como las líneas de Beau», añadió. Pero lo mejor es consultar a un dermatólogo certificado, ya que ciertas afecciones pueden empeorar si no se tratan.
Vitaminas que mejoran la salud de las uñas
Las investigaciones sugieren que casi todos los tipos de deficiencias nutricionales pueden afectar de algún modo al crecimiento de las uñas. Sin embargo, se ha descubierto que algunos nutrientes específicos influyen significativamente en la salud de las uñas.
Algunos de ellos son:
– Biotina: También conocida como vitamina B7, la biotina es una vitamina hidrosoluble que desempeña un papel crucial en el mantenimiento de unas uñas sanas. Los ensayos clínicos han mostrado resultados prometedores sobre la biotina oral que mejora la firmeza, resistencia y grosor de las uñas quebradizas.
– Vitamina E: Se trata de una vitamina liposoluble conocida por sus propiedades antioxidantes. Es una de las opciones de tratamiento para el síndrome de la uña amarilla, una enfermedad poco frecuente que causa problemas ungueales y respiratorios.
– Zinc: El zinc es un mineral que desempeña un papel fundamental en el desarrollo y la reparación de los tejidos corporales. Una ingesta adecuada de zinc puede ayudar a fortalecer las uñas, evitando que se vuelvan quebradizas. Por el contrario, la carencia de zinc se asocia a un crecimiento lento de las uñas y a las uñas de Beau.
– Grasas saludables: Las grasas como el omega-3 pueden ayudar a mantener sanos el pelo, la piel y las uñas y evitar que se vuelvan secos y quebradizos.
– Colágeno: Una proteína que se encuentra en la piel, el cabello y las uñas, el colágeno beneficia el crecimiento y la fuerza de las uñas. En un ensayo clínico de 2017, 25 participantes que tomaron suplementos de colágeno informaron de un aumento en el crecimiento de las uñas, una reducción de las uñas quebradizas y una disminución en la frecuencia de las uñas rotas.
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