Tres personas han muerto en Kabul, la capital de Afganistán, después de que los talibanes estrellaran un helicóptero Black Hawk abandonado por las tropas estadounidenses que se retiraron del país en 2021.
El Ministerio de Defensa de los talibanes confirmó el accidente, que se produjo durante un ejercicio de entrenamiento talibán, en un comunicado el 10 de septiembre.
«Un helicóptero Black Hawk estadounidense, que volaba … para el entrenamiento, se estrelló debido a un problema técnico dentro del campus de la Universidad de Defensa Nacional», dijo el portavoz del Ministerio de Defensa, Enaytullah Khowrazmi. El portavoz también confirmó que cinco personas resultaron heridas durante el accidente.
El periodista afgano Bilal Sarwary también compartió en Internet un video del incidente, en el que se ve cómo el helicóptero gira en el aire sobre el campus antes de parecer perder el control y caer en picada al suelo ante la mirada de la gente.
Sarwary dijo que los talibanes habían ordenado a los pilotos entrenados por Estados Unidos que permanecieron en Afganistán tras la retirada que entrenaran a nuevos reclutas en un plan de formación de pilotos.
«Desde entonces han perdido varios helicópteros en vuelos de entrenamiento. Cada uno de estos helicópteros cuesta entre 30 y 35 millones de dólares [sic] y los fabricantes tardan años en entregarlos», escribió Sarwary en Twitter.
Los talibanes se apoderaron de algunos aviones fabricados en Estados Unidos después de que tomaran el control del país cuando las tropas estadounidenses se retiraron en agosto de 2021, aunque no está claro cuántos de esos aparatos funcionan.
Las fuerzas estadounidenses dañaron algunos equipos militares al abandonar el país para evitar que los soldados talibanes los controlasen, mientras que las fuerzas afganas volaron algunos helicópteros a naciones de Asia central.
Sin embargo, pronto salieron a la luz videos y fotos de miembros talibanes con armamento estadounidense, como carabinas M4 y rifles M16, en lugar de AK-47 o AKM, rodeando los helicópteros Black Hawk.
«Mal planificado y ejecutado»
El presidente Joe Biden se ha enfrentado a las críticas por la caótica retirada de Afganistán, en la que también murieron 13 miembros del servicio estadounidense durante un atentado suicida en el aeropuerto internacional Hamid Karzai de Kabul cuando ayudaban a controlar a las personas que se apresuraban a abandonar el país.
El grupo terrorista ISIS reivindicó posteriormente la autoría del atentado, en el que también murieron más de 160 afganos. Los miembros del servicio recibieron posteriormente, a título póstumo, el Corazón Púrpura.
En el momento de la retirada, los principales legisladores republicanos exigieron saber cómo planeaba el Departamento de Defensa de Estados Unidos evitar que los miles de millones de dólares en armas estadounidenses cayeran en manos de los talibanes.
«Como resultado directo de la mal planificada y ejecutada retirada de Estados Unidos de Afganistán por parte de la Administración Biden, los talibanes cuentan ahora con un importante arsenal de armamento de fabricación estadounidense. Y lo que es peor, parece que la Administración Biden no tiene ni idea de cuántas plataformas de armamento poseen y manejan los talibanes», escribieron en una carta al secretario de Defensa, Lloyd Austin, el representante James Comer (R-Ky.), el principal republicano de la comisión, y el representante Glenn Grothman (R-Wis.), el miembro de mayor rango de la subcomisión de Seguridad Nacional.
Los legisladores plantearon su preocupación sobre si los talibanes utilizarían las armas estadounidenses que quedaran en el país para atacar a Estados Unidos o a sus aliados, o si venderían esas armas a adversarios extranjeros como China, Rusia, Irán o Corea del Norte.
También citaron la preocupación por la incautación por parte de los talibanes de dispositivos biométricos que, según ellos, podrían ayudar al grupo extremista en «sus intentos de identificar y, eventualmente, perseguir a los afganos que ayudaron en la misión de Estados Unidos», señalando que dichos equipos contienen «datos como escáneres de iris, huellas dactilares e información biográfica» y que «es probable que esta información se utilice para atacar a los aliados de Estados Unidos».
La Casa Blanca ha admitido anteriormente que una «buena cantidad» de material de defensa estadounidense había caído en manos de los talibanes, y el asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan, dijo a los periodistas en una conferencia de prensa en 2021 que era muy poco probable que los talibanes «nos lo entregaran fácilmente en el aeropuerto».
The Epoch Times se ha puesto en contacto con el Departamento de Defensa para obtener comentarios.
Con información de Masooma Haq y Reuters.
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