El Departamento de Estado de Estados Unidos y el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) sabían en enero de 2020 que las autoridades chinas estaban reteniendo datos sobre COVID-19, según documentos gubernamentales obtenidos por una organización de vigilancia legal.
Los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de Estados Unidos también enviaron «expertos» del laboratorio de nivel P4 de la rama médica de la Universidad de Texas, apoyado por los NIH, para formar a los técnicos del Instituto de Virología de Wuhan en «gestión y mantenimiento de laboratorios», casi dos años antes del inicio de la pandemia de COVID-19, revelan los registros obtenidos por Judicial Watch a través de una demanda de la Ley de Libertad de Información (FOIA).
El presidente de Judicial Watch, Tom Fitton, dijo que cree que las 90 páginas de registros de comunicación entre los NIH y el laboratorio de Wuhan muestran que la agencia del Dr. Anthony Fauci, el NIAID, ha estado «ocultando información sobre el fracaso de China para proporcionar datos esenciales sobre COVID-19».
El 8 de enero de 2020, el personal de los NIH y del NIAID, dirigido por Fauci, hizo circular un correo electrónico de la Embajada de Estados Unidos en Beijing titulado «La respuesta de la República Popular China (RPC) a los casos de neumonía muestra un aumento de la transparencia con respecto a los brotes anteriores, pero siguen existiendo lagunas en los datos epidemiológicos».
«Hola, aquí está el cable de la Embajada de Estados Unidos en Beijing informando sobre el brote de neumonía en Wuhan, China. Se ha descartado el SARS, el MERS y la gripe. [Tachado] ha confirmado que se trata de una infección víral», dice un correo electrónico del doctor Ping Chen, máximo responsable del NIAID en China, dirigiéndose a sus colegas.
En el correo electrónico, los funcionarios de la embajada dijeron que les preocupa que la «falta de datos epidemiológicos» impida una mejor evaluación de los riesgos y una mejor respuesta por parte de los funcionarios de salud pública.
Los funcionarios señalaron que el riesgo para Estados Unidos y la salud mundial es «difícil de evaluar en este momento» debido a las «lagunas en la información de los detalles» proporcionados por el régimen chino, y «la falta de un patógeno final confirmado».
«El flujo de información oficial de la RPC sobre este brote se limita a la procedente de la Comisión de Salud de Wuhan y de la Comisión Nacional de Salud», dice el correo electrónico. «El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de China está remitiendo las consultas a los tres avisos oficiales emitidos hasta la fecha por la Comisión de Salud de Wuhan».
Los primeros casos conocidos de COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), fueron reportados en diciembre de 2019 en Wuhan, China.
«Hasta el 7 de enero, la Comisión de Salud de Wuhan había reportado 59 casos locales de neumonía con causa desconocida», dice el correo electrónico de la embajada.
Los técnicos de laboratorio del Instituto de Virología de Wuhan también fueron formados directamente por expertos apoyados por los NIH en abril de 2018.
«Además de la asistencia francesa, los expertos del laboratorio P4 apoyado por los NIH en la rama médica de la Universidad de Texas en Galveston capacitaron a los técnicos de laboratorio de Wuhan en la gestión y el mantenimiento del laboratorio…», dice un correo electrónico con fecha del 19 de abril de 2018.
«El instituto de Wuhan planea invitar a los científicos del laboratorio de Galveston a realizar investigaciones en el laboratorio de Wuhan. Un investigador del Instituto de Virología de Wuhan se formó durante dos años en el laboratorio de Galveston y el instituto también envió a un científico a la sede de los CDC de Estados Unidos en Atlanta para que trabajara durante seis meses sobre la gripe».
Otro correo electrónico entre la Embajada de Estados Unidos en Beijing y la sede de los NIH el 23 de febrero de 2018, mostró que los funcionarios de los NIH estaban marcando «noticias de salud de China de los medios de comunicación chinos».
Entre estas noticias de los medios de comunicación hay un artículo del medio estatal Xinhua titulado «Científicos chinos descubren cómo los murciélagos transportan virus sin enfermarse».
Los científicos chinos identificaron «murciélagos que albergan virus altamente patógenos como el Ébola, el Marburg y el coronavirus del SARS, pero que no muestran signos clínicos de enfermedad».
«Según los investigadores, en los seres humanos y en otros mamíferos, una respuesta inmunitaria excesiva a uno de estos y otros virus patógenos puede desencadenar una enfermedad grave», señala el informe.
Funcionarios de inteligencia estadounidenses y numerosos expertos han obtenido pruebas que sugieren que el virus del PCCh se originó en un laboratorio, pero otros funcionarios mantienen que se originó de forma natural.
En septiembre, los registros obtenidos por The Intercept a través de una demanda de la FOIA contra el NIH mostraron que la organización sin ánimo de lucro EcoHealth Alliance canalizó fondos estadounidenses a científicos del Instituto de Virología de Wuhan para investigar los coronavirus de los murciélagos.
«La lentitud y las evasivas de la agencia de Fauci con respecto a China, la ganancia de función y su respuesta al COVID en general son solo obstrucción», dijo Fitton de Judicial Watch.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con el NIAID y el Departamento de Estado para obtener comentarios.
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