Los adultos que ingresan de manera ilegal a niños sin parentesco a través de la frontera de Estados Unidos, para facilitarles una liberación rápida en el territorio, se convirtieron en un gran problema en 2019, durante la última oleada de inmigración.
La Patrulla Fronteriza identificó a 5800 familias falsas durante un período de ocho semanas que abarcó el punto álgido de la crisis de 2019, según el testimonio ante el Congreso del entonces comisionado interino del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza, Mark Morgan. Abundaron las historias de contrabandistas que alquilaban niños a los adultos, y de adultos que compraban o pedían prestados los niños a los padres.
Los datos oficiales de ese año sugieren que, en gran medida. el problema desapareció.
En los primeros ocho meses del presente año fiscal, los agentes de la Patrulla Fronteriza identificaron casi 70 casos de reclamaciones familiares fraudulentas —menos del dos por ciento del número de casos de 2019— dijo el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) a The Epoch Times.
Durante el mismo período de ocho meses, los agentes detuvieron a 189,185 individuos formando parte de alguna unidad familiar que cruzó la frontera entre Estados Unidos y México ilegalmente, según las estadísticas del CBP.
«Yo les puedo decir que 70 [casos] —probablemente los conseguimos fácilmente en unos pocos días», dijo a The Epoch Times un agente de la Patrulla Fronteriza que trabaja en uno de los sectores más transitados de la frontera.
El agente Carlos (de nombre ficticio) habló con The Epoch Times a condición de mantener el anonimato, por temor a las repercusiones.
Carlos dijo que las instalaciones fronterizas han estado a menudo tan desbordadas que los agentes no han tenido tiempo para investigar las posibles familias fraudulentas, o se les ha dicho que no lo hagan.
Si un agente sospecha de una familia fraudulenta, un supervisor le puede decir: «No, nosotros tenemos que sacar los casos de aquí. Déjalo ir», dijo a continuación.
«Y así será. No se persiguen realmente», añadió.
Un portavoz de la CBP indicó que la agencia depende de los agentes fronterizos para observar a las posibles familias falsas y luego llevar a cabo una revisión adicional, así como comprobar la identificación con los sistemas de datos y, a veces, con las oficinas consulares.
«El CBP también lleva a cabo entrevistas para identificar a los adultos que afirman fraudulentamente ser los padres de un menor», dijo el portavoz a The Epoch Times por correo electrónico.
«El CBP también puede buscar pruebas de que el mismo menor se ha descubierto en múltiples ocasiones con diferentes adultos o supuestos miembros de la familia».
La agencia remite a las familias sospechosas de ser fraudulentas a la oficina de Investigaciones del Departamento de Seguridad del ICE, para una mayor investigación y fiscalización, dijo el portavoz.
Las pruebas rápidas de ADN utilizadas en 2019 para ayudar a descubrir a las familias falsas, no se utilizan actualmente en la frontera. Por ley, a los menores de 14 años no les registran las huellas dactilares y solo se les toma una foto si forman parte de una unidad familiar.
En 2019, unos 400 agentes de Investigaciones del Departamento de Seguridad fueron enviados a El Paso y al Valle del Río Grande en Texas para reprimir el fenómeno de las familias falsas.
Esos recursos no están ahora en la frontera, dijo Morgan.
«Así que a menos que hagan lo que hicimos en 2019 e inunden la frontera suroeste con más agentes del ICE para realizar más investigaciones, creo que vamos a tener muchas familias falsas no detectadas», dijo a The Epoch Times el 13 de julio.
Próximos cambios
Morgan predice que una vez que se levanten las restricciones de emergencia de salud pública del Título 42, que todavía se utilizan en algunas zonas fronterizas para devolver a algunas familias, el número de menores no acompañados disminuirá y el número de familias aumentará aún más.
El gobierno de Biden eliminó el requisito del Título 42 para los menores no acompañados en febrero e inmediatamente las cifras se dispararon, y durante los meses siguientes alcanzaron cifras récord.
«Así que todavía tenemos familias que vienen a la frontera, enviando a su hijo primero [como menor no acompañado], y luego viajan como un adulto solo, porque sus posibilidades de cruzar entonces son altas», dijo Morgan.
Las unidades familiares con niños menores de siete años también están exentas de las restricciones del Título 42 y son liberadas rápidamente en Estados Unidos con una cita en el juzgado o un aviso para presentarse en una oficina local del ICE.
Carlos dijo que está notando un aumento reciente de mujeres que traen de tres a cinco niños a través de la frontera.
«La cantidad de niños que traen las mujeres está por las nubes. Nunca lo había visto», dijo.
«Antes, todos venían con un niño. Ahora, las unidades familiares que estoy viendo son ridículas. Una señora con cuatro hijos y otra con cinco».
Carlos dijo que «no hay duda» de que las mujeres están trayendo niños para otros padres que ya están en el país.
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